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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Posada Carriles libre bajo fianza en Miami
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 20 de abril de 2007.
Frágil y agotado, aún bajo la incertidumbre
sobre su destino, el militante anticastrista Luis
Posada Carriles arribó ayer a Miami tras
obtener la libertad bajo fianza en un tribunal
de El Paso, Texas.
El avión privado que lo trajo de vuelta
a Miami después de dos años de arresto,
aterrizó a las 4:50 p.m. en la sección
de vuelos ejecutivos del Aeropuerto Internacional
de la ciudad. Flanqueado por el abogado Arturo
Hernández y alguaciles federales, Posada
se trasladó de inmediato a la casa de sus
familiares en West Kendall, en el suroeste de
Miami-Dade, donde deberá permanecer con
un grillete electrónico y estricto control
de movimiento las 24 horas.
Posada tendrá en esta etapa la compañía
de su esposa, con quien no ha convivido por 30
años, y de sus hijos Janet y Jorge.
Un enjambre de periodistas lo aguardaba a la
entrada del apartamento, donde deberá esperar
por el juicio que comienza en El Paso en tres
semanas.
Pero antes de que diera el primer paso en Miami,
su excarcelación generó coléricas
protestas en Cuba y Venezuela, cuyos gobiernos
lo acusan de terrorista y reclaman su extradición
a Caracas para juzgarlo como responsable de la
voladura de un avión cubano con 73 pasajeros
en 1976.
''Estoy muy agradecido, estoy muy contento'',
se limitó a decir Posada, mientras Hernández
trataba de contener las declaraciones de su cliente.
Hernández relató que la jornada
fue agotadora. Posada recibió la noticia
a las 4 a.m. del jueves y fue trasladado hasta
el tribunal de El Paso para firmar los documentos
finales de la fianza de $350,000 y tomar el avión
fletado que lo trajo a Miami en un vuelo directo
de cinco horas.
''Hasta el último minuto, él [Posada]
temía que su liberación iba a ser
bloqueada'', indicó Hernández. "Han
sido 48 horas demasiado tensas''.
La libertad se hizo efectiva cuando las autoridades
de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)
decidieron no activar un recurso de detención
migratoria.
La jueza Kathleen Cardone le había otorgado
la reclusión domiciliaria el pasado 6 de
abril, pero el gobierno interpuso varios recursos
de emergencia para impedirlo. El pasado martes
la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito en
Nueva Orleans rechazó la petición
del gobierno para congelar la fianza y dio luz
verde para una eventual liberación de Posada.
La orden de Cardone dictamina que Posada no podrá
recibir visitas ni encontrarse con personas o
amigos involucrados en el caso legal. Sólo
podrá salir de la vivienda familiar por
citas con su abogado o turnos médicos para
chequear su deteriorado estado de salud.
Pero además el ICE le impuso medidas adicionales
de supervisión durante su reclusión
domiciliaria.
Según una declaración escrita,
el ICE requiere que Posada reporte telefónicamente
a las autoridades migratorias cada dos semanas
y, a la vez, continúe sus esfuerzos de
buena fe para obtener un documento de viaje ''de
cualquier gobierno en el mundo'' --exceptuando
a Cuba y Venezuela-- que acepte recibirlo en deportación.
''Y deberá presentarse ante las autoridades
del ICE tan pronto como termine el proceso judicial
contra él'', indica el documento. "Adicionalmente,
la orden de supervisión exige que Posada
se entregue al ICE para ser deportado en caso
de que obtenga los documentos necesarios para
viajar fuera de los Estados Unidos''.
El ICE manifestó que si Posada incumple
los requisitos de supervisión, podría
ser multado, sujeto a mayores restricciones en
su fianza o incluso procesado por cometer delitos.
Y concluyó: "La supervisión
no afecta la orden final de deportación
que encara Posada. Del mismo modo, no constituye
su admisión en Estados Unidos ni le concede
ningún estatus legal en este país''.
La liberación condicional de Posada ocurrió
en la fecha en que Cuba celebraba el triunfo sobre
los expedicionarios de Bahía de Cochinos,
el 19 de abril de 1961. Aunque Posada fue entrenado
por la CIA para esta expedición, finalmente
no participó en el desembarco.
Miles de jóvenes se congregaron al atardecer
del jueves frente a la Oficina de Intereses de
EEUU en La Habana para culpar al presidente George
W. Bush por la excarcelación de Posada,
a quien los manifestantes llamaron ''monstruo
sediento de sangre'', ''miserable sicario'' y
protagonista de una "cruzada de terror, torturas
y muertes en América Latina''.
En la llamada Plaza de la Patria, en la oriental
ciudad de Bayamo, se reportó una manifestación
de 100,000 personas para condenar la libertad
de Posada. Por toda la isla han proliferado gigantescas
vallas con el lema de ''Cuba lo declara culpable'',
en alusión al activista anticastrista.
La Asociación de Familiares de las Víctimas
del avión derribado en 1976 manifestó
desde La Habana su repudio. La oficialista Mesa
Redonda de la Televisión Cubana se sumó
a la repulsa aseverando que "la infamia ha
sido consumada''.
A su vez, el canciller venezolano, Nicolás
Maduro, calificó de terrorista al gobierno
estadounidense, y dijo que era repugnante liberar
a quien llamó "el Bin Laden de la
familia Bush, el Bin Laden del clan Bush''.
''La Casa Blanca ha manipulado vergonzosamente
el proceso jurídico norteamericano, disfrazando
una decisión política de una vestimenta
judicial'', declaró desde Washington el
abogado José Pertierra, representante del
gobierno venezolano en el caso de extradición.
"La credibilidad del presidente Bush en su
lucha contra el terrorismo se ha desplomado''.
Pertierra pronosticó una enorme movilización
internacional en torno al caso, y opinó
que la actitud cómplice de George W. Bush
hacia Posada es equivalente al perdón presidencial
que le otorgara George H. Bush, padre, al exiliado
cubano Orlando Bosch en 1990, a pesar de "las
acciones terroristas que pesan en su contra''.
Posada, de 79 años, enfrenta actualmente
siete cargos por fraude migratorio durante su
proceso de naturalización. El juicio está
fijado para iniciarse el próximo 11 de
mayo en El Paso.
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