Pasión,
mafia y exotismo de la Cuba de años 20,
descritos en "Habana Negra"
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News. César Alejandro Mejía
Acosta.
Madrid, 24 abr (EFE).- Una historia de mafias,
pasiones, erotismo y sangre llena las páginas
de la primera novela de la cubana Georgina Jiménez,
"Habana Negra", en la que además
se describe una "capital habanera" de
los años 20 llena de opulencia y riqueza.
"Yo me quedaba detrás de la puerta
y oía", así describe a Efe
Jiménez la manera en que conoció
el trágico caso de "Patricia",
protagonista de su libro, pues en su época
a los niños -tenía seis años-
no se les permitía escuchar tan macabros
acontecimientos.
"Habana Negra" cuenta la vida de Caridad,
una "rumbera" cubana que luego de convertirse
en la amante del norteamericano Sidney Logan da
a luz en Estados Unidos a Patricia, quien vivirá
y morirá en un ambiente de drogas y traiciones
con fin en La Habana.
"Hoy no cuento la secuencia completa porque
no leerían mi libro, pero es un acontecimiento
que marcó la historia de Cuba", dice
la autora.
El caso fue tan sonado, asegura esta narradora,
que el músico puertorriqueño Daniel
Santos compuso un bolero inspirado en la protagonista
al que llamó "Patricia".
Otros elementos claves del texto son el erotismo,
sin el cual, según la literata, "no
se podría contar la historia"; la
santería, que envuelve lo narrado en "esoterismo",
y un claro "fatum" del que los protagonistas
no pueden librarse.
"Sin erotismo no puedes describir esos personajes
-añadió-. Patricia, Caridad y los
demás fueron muy pasionales, muchas veces
sin matices, siempre de extremos".
Según ella, lo contado, sin ser estrictamente
lo acontecido, se basa en un hecho famoso en los
juzgados de la isla caribeña, recreado
con personajes y sitios reales que la investigación
aportó.
"Entran y salen nombres famosos con historias
verdaderas que yo relaciono con los personajes
de ficción", según Jiménez,
quien confeccionó una historia que también
se pasea por un Nueva York de la misma época.
El Teatro Nacional del momento, hoy Teatro García
Lorca, el hipódromo más grande de
Latinoamérica en aquel decenio, y nombres
como el del cantante Enrico Caruso, el tenor más
famoso del momento, decoran la historia que enseña
una Habana marcada por una burguesía hoy
inexistente.
Gracias a la mezcla, la Habana se convierte en
el gran personaje de este libro que narra "su
vitalidad, su hedonismo, su placer por la vida,
la música en sus calles, un permanente
carnaval habanero presente en la época",
añade Jiménez.
Profesora de historia y filosofía, comenzó
a investigar sobre las mafias norteamericanas,
como la de "Lucky Luciano", que se asentó
en Cuba para controlar desde la isla el negocio
norteamericano, según la escritora.
Durante la investigación se chocó
con otro acontecimiento del cual partirá
su segunda y próxima novela, que ya "cuenta
con una idea general y algunas páginas
escritas".
De acuerdo con la escritora (La Habana, 1941),
que se define como "una persona capaz de
comenzar a vivir de nuevo", la literatura
de su país sigue viva y "goza de buena
salud".
Para ella, la literatura cubana es muy fuerte,
"con savia propia" y los cambios que
parecen venir "no van a afectarla".
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