"España
intenta ayudar a que otros países de la UE mejoren
su interlocución con Cuba"
Entrevista: Miguel Ángel Moratinos,
Ministro de Asuntos Exteriores
Mauricio Vicent. El
País, España, 5 de abril de
2007.
Miguel Ángel Moratinos acaba de salir
del Palacio de la Revolución. Raúl
Castro, el presidente en funciones de Cuba, lo
ha recibido poco antes de concluir su visita a
Cuba. En las últimas 48 horas el ministro
de Asuntos Exteriores se ha reunido con numerosos
dirigentes cubanos, con los que ha acordado establecer
un diálogo formal sobre derechos humanos
y el restablecimiento de la cooperación.
Un acercamiento político que pretende convertir
a España en actor e interlocutor privilegiado
de cara al futuro, pero que ha sido muy criticado
por la oposición.
"Creo que estamos ante una situación
nueva donde se producirán cambios. Corresponde
al pueblo cubano determinar qué cambios
y cuándo"
"Para España la relación con
Cuba es una obligación, para otros países
es una opción"
Pregunta. ¿Qué impresión
le ha causado Raúl Castro?
Respuesta. Es una personalidad política
cordial, muy afable, pero también muy segura.
Se nota que sabe adónde quiere ir, que
habla cuando tiene que hablar, que entiende que
cada cosa tiene su momento. Y es una persona que
quiere avanzar con nosotros, con el Gobierno de
España, en este marco de confianza, de
diálogo y de respeto mutuo. Ha sido una
larga e intensa reunión, de casi dos horas,
y hemos hablado de todos los problemas que nos
interesan, del presente, del futuro, y he encontrado
en él una actitud de comprensión.
P. ¿Han hablado de la salud de Fidel Castro?
R. Me dijo que sigue recuperándose, poco
a poco, y que está mejor.
P. Tras sus conversaciones de estos días,
¿hacia dónde cree que va Cuba? ¿Sucesión?
¿Transición? ¿Continuidad?
R. Creo que estamos ante una situación
nueva, donde lógicamente se producirán
cambios. Corresponde al propio pueblo cubano determinar
qué cambios, cuándo y con qué
ritmo realizarlos. España quiere estar
ahí para acompañar y ayudar.
P. Cuba declara que no hará ninguna concesión
política y que el socialismo es irrenunciable.
¿Esto es compatible con sus esfuerzos de
acercamiento?
R. España siempre ha defendido una interlocución
fluida con todos los países latinoamericanos
y Cuba no puede ni debe ser una excepción.
El diálogo puede ser crítico, pero
eso no es incompatible con el deseo de profundizar
la relación.
P. Usted ha argumentado como uno de los motivos
de su viaje la necesidad de que España
incremente su interlocución con las autoridades
cubanas. ¿Cree que ha conseguido algo?
¿Cuál es el próximo paso?
R. Me he entrevistado con los principales representantes
del país. Hace muchos años que un
ministro español no hacía eso. Así
que la interlocución con las autoridades
ha mejorado sustancialmente. El próximo
paso es desarrollar esos diálogos de manera
estable.
P. Con Felipe González hubo intentos de
acercamiento similares y fracasaron. ¿España
sobrevalora su papel en Cuba?
R. No es ese el caso. España y Cuba siempre
han estado muy próximas por razones culturales
e históricas. Pocos pueblos nos resultan
tan cercanos como el cubano. Los Gobiernos pueden
reforzar o dificultar estos lazos de proximidad.
Felipe González intentó estrecharlos.
Los gobiernos que le siguieron los dificultaron.
Ahora, el Gobierno del presidente José
Luís Rodríguez Zapatero vuelve a
intentar reforzar la comunicación entre
los dos países. Lo hacemos porque esa política
responde a hechos históricos y es una política
que tiene futuro, aunque también sabemos
que encierra dificultades.
P. Usted no ha visto a la oposición y
tampoco ha sido excarcelado ningún preso
político. ¿No ha hecho España
más concesiones que Cuba?
R. He venido invitado por las autoridades de
Cuba y he cumplido un programa diseñado
con este fin. No me he entrevistado personalmente
con la oposición, pero, por supuesto, he
hablado con las autoridades de la situación
de estos sectores críticos de la sociedad
y de los presos cubanos. Por otra parte, España
desarrolla una política propia de relaciones
con la oposición cubana, cuyas modalidades
y oportunidad dependen de cada ocasión.
Esa política no se ha suspendido en absoluto
durante mi visita y seguirá vigente.
P. ¿Habrá excarcelaciones después
de su visita?
R. No lo sé, pero es mi deseo y así
se lo he transmitido al Gobierno de Cuba.
P. ¿No ha sacrificado España a
la disidencia?
R. España siempre ha mantenido un diálogo
con los sectores críticos de la sociedad
cubana y lo va a seguir haciendo. Por esos canales
hemos recibido apoyos a esta visita y también
alguna opinión contraria. Seguiremos hablando
y actuando.
P. Las Damas de Blanco y otros opositores no
han querido acudir a la reunión con la
delegación española.
R. Nosotros estamos abiertos a hablar con todo
el mundo. Los que quieran venir a hablar con nosotros
son bienvenidos. Tenemos siempre las puertas abiertas.
Pero si otros las cierran... Nosotros seguimos
con el mismo compromiso de defender los derechos
humanos, esto se mantiene inalterable.
P. ¿En qué consiste el mecanismo
creado para discutir sobre asuntos de derechos
humanos?
R. En un procedimiento estable para abordar de
modo constructivo todo lo relacionado con los
derechos humanos. Ambos Gobiernos estamos de acuerdo
en que el respeto de estos derechos es una prioridad
de la actual agenda internacional. Tal coincidencia
se ha revelado lo suficientemente fuerte como
para traducirla en un diálogo institucionalizado,
pese a que Cuba y España tengan legislaciones
muy diferentes en esta materia y no siempre la
misma opinión en los foros internacionales.
Precisamente por eso el acuerdo alcanzado es valioso.
Hablar entre países es necesario cuando
hay diferencias. Cuba y España tienen ahora
un marco para hacerlo regularmente.
P. En medios diplomáticos se ha interpretado
su visita como un gesto de respaldo al Gobierno
cubano. ¿Es así?
R. Mi visita ha estado dirigida a potenciar la
interlocución entre los Gobiernos de España
y Cuba. Ese era el objetivo y el resultado obtenido
es satisfactorio. Hemos establecido un procedimiento
de consultas políticas y de diálogo
sobre derechos humanos, hemos convocado una reunión
para potenciar la cooperación cultural,
y también hemos comprobado que en breve
se puede firmar un nuevo Acuerdo de Protección
y Promoción Recíproca de Inversiones
e iniciar negociaciones para la refinanciación
de la deuda. Este es el contenido concreto del
viaje.
P. Han acordado renegociar la deuda. ¿Se
reactivará el crédito oficial a
la exportación? ¿Se concederán
nuevas líneas de crédito?
R. Efectivamente, el Gobierno cubano ha presentado
una oferta para solucionar el problema de la deuda,
que estamos dispuestos a considerar en unas conversaciones
que se iniciaran en breve. Eso podrá llevar
la rehabilitación de unas líneas
de crédito oficial para operaciones comerciales
y de inversión. Hay que subrayar la presencia
económica de España y el papel de
los empresarios españoles en la magnitud
de esos intercambios e inversiones.
P. ¿Es compatible todo esto con una política
común europea?
R. En Bremen tuve la oportunidad de hablar con
mis colegas europeos y encontré verdadero
interés por este viaje. Me comprometí
a informarles a mi regreso. Por supuesto que todo
lo que llevo dicho es compatible con una política
común europea. Entre los europeos no tenemos
un problema de incompatibilidades respecto a Cuba;
lo que tenemos son diferencias tácticas
y una asimetría de relaciones bilaterales
con Cuba que responde a la historia y la cultura.
Para España la relación con Cuba
es una obligación, para algunos países
es una opción. Hay países fuera
de la UE que podrían tener relaciones con
Cuba y no quieren hacerlo. Esa es su opción,
pero no la de España. Hay otros países
en la UE que podrían mejorar su interlocución
con Cuba y España intenta a ayudar a ello,
pero no es quien decide. También hay un
buen número de países de la Europa
comunitaria que tienen su propia aproximación
a Cuba y resulta ser perfectamente compatible
con la de España. A nuestro juicio, este
debería ser el camino a seguir por la UE
como tal.
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