Oposición
cubana vivió sin Fidel seis meses de confusión,
espera y pesimismo
El
Vocero Hispano, 25 de
enero de 2007.
LA HABANA (AFP) - Acostumbrada a la mano fuerte
de Fidel Castro por 48 años, la oposición
cubana pasó, en seis meses de gobierno
provisional de Raúl Castro, de una cautelosa
espera al reclamo de libertades en Cuba, sin grandes
esperanzas de cambios en el gobierno comunista.
"Ha sido una continuidad del sistema totalitario
y no veo por ningún lado la luz al final
del túnel. Seguimos siendo hostigados",
dijo a la AFP la "dama de hierro" de
la disidencia cubana, Martha Beatriz Roque.
Tildados por Fidel de "mercenarios"
de Washington, los opositores quedaron confundidos
el 31 de julio, cuando el líder revolucionario
cedió el poder a su hermano Raúl
tras revelar que fue sometido a una cirugía
de la cual aún convalece.
"Ese día se implantó un compás
de espera que también se reflejó
en la disidencia. El era el referente, el Comandante
dirigía la represión contra todos
nosotros. Quedamos a la expectativa, pero tras
seis meses, con altas y bajas, se mantiene la
crispación de siempre", opinó
el opositor Elizardo Sánchez.
Su comisión de derechos humanos -ilegal
pero tolerada-, cifra en 283 el número
de presos políticos al cierre de 2006,
50 menos que en 2005, pero, según Sánchez,
esa disminución se debe a que el gobierno
cambió "la estrategia", de largas
condenas a detenciones de corta duración
y control.
Al principio de este periodo de seis meses la
oposición estuvo replegada, pero poco a
poco se tornó más activa con comunicados
enviados a la prensa internacional, y cartas a
políticos, gobiernos o grupos de derechos
humanos de otros países.
La única manifestación pública,
además de las misas dominicales de las
Damas de Blanco -esposas de presos políticos-,
fue más bien un intento de marcha el 10
de diciembre en el Día de los Derechos
Humanos, cuando 200 seguidores de Castro empujaron
y gritaron "escorias" a 14 opositores
en una plaza de La Habana.
"Nos quedan días de más tensión,
sobre todo a nosotras porque nuestros esposos
son prisiones del 'Doctor Castro' y nadie se atreve
a hacer nada con ellos hasta que se decida la
vida de él, que pueda actuar o que Raúl
tome el poder definitivamente y defina la situación
de estos hombres", dijo Laura Pollán.
Pero, mientras tanto "ellos, como todos
en el país, también van a estar
en un limbo", añadió Pollán,
una de las principales activistas de las Damas
de Blanco.
La oposición no echó campanas al
vuelo con la liberación el 6 de diciembre
-por razones de salud- de Héctor Palacios,
uno de los opositores más beligerantes
de un grupo de 75 condenados a largas penas de
prisión en marzo de 2003.
"En lo absoluto, en Cuba no ha pasado nada.
No veo cambios", dijo el mismo Palacios,
de 63 años, activista del ilegal movimiento
"Todos Unidos", cuyo coordinador, Vladimiro
Roca, estima también que "nada ha
cambiado".
La muerte el 10 de enero de Miguel Valdés
Tamayo, uno de los 75 y quien había sido
excarcelado en 2004 por razones de salud, renovó
las demandas de la oposición.
"Nuestro reclamo al gobierno provisional
es la liberación de todos los presos y
el cese del hostigamiento", declaró
Roque, la única mujer del grupo de disidentes
apresado en 2003, y quien fue liberada en 2004.
Pero Sánchez advierte que Raúl
"no ha hecho nada para mejorar la situación
de los derechos fundamentales" y ésta
podría "empeorar" a "menos
de que ocurra un verdadero milagro político
en Cuba".
La voz optimista viene del disidente moderado
Manuel Cuesta: "Ha habido una baja relativa
de la represión y un aumento de la vigilancia
hacia nosotros, eso ha creado una vía de
distensión ligera que va abriendo paso
para fortalecer lo que es inevitable: la cohabitación
entre el gobierno y la oposición".
Pero La Habana advirtió recientemente
que tomará en cada momento "las medidas
que sean necesarias" para enfrentar las "agresiones"
de la oposición, especialmente cuando reciban
el financiamiento de Washington, siempre bajo
la tónica de Fidel: "ni un milímetro
más allá" de lo que el pueblo
revolucionario quiera.
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