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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Batalla por divorcio rompe la línea
del embargo a Cuba
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 5 de abril de 2007.
En un desenlace judicial sin precedentes en 45
años de embargo a Cuba, el legendario pianista
Jesús ''Chucho'' Valdés pagó
$35,000 a una firma estadounidense para poner
fin al litigio de divorcio con una cubanoamericana.
Después de una batalla legal que se extendió
por más de dos años ante un tribunal
de Nueva Jersey, Valdés firmó el
acuerdo que declara oficialmente roto su matrimonio
con Ileana Regla Mateu y le obligó a abonar
los gastos legales de la disputa al bufete García
& Kricko.
La ruptura del matrimonio se hizo firme el pasado
28 de marzo por orden del juez Edward Torack,
de la corte civil de Nueva Jersey. La sentencia
tomó curso luego de que el abogado Gilberto
García, representante de Mateu, recibiera
el cheque con los honorarios fijados en el acuerdo.
La transacción monetaria requirió
de un permiso especial de la Oficina de Control
de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento
del Tesoro. El caso marca un hito histórico
para disputas civiles entre ciudadanos de Cuba
y Estados Unidos desde 1962, cuando entró
en vigor el embargo comercial contra la isla.
''Estamos hondamente satisfechos, porque esta
es una victoria judicial y política para
todos los cubanos en Estados Unidos'', declaró
ayer el abogado García a El Nuevo Herald.
"Me agrada poderle cobrar a Valdés
los honorarios del caso, porque eso le demuestra
a los cubanos que la hipocresía del sistema
de Fidel Castro no se limita a las fuerzas políticas,
sino a toda una élite protegida que puede
permitirse el lujo de pagar miles de dólares
en demandas judiciales en Estados Unidos''.
García cobró los $35,000 el pasado
28 de febrero por vía del conocido abogado
Michael Krinsky, cuya firma representa intereses
de Cuba en Estados Unidos. Con anterioridad, Krinsky
ha defendido a la parte cubana en intrincadas
disputas ante las cortes estadounidenses por la
marca de tabacos Cohíba y el ron Havana
Club.
Krinsky no pudo ser contactado ayer en su oficina
de Nueva York para comentar sobre el caso.
El Nuevo Herald tampoco consiguió obtener
reacción de Valdés desde La Habana.
Durante marzo el artista viajó por Italia,
Corea del Sur y Hong Kong.
''Creo que el acuerdo es justo y equitativo'',
escribió el artista de 66 años en
una certificación fechada el pasado 29
de enero y presentada ante el tribunal por el
bufete Shapiro & Croland, radicado en Nueva
Jersey.
Como parte del acuerdo, ambas partes reconocieron
que la Corte Superior de Nueva Jersey tiene jurisdicción
personal sobre el esposo sólo para los
fines del divorcio solicitado por la esposa, pero
carece de competencia acerca de asuntos financieros,
distribución de bienes u otras propiedades
del músico cubano.
''Este caso terminó siendo una querella
por asuntos de justicia y moral'', enfatizó
García, quien elogió la postura
de su cliente por negarse a reclamar compensación
monetaria de su ex marido.
Mateu, de 51 años, aseguró ayer
desde su casa en Englewood, Nueva Jersey, que
nunca pensó en beneficios monetarios cuando
optó por divorciarse de Valdés en
el 2004.
''Jamás hubo una motivación monetaria
en esta demanda, lo único que le pedí
fue una disculpa por portarse como un cerdo en
nuestra relación matrimonial'', manifestó
Mateu, que emigró de Cuba en 1968.
Mateu y Valdés se conocieron en enero
del 2002 en un vuelo a Nueva York cuando ella
regresaba de una visita familiar en La Habana.
Seis meses después iniciaron relaciones
amorosas durante un viaje al festival de jazz
de Montreal, y en agosto de ese mismo año
Mateu recibió una llamada telefónica
desde Cuba en la que su novio recién estrenado
le solicitaba matrimonio.
La pareja contrajo matrimonio el 27 de agosto
del 2002 en La Habana y poco después Valdés
presentó una solicitud ante las autoridades
de inmigración para convertirse en residente
permanente de Estados Unidos.
Mateu decidió presentar la demanda de
divorcio en octubre del 2004, implicando al pianista
en un matrimonio fraudulento, adulterio y acciones
inescrupulosas para burlar las restricciones del
embargo contra la isla.
''El [Chucho Valdés] mintió a toda
mi familia'', relató la mujer. 'El quería
resolver sus papeles y llevó muy lejos
la palabra 'resolver' sin importarle los daños
que estaba causando''.
Mateu expresó que nunca más se
ha comunicado con Valdés, aunque le ha
llegado información de que ha tenido un
bebé con la esposa actual.
En junio del 2006, un tribunal de Nueva Jersey
había desestimado la demanda presentada
por Mateu argumentando que Valdés no había
tenido suficientes contactos en Estados Unidos
como para adjudicar jurisdicción al caso.
Pero García apeló de inmediato
la decisión del juez George W. Parsons
con un recurso de 80 páginas que contenía
amplia evidencia de recibos, compras, viajes y
otras operaciones que demostraban que Valdés
tuvo una vida activa en territorio estadounidense.
Luego de un largo proceso de negociaciones, ambas
partes aceptaron un entendimiento para el divorcio
en enero del 2007.
Pero ni el tribunal de Nueva Jersey ni otra corte
federal en EEUU admitió nunca como válida
la sentencia de divorcio emitida en Cuba en el
2004, en ausencia de Mateu.
García no desestimó que Valdés
intente regresar a EEUU para participar en conciertos
y festivales de jazz.
'Nuestra intención es agotar todos los
recursos legales posibles para que 'Chucho' Valdés
no pueda poner jamás un pie en este país'',
indicó el abogado, que envió documentación
del caso a las autoridades federales. "El
Departamento de Estado debe estar alerta de que
este señor cometió fraude y jugó
con el sistema''.
Valdés, fundador de la agrupación
Irakere y ganador de varios premios Grammy, es
considerado una leyenda del jazz latino y figura
entre los pianistas más cotizados en la
actualidad.
wcancio@elnuevoherald.com
Agente de peloteros encara juicio por tráfico
humano
Cayo Hueso. C. Clark / The Miami
Herald, 5 de abril de 2007.
El béisbol y el contrabando humano se
juntaron ayer en una corte federal de Cayo Hueso,
donde un respetado agente de deportes está
en juicio por cargos de concebir y financiar una
operación que trajo ilegalmente a Estados
Unidos a cinco jugadores de pelota cubanos.
El contrabando de los peloteros de Cuba ha sido
un secreto a voces en la comunidad del béisbol
por años. Pero el deporte se vio sacudido
el pasado octubre cuando Gustavo Domínguez,
que vive en California, se convirtió en
el primer agente de deportes acusado de ese delito.
La Fiscalía dice que Domínguez
orquestó dos viajes de contrabando en lanchas
rápidas a través del Estrecho de
la Florida --uno que fracasó en julio del
2004 y otro exitoso que llegó a Big Pine
Key al mes siguiente-- para su propia ganancia
financiera.
''Los jugadores son muy valiosos, así
que si al principio no triunfas, trata de nuevo'',
dijo a los jurados en sus argumentos iniciales
el fiscal federal adjunto Benjamin Daniel.
Los primeros dos testigos de la Fiscalía
demostraron las diversas facetas de este extraordinario
caso de contrabando humano. El primero fue el
receptor de los Cachorros de Chicago, Henry Blanco,
vestido con traje negro de diseñador. El
segundo, el narcotraficante convicto Ysbel Medina,
en un desteñido traje azul de prisión.
Domínguez también está acusado
de arreglar el transporte a California y de albergar
a los cuatro lanzadores y un torpedero en un complejo
de apartamentos mientras trataba de obtenerles
contratos profesionales de béisbol.
De resultar culpable de los 21 cargos por delitos
graves, Domínguez enfrenta décadas
en prisión.
Los abogados defensores describieron a Domínguez
como un compasivo hombre de familia que huyó
de Cuba hace varias décadas y ayudó
a muchos peloteros oprimidos en la isla.
En los 1990, Domínguez fue pionero en
el negocio de representar a peloteros cubanos
que huyeron del régimen de Fidel Castro.
Fue cofundador de Total Sports International,
con sede en California. Su primer cliente fue
el lanzador zurdo René Arocha, primer jugador
cubano que desertó a Estados Unidos en
1991.
Pero la Fiscalía dice que Domínguez
cruzó los límites legales al emplear
a cinco hombres para ayudar en la operación
de contrabando. Tres de los hombres --dos pilotos
de lanchas rápidas y el asistente de confianza
de Domínguez, que transportó a los
jugadores a California-- se declararon culpables.
En el juicio, junto con Domínguez, están
Roberto Yosvany Hernández, que manejaba
la segunda lancha rápida, y el ex entrenador
cubano de béisbol Guillermo Valdez, que
acompañó a los jugadores a California
y entrenó a algunos.
La Fiscalía sustentó su argumento
a base de la documentación que incluye
transferencias cablegráficas por $225,000,
todas hechas desde la cuenta bancaria de Blanco,
que era cliente de Domínguez. Las transferencias
se pagaron a Medina --el narcotraficante convicto---
o a sus familiares y amigos.
Blanco, que fue requerido judicialmente por la
Fiscalía y no pudo estar en el juego de
su equipo ayer por la noche en Cincinnati, declaró
no tener conocimiento de las transferencias, todas
las cuales fueron iniciadas y autorizadas por
Domínguez que, como agente de Blanco, tenía
permiso para usar su cuenta bancaria.
Pero Blanco también ayudó a la
defensa declarando que Domínguez seguía
siendo su agente y amigo, y de tanta confianza
como siempre durante los 13 años de su
relación. Blanco dijo que la explicación
de Domínguez para haber tomado prestado
el dinero era satisfactoria, aunque no indicó
cuál había sido la explicación.
Medina testificó haberse reunido por primera
vez con Domínguez en el 2003 a través
de su amigo Andy Morales, también desertor
cubano y cliente beisbolero de Domínguez.
Medina dijo que Domínguez le había
pedido introducir de contrabando a dos jugadores,
incluyendo a Yunniesky Betancourt, que ahora es
torpedero de los Mariners de Seattle.
Se espera que Betancourt testifique.
Medina indicó que Domínguez le
había pedido en junio del 2004 que trajera
cinco jugadores más a Estados Unidos.
Medina testimonió haberle dicho que lo
haría pero no hasta que Domínguez
le pagara $100,000 de los $140,000 que le debía
por haber traído a Betancourt a EEUU.
Los abogados de la defensa atacaron la credibilidad
de Medina, que dijo haber ganado hasta $3 millones
vendiendo marihuana, al decir que participó
en un fraude de seguros en Miami que implicaba
accidentes falsos y que recaudó $24,000
de otros pasajeros de la operación de contrabando.
Medina dijo que por su testimonio en el caso
se le había permitido quedarse con cuatro
de sus siete propiedades innmobiliarias, evitar
la causa por evasión de impuestos y que
no se le encausara por el caso de contrabando.
Muere fundadora de la Colección Cubana
Sarah Moreno, El Nuevo Herald.
5 de abril de 2007.
Rosita Abella, fundadora de la Colección
Cubana de la Universidad de Miami, falleció
a los 87 años, de un ataque al corazón,
el amanecer del lunes en su residencia de Miami.
Desde 1962, en que comenzó a trabajar
en el departamento de adquisiciones de la biblioteca
de la Universidad, Abella, junto con la también
fallecida bibliotecaria Ana Rosa Núñez,
se dio a la tarea de reunir los primeros periódicos
publicados por los cubanos en el exilio, tarjetas
postales y carteles de festivales, que hoy constituyen
una colección única en el mundo.
''Rosita fue el tronco que produjo ramas'', dice
Esperanza B. de Varona, Directora de la Cuban
Heritage Collection, que mantuvo una gran amistad
con ella desde que comenzó a trabajar a
su lado en 1967 y la vio traer los carteles que
recolectaba en la Calle Ocho.
Abella fue la impulsora de importantes colecciones
como la de Lydia Cabrera; la del Lyceum and Lawn
Tennis Club, una organización social y
cultural femenina de Cuba a la que Abella perteneció
en su juventud; la colección del genealogista
David Masnata, una de las más consultadas
en la actualidad, porque documenta la historia
de los apellidos cubanos.
En la colección del abogado Masnata, que
era nieto de Gonzalo de Quesada y Aróstegui,
el amigo de Martí y cofundador del periódico
Patria, se halla un poema manuscrito de Martí
y el certificado de matrimonio de Quesada, del
que Martí fue testigo.
Según Lesbia Orta Varona, Abella convenció
al entonces director de la biblioteca para obtener
el permiso del Tesoro de Estados Unidos, para
comprar todo lo que se publicaba en Cuba, tanto
libros como revistas. ''Se dio cuenta de la importancia
de coleccionar lo que se producía en las
dos orillas'', explica la también bibliotecaria
de la colección.
''Lo bello de Rosita era su bondad y buen carácter.
Era cariñosa con todo el mundo; una persona
de mente abierta, a la que le podías decir
cualquier cosa sin sorprenderla'', recuerda Orta
Varona, que seguía consultando a Abella
a pesar de que estaba retirada desde 1989.
Abella se graduó de Filosofía y
Letras en la Universidad de La Habana. Cuando
salió del país, en 1961, era jefa
del Departamento de Circulación de la Biblioteca
Nacional de Cuba.
''Era muy generosa, quería que todo el
mundo estudiara'', dice su sobrina, Heidi Abella,
que escuchó frases de agradecimiento de
muchos de los presentes en la misa celebrada ayer
en la iglesia St. Brendan en su memoria, como
el profesor Juan Clark, al que Rosita ayudó
con su tesis de grado.
A Abella la sobreviven 16 sobrinos, y su prima
hermana Margarita Alejandre, madre de Armando
Alejandre Jr., uno de los pilotos de Hermanos
al Rescate fallecidos en 1996.
''Con su correspondencia, fotografías
y artículos vamos a formar la colección
Rosita M. Abella'', dice Esperanza de Varona.
El proyecto que Abella impulsó con su
inagotable energía seguirá recogiendo
la memoria cubana para las generaciones futuras.
smoreno@herald.com
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