Exposición
descubre artistas pioneros vanguardia cubana siglo
XX
Terra,
18 de mayo de 2006.
Una exposición que incluye obras de algunos
de los artistas que protagonizaron el definitivo
despertar y cambio de mirada hacia la renovación
en la historia del arte cubano entre 1929 y 1940
se puede contemplar desde hoy hasta el 2 de julio
en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM)
de Valencia.
La muestra 'Cuba. Vanguardias, 1920-1940', que
agrupa 60 pinturas de las que 58 proceden del
Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba y dos de
la Casa Museo José Lezama Lima, permite
al espectador admirar, por vez primera en España,
los inicios de la renovación plástica
cubana que coincidió históricamente
con el despertar de la conciencia nacional de
este país.
El espectador puede conocer los orígenes
del movimiento renovador cubano a través
de pinturas de distintas técnicas, estilos
y temáticas de Antonio Gattorno, Jorge
Arche, Amelia Peláez, Mario Carreño,
René Portocarrero, Mariano Rodríguez,
Víctor Manuel García, Fidelio Ponce
de León, Arístides Fernández,
Carlos Enríquez, Eduardo Abela, Wilfredo
Lam y Marcelo Pogolotti.
Las obras que integran esta exhibición
se han distribuido en el apartado de la mujer
y el retrato femenino, la identidad cultural cubana
y la corriente social que impulsó el artista
Marcelo Pogolotti, según describió
la muestra en una conferencia de prensa una de
sus comisarias, la crítica de arte cubana
Llilian Llanes.
Llanes, a quien la que acompañaba la co-comisaria
de la muestra y directora del museo, Consuelo
Ciscar, explicó que 'estrechamente vinculado
con el despertar de la conciencia nacional, el
movimiento moderno en Cuba se expreso originariamente
a través del rechazo a los modelos políticos
y culturales neocoloniales imperantes y alcanzó
su máximo esplendor en los decenios de
los años veinte y treinta del siglo pasado'.
Dijo que la aparición de este movimiento
renovador coincidió con un momento en que
la plástica cubana estaba sometida al conservadurismo
y academicismo de los maestros consagrados'.
Explicó que 'este movimiento constituyó
una reacción ante el sentimiento de frustración
y el conservadurismo entendido entre los artistas
e intelectuales del país durante los primeros
años de la República'.
En el plano de la estética, señaló
Llilian Llanes, 'la rebelión de los vanguardistas
cubanos encontró en la investigación
de las raíces propias el fundamento de
su identidad y en ese proceso de reconocimiento
colectivo descubrió la diversidad como
su comportamiento esencial y le otorgó
el justo valor a los aportes de todos sus individuos,
sin importar la raza ni el origen social, a la
conformación de la nación'.
A juicio de Llanes, 'aquel movimiento artístico
representó un nuevo sentimiento que en
el ámbito de la plástica condujo
a una nueva perspectiva con relación al
arte a partir de la cual se abriría una
polémica, nunca más cerrada en el
país, entre la función del arte
y el papel del artista en la sociedad'.
Con anterioridad intervino la directora del museo
y también comisaria, Consuelo Ciscar, quien
señaló que 'la exposición
pretende ser un acercamiento a un fenómeno
mas complejo que abarcó a toda la sociedad
cubana, cuyas problemáticas por demás
también pone en evidencia'.
'De esta manera, - precisó Ciscar- a partir
de los tres bloques temáticos en los que
esta dividido el recorrido expositivo, se ponen
de manifiesto las referencias a la mujer y al
retrato femenino, ya que, la reivindicación
de género en aquella época supuso
uno de los puntos más fuertes de la demanda
social que el arte utilizó en su favor'.
Ciscar indicó finalmente que 'el esplendor
de Cuba, no ha perdido un ápice desde que
estos artistas pusieron su huella en el arte para
contribuir a su grandeza y marcar un nuevo régimen
de valores que prevalecen desde entonces con la
misma resistencia y entereza como podemos observar
en esta amplia exposición'.
La muestra se enmarca dentro del programa de
actividades paralelas de la VII edición
de 'Diálogos Iberoamericanos' que se desarrolla
desde ayer en el Instituto Valenciano de Arte
Moderno, y que cuenta con Cuba como país
invitado.
La muestra tras exhibirse en el Instituto Valenciano
de Arte Moderno, viajará al Palazzo Bricherasio
de Turin, donde se colgará entre el 14
de julio y el 1 de octubre de 2006.
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