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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Ponen en libertad al opositor ''Antúnez''
tras 17 años de cárcel
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 24 de abril de 2007.
Aún con los rigores de 17 años
de cárcel a flor de piel, el opositor político
Jorge Luis García Pérez ''Antúnez''
aseguró que dedicará todas sus energías
a la solidaridad con sus compatriotas presos y
a promover un cambio democrático en Cuba.
''Pienso dedicarme por entero a la solidaridad
con los hermanos que quedaron en la cárcel'',
dijo anoche Antúnez en conversación
telefónica desde Placetas, en el centro
de la isla. ``Si te digo que estoy contento mentiría,
porque salí de la prisión con el
alma rota''.
Antúnez, el prisionero político
de más prolongada permanencia en las cárceles
cubanas desde 1990, fue liberado al amanecer del
domingo tras cumplir arbitrariamente 38 días
adicionales de arresto. La condena de 17 años
por supuestos actos de propaganda enemiga e intento
de sabotaje, había expirado el pasado 15
de marzo.
''Tenía la certidumbre de haber cumplido
mi condena hasta el último minuto, pero
hasta que no me vi en la puerta de la prisión
y pude abrazar a mi hermana, no me creí
la libertad'', confesó Antúnez,
de 42 años.
Antúnez abandonó la prisión
de El Pre, en la provincia de Villaclara, cerca
de las 6 a.m. Acompañado por su hermana,
Bertha Antúnez, se dirigió entonces
al poblado de Sitiecito para visitar la tumba
de su madre, quien falleció en 1992 y fue
enterrada allí en ausencia del hijo preso.
''Estoy todavía un poco atolondrado, tratando
de adaptarme a la vida familiar, a una realidad
que me resulta chocante'', expresó.
Cuando Antúnez fue apresado en 1990 por
protestar contra el régimen castrista en
una plaza pública en Placetas, aún
existía la Unión Soviética
y el dólar estaba penalizado en Cuba.
''Hay una diferencia radical con el mundo que
conocía antes de la prisión'', recordó.
``Cuba parece un país en guerra y Placetas
una ciudad bombardeada, llena de consignas de
odio, como si hubiera una amenaza extraterrestre''.
Pero también observa una población
''con una mentalidad más abierta y dispuesta
al cambio'', así como diferencias sociales
que se han agravado con la existencia de una moneda
convertible que circula paralelamente al peso
cubano.
''Hoy entré por primera vez en mi vida
a una shopping [tienda en divisas] y me quedé
impactado, es como un museo de cosas inaccesibles
para el cubano medio'', contó Antúnez.
``Las diferencias son abismales, la miseria estaba
antes más repartida''.
En prisión, Antúnez pasó
por varias instalaciones de máxima seguridad
y se destacó por sus denuncias de los maltratos
a los reos. Realizó numerosas protestas
y huelgas de hambre para reclamar el respeto de
los derechos humanos y en 1995 fundó la
organización de Presidio Político
Pedro Luis Boitel, que funciona dentro de las
cárceles de la isla.
''La cárcel me hizo analizar, entender
la lucha y madurar políticamente'', opinó.
``Hoy puedo asegurar que soy un hombre más
receptivo, más pluralista, más democrático,
con más fe en la causa que defiendo y sin
miedos, dispuesto incluso a regresar a prisión
si fuera necesario''.
Antúnez indicó que ``ser negro
es una agravante de la responsabilidad penal en
Cuba''.
''El ensañamiento es más marcado,
los insultos son brutales'', puntualizó.
``Yo fui adoctrinado por esta revolución
de que a los negros en Estados Unidos les echaban
los perros, pero tengo en mi cuerpo las huellas
de la represión sin salir de este país
ni conocer el capitalismo''.
Agregó que no emigrará y manifestó
que es partidario de impulsar dentro de Cuba ``la
estrategia de la desobediencia civil y la resistencia
cívica''.
Respecto al futuro de Cuba, Antúnez dijo
que ''hay que evitar una sucesión política'',
aunque reconoció que ``el régimen
castrista es alérgico a la más mínima
apertura''.
''En Cuba no hay libertad ni para defender al
régimen'', comentó. ``Los actos
están preparados, las movilizaciones son
dirigidas, las consignas vienen escritas y el
apoyo es controlado hasta dentro de las cárceles''.
La liberación de Antúnez contrastó
con la condena impuesta al abogado disidente Rolando
Jiménez Posada, sentenciado a 12 años
de cárcel en un juicio sumarísimo
en La Habana.
El procesamiento judicial de Jiménez Posada,
celebrado de manera secreta a principios de mes,
lanzó la alarma entre sectores de la disidencia
interna. El juicio se desarrolló sin la
presencia de un abogado defensor ni el conocimiento
de los familiares del acusado, una práctica
que recuerda las condenas sumarias de los tribunales
revolucionarios en los albores del régimen
castrista.
Según el reporte divulgado por la Comisión
Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional (CCDHRN), Jiménez Posada fue juzgado
en ausencia por protestar ante el tribunal, que
le impidió asumir su autodefensa. En su
contra pesaban acusaciones por revelación
de secretos concernientes a la Seguridad del Estado
y desacato a la figura del gobernante Fidel Castro.
El disidente se encontraba detenido desde marzo
del 2003 en una celda de castigo en la prisión
de El Guayabo, en Isla de la Juventud, y fue trasladado
de emergencia a La Habana para procesarlo.
''Es muy preocupante que en una semana este gobierno
haya realizado dos juicios secretos y sin abogados,
porque se trata de un retroceso a los primeros
días del proceso revolucionario con juicios
y ejecuciones sumarias'', comentó desde
La Habana el activista Elizardo Sánchez.
El pasado 13 de abril el periodista independiente
Oscar Sánchez Madan, fue condenado a cuatro
años de prisión por ''peligrosidad
predelictiva'' durante un juicio sumarísimo
ante un tribunal de Matanzas.
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