PRENSA INTERNACIONAL
Febrero 19, 2007
 

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

Disminuida comunidad china recibe el año del jabalí en La Habana

Maria Lorente / Afp, La Habana.19 de febrero de 2007.

El barrio chino de La Habana esperó ayer la llegada del año del jabalí ante el desafío de vigorizar la herencia de una comunidad, otrora la más numerosa de América Latina, reducida a un puñado de ancianos adaptados a la vida de la isla, pero tocados por la nostalgia.

Ellos son apenas los remanentes de una mayoría que murió de vieja o abandonó la isla en la década del 60 en el albor de la revolución cubana, y ahora se reúnen en asociaciones, donde almuerzan, practican tai chi y juegan mahjong, similar al dominó, uno de los entretenimientos más populares de Cuba.

Allí se erige la Casa de Artes y Tradiciones, que organiza los festejos de la semana por el nuevo año lunar chino. Su directora, Carmen Eng, tiene rasgos típicamente asiáticos, aunque sus gestos y vestimenta, son los de una cubana.

''Ahora sólo quedan unos 280 naturales chinos en todo el país; cuando en su momento más alto [la población china en la década del 40] alcanzó miles de personas'', afirmó la mujer a cargo del centro.

Hace 150 años, en 1847, atracaba en el puerto de La Habana un barco de bandera española con unos 206 culíes, en su mayoría hombres y solteros. ''Los chinos de Manila'', como los bautizó el pueblo, vinieron como braceros.

Coco Chang, de 76 años, llegó a La Habana años después, huyendo de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas de Mao Tse Tung y de la miseria. Otros chinos, con cierto nivel económico, llegaron en esa misma época desde California.

''Vine a los 16 años desde Cantón; trabajé un tiempo de cantinero en la Base Naval de Guantánamo y después llegué a La Habana'', dijo el anciano, que se cambió el nombre al llegar a Cuba.

Nunca quiso crear una familia en la isla. ''No había dinero para casarse'', asegura y repite una y otra vez en la asociación Min Chih Tang, donde pasa la mayor parte de su tiempo, que no le gusta hablar ni de mujeres ni de política. Tampoco quiso irse. ''Mis padres murieron en China y ya no tenía a dónde ir'', señala.

A su lado, Antonio Li Wuang, de 60 años, le ayuda a expresarse. Descendiente de chinos, Li se quedó solo en La Habana, luego de que sus padres se fueran a principios de la revolución hacia California con su hermano de ocho años y lo dejaran a los 16 años con una tía.

''Nunca más los vi'', dice y cuenta que está casado con una cubana y tiene dos hijos, de ocho y diez años, que no hablan ni una palabra de chino.

Ahora va a la asociación a leer, entre otras cosas, el periódico Kwong Wah Po con noticias sobre China y la comunidad cubana, sentado delante de una pared desvaída con fotos del presidente cubano, Fidel Castro, y su par venezolano, Hugo Chávez, junto a un artículo sobre la visita del ex jefe de Estado chino Jiang Zemin en el 2001.

Sobresale un poster con una foto del monumento dedicado a las luchas de ciudadanos chinos por la independencia cubana, que en lo más alto del pedestal, reza: "No hubo chino cubano desertor, no hubo chino cubano traidor''.

Ramiro Valdés busca más control en internet

EFE, La Habana, 19 de febrero de 2007.

El ministro cubano de Informática y Comunicaciones, Ramiro Valdés, afirmó que la isla tiene ''la resuelta voluntad'' de avanzar en el terreno de las tecnologías de la comunicación, pero con medidas que contribuyan a incrementar la seguridad.

''El potro salvaje de las nuevas tecnologías puede y debe ser dominado y las infocomunicaciones puestas en función de la paz y el desarrollo'', dijo Valdés durante la inauguración de la XII Convención y Expo Internacional, Informática 2007 recientemente clasurada en la capital cubana.

Los cubanos no pueden contratar servicios de internet en sus domicilios y el servicio sólo es facilitado a empresas y profesionales vinculados con campos como el gobierno. El acceso desde la isla a algunos sitios de la red, considerados subversivos, está bloqueado.

Valdés, ex ministro de Interior y comandante de la revolución, indicó que las nuevas tecnologías ''se constituyen en uno de los [peores] mecanismos de exterminio global que se hayan inventado'', pero que, paradójicamente, son "imprescindibles para seguir avanzando por las sendas del desarrollo''.

El ministro consideró que sería ''muy ingenuo'' pensar que las compañías proveedoras de servicios y tecnologías no facilitan información a las agencias de inteligencia de EEUU y subrayó que ''durante toda su vida la revolución se ha visto obligada a sortear los más perversos planes'', para los que resultaron clave ''las medidas y acciones'' de seguridad.

El año pasado, el periodista disidente Guillermo Fariñas llevó a cabo una huelga de hambre de siete meses en demanda de una conexión a la red desde su domicilio, después de que, de acuerdo a su denuncia, se le impidiera acceder a un centro público desde donde enviaba habitualmente sus informaciones.

''Ante estas nuevas amenazas y la resuelta voluntad de avance de nuestro país, será imprescindible remodelar estrategias y acciones que contribuyan al constante incremento de los niveles de seguridad de nuestras redes y la permanente preparación de nuestro pueblo'', afirmó.

El pasado 24 de enero, Cuba suscribió un acuerdo con Venezuela para la instalación de un cable submarino de fibra óptica.

El ministro de Informática señaló que las tecnologías de la información y las comunicaciones también formarán parte de los acuerdos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que impulsa el presidente venezolano, Hugo Chávez, y a la que pertenece Cuba.

En ese sentido, sostuvo que "será imprescindible encontrar las alianzas estratégicas para hacer frente a los intentos hegemonistas (de EEUU) en este nuevo campo de batalla''.

Valdés indicó que Cuba accede a internet, desde su conexión a la red en 1996, a través de un enlace vía satélite que le permite un ancho de banda de 65 megabytes por segundo de bajada y 124 de subida y que cualquier modificación del canal requiere licencia del Departamento del Tesoro de EEUU.

Las autoridades cubanas aducen que la actual disponibilidad de medios está limitada por el bloqueo unilateral que EEUU mantiene contra la isla desde hace 45 años y no les permite dar un acceso al servicio a la mayoría de la población de manera individualizada.

'Secuestran' nuevo libro escolar sobre Cuba

Ketty Rodriguez, El Nuevo Herald. 19 de febrero de 2007.

Un nuevo libro escolar sobre Cuba que no revela todas las verdades sobre la realidad de la isla, fue descubierto por una organización del exilio que decidió por su cuenta ''secuestrarlo''. Para eso, lo sacó de la escuela, no lo ha devuelto e intenta mantenerlo en un "limbo legal''.

Esa acción no ha sido bien vista por el sistema de escuelas públicas de Miami-Dade. Su portavoz, Felipe Noguera, afirmó que la organización en cuestión "debe seguir el proceso legal y transparente establecido para sacar libros de las escuelas''.

Discovering Cultures, Cuba es el título del nuevo texto, que se a une los también controversiales Vamos a Cuba y Cuban Kids, los cuales han dado origen a una batalla legal por sacarlos de las escuelas públicas que comenzó en el 2006 y cuyo desenlace puede tardar años.

El Comité Cubano de Padres Preocupados (CCPP) --disgustado por el manejo que la Junta Escolar y el superintendente, Rudolph Crew, han dado a los controversiales libros infantiles-- se arriesga a mantener el nuevo texto en su poder. El libro fue hallado en la biblioteca de la primaria Norma Bossard, junto a un nuevo ejemplar de Vamos a Cuba. ''Vamos a mantener estos libros en un limbo legal, de la misma forma como el distrito mantiene uno de los textos cuestionados en la oficina de un director de escuela'', aseguró Emilio Izquierdo, el presidente del CCPP.

Al respecto, Noguera, el vocero del sistema aclaró: ''Si estas personas están ofendidas por el contenido del libro, no pueden tomar la ley en sus manos. Deben seguir el proceso administrativo establecido y aplicado en otros casos''. El funcionario escolar aclaró que la actitud del CCPP puede dar pie a ''caos y anarquía'' en el sistema escolar con relación al manejo de los textos escolares.

Izquierdo explicó que su decisión era producto del descontento por lo que él califica de ''apatía de los miembros de la Junta'' y la ''poca sensibilidad de Crew'' hacia la comunidad del exilio.

El problema de Discovering Cultures, Cuba es que, según observadores, no dice la verdad de la vida en Cuba y omite datos que saltan a la vista.

Por ejemplo, cuando dice en la página 28: ''Todos los niños cubanos deben hacer cualquier tipo de trabajo físico, además de asistir a sus clases regulares. Ellos puedan plantar árboles o trabajar en las granjas''. En la misma página, se muestra una foto con adolescentes trabajando sin equipos ni vestimenta adecuada. ''El libro omite el hacinamiento que existe en esas escuelas al campo, la falta de luz y agua, y la explotación laboral infantil por parte del régimen'', aseguró Luis Barrero, un profesor del Miami Dade College y ex educador en Cuba.

Otras críticas del CCPP al nuevo libro son:

o Muchos edificios necesitan reparación, dice el texto, pero no aclara que la situación es de emergencia.

o Como la gasolina es muy costosa, muchos andan en biclcleta, autobús o caminan, pero no menciona que el combustible está racionado.

o La comida está racionada y es difícil hacer los platos tradicionales, pero los cubanos son muy creativos y han aprendido a hacer deliciosos platos con ingredientes sencillos, expone el libro.

El CCPP considera esto una burla al hambre que pasan los cubanos.

o Hay nuevos edificios en construcción y otros se están reparando. Se necesitan más trabajadores en hoteles y restaurantes, y estas nuevas oportunidades están dando esperanza a los cubanos de que los días difíciles terminarán pronto, apunta el texto.

o Algunos peloteros como Orlando ''El Duque'' Hernández se fueron de su tierra para jugar profesionalmente en Estados Unidos, indica el libro. Pero no habla de las verdaderas razones que los obliga a desertar.

o Los vecinos pueden ver televisión y reunirse en el parque para hablar sobre noticias y compatir historias, se lee en el texto escolar. Sin embargo, no advierte que hablar contra el régimen de Castro tiene consecuencias y puede costar la cárcel.

La autora del nuevo texto es Sharon Gordon, una norteamericana que ha escrito libros infantiles de ciencia y ha trabajado como redactora y editora. Discovering Cultures es la serie de libros que la autora ha escrito sobre varios países. El de Cuba tiene 48 páginas y fue publicado en el 2003. En la contraportada, Gordon agradece al Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) por ''la minuciosa revisión de este manuscrito''. Si bien el libro está escrito para niños de 7 a 9 años, no hay razón para ocultar la verdad o la crudeza de la realidad, según Barrero. "La verdad hay que decirla en forma que se entienda, sin llegar al morbo''.

La decisión sobre Vamos a Cuba está en manos de un juez que ordenó mantener el texto en los planteles. Esta acción fue apelada por la Junta Escolar, lo que le valió una demanda por parte de la Unión Americana de Libertades Civiles ACLU El caso de Cuban Kids está temporalmente paralizado hasta que se vean los resultados de la apelación pendiente de Vamos a Cuba. Aunque el distrito ha seguido el proceso administrativo requerido en el caso de Cuban Kids, la situación no es uniforme. En algunos casos, el libro permanece en las bibliotecas y en otros el texto está bajo llave en la oficina del director del plantel.

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