Ministro
Svoboda pasa por la 'celda cubana' en Praga
Terra,
17 de marzo de 2006.
El ministro de Asuntos Exteriores de la República
Checa, Cyril Svoboda, se dejó hoy encarcelar
simbólicamente en una celda situada en
una céntrica plaza de Praga, y con la que
el país poscomunista pretende denunciar
la situación de la disidencia interna en
Cuba.
Svoboda ha querido con este gesto 'purgar parcialmente
la pena de prisión de uno de los presos
políticos' detenidos en marzo del 2003,
cuando en el curso de una redada policial en la
mayor de las Antillas fueron enviados a la cárcel
75 críticos del régimen castrista,
informaron a EFE los organizadores.
A este acto asistieron el alcalde de Praga, Pavel
Bem, el presidente del Partido Democrático
Ciudadano (ODS), Mirek Topolanek, y el director
de la ONG 'Hombre en apuros', Simon Panek, entre
otros.
En este tercer aniversario de la detención
de los opositores cubanos, se organizó
una manifestación delante de la embajada
del país centroamericano, a la que asistieron
50 personas y en la que se leyó una carta
abierta a Fidel Castro denunciando la situación
de los 300 presos políticos en la República
de Cuba.
'El castigo por expresar libremente sus ideas
fue siempre, es y será inmoral e inaceptable',
leyó Jiri Knitl, miembro de la ONG, que
envía regularmente a la isla pequeñas
cantidades de dinero a las familias de los presos
y medicinas.
Al acto asistieron antiguos disidentes checos,
como el ex ministro de Interior Jan Ruml o la
actriz y diputada Tana Fisherova, que regresó
recientemente de la isla caribeña.
El sábado habrá una marcha pacífica
por el centro de la capital checa que pretender
ser un homenaje a las 'Damas de Blanco', y que
finalizará con una acto religioso en la
Iglesia de San Havel.
Las mujeres de estos presos de conciencia, encarcelados
por sus críticas al sistema y condenados
a decenas de años de prisión, salen
con vestimentas blancas y recuerdan cada domingo
a sus seres queridos tras participar en un oficio
religioso en el Iglesia de Santa Rita en Miramar.
Las relaciones entre Praga y La Habana se polarizaron
en los últimos años, después
de que la diplomacia checa tratara de obtener
en la comisión de derechos humanos de la
ONU en Ginebra una resolución condenatoria
del régimen imperante en Cuba desde 1958.
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