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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Jineteras: la triste carne del dólar
Ivette Leyva, Especial para El
Nuevo Herald. 25 de junio de 2006.
Tati, La Fabulosa, se dedicó a la prostitución
desde niña y murió con 19 años
por las heridas sufridas en una riña callejera
en el habanero Parque de la Fraternidad. El escritor
Amir Valle la recuerda como una jovencita bellísima,
envuelta en una aureola de inocencia que se hacía
pedazos nada más de abrir la boca. Le contó
su vida con un lenguaje tan grosero que el periodista
tuvo que dedicar varias horas a la transcripción.
Los testimonios de Tati y otras prostitutas cubanas
aparecen en Jineteras, el resultado final de nueve
años de inmersión de Valle en el
lado oculto de la sociedad cubana.
Aunque acaba de ser publicado por la editorial
Planeta, el texto ya se había convertido
en un best seller clandestino dentro y fuera de
Cuba. Hace seis años, Valle presentó
una versión inicial en el concurso literario
Casa de las Américas -- en el cual fue
ignorado -- y alguien lo sustrajo, lo escaneó
y lo puso a circular en Internet sin su conocimiento.
En Jineteras se escuchan las voces de personas
de todos los niveles de la sociedad cubana involucradas
en la amplia red del jineterismo, algunas identificadas
por sus nombres. Ellas exponen descarnadamente
los mecanismos de supervivencia y explotación
dentro del amplio sector marginal, minimizado
o ignorado por el gobierno cubano.
Valle, de 39 años, cree por el contrario
que la prostitución se ha extendido de
forma alarmante, y calcula que unas 20,000 prostitutas
ejercen de forma regular o esporádica.
El periodista reside en Cuba y conversó
con El Nuevo Herald desde Berlín, donde
se encuentra actualmente gracias a una beca literaria.
¿A qué atribuye que la jinetera
sea una figura de éxito en Cuba?
Creo que se ha producido un cambio en la conciencia
social en Cuba. Antes de la Revolución,
las figuras más detestadas eran la puta
y el chivato. Hoy, para muchas familias cubanas
no es un trauma que una hija sea jinetera. Incluso
he estado con familias que hacen chistes sobre
un futuro así para sus hijas pequeñas.
Desde hace 20 años ser profesional en
Cuba no significa nada: los marginales alcanzan
mejores niveles de vida que los universitarios.
Las prostitutas y los vendedores de ron y de tabaco
se han convertido en símbolos de éxito.
Son como pequeños alcaldes de los lugares
donde viven.
A pesar de que durante décadas se educó
a la gente en la creencia de que los estímulos
morales eran más importantes que los estímulos
materiales, eso se vino al piso en la medida en
que los cubanos comenzaron a entrar en contacto
con los modelos de vida extranjeros: primero con
los viajes de la comunidad [exiliados cubanos
en Estados Unidos], a partir de 1979, y luego
con el turismo. La gente comenzó a cuestionarse
las cosas impuestas, porque empezó a tener
nivel de comparación.
Mi tesis es que la prostitución nunca
desapareció completamente de Cuba: lo que
se produjo en los años 90 fue un estallido
de ese mal social ante la pobreza extendida a
todas las capas de la población. En una
sociedad llevada casi al exterminio cualquier
forma de supervivencia es aceptable. Lo que sucedió
en Cuba demuestra que no vivimos en una sociedad
distinta a las demás.
En las esferas oficiales hay triunfalismo por
el supuesto control que se ha logrado sobre la
prostitución. ¿Comparte ese criterio?
Lo que ha pasado es que a raíz de la represión
que comenzó en el 1997, el fenómeno
se ha complejizado y ramificado. Si antes las
jineteras eran visibles, en las áreas de
los hoteles y en las zonas turísticas,
ahora están operando subrepticiamente desde
los barrios, con la complicidad de los vecinos,
que muchas veces participan de alguna manera en
el negocio.
Creo que la sociedad cubana ha pasado por diferentes
etapas desde que se destapó el jineterismo.
Alrededor de 1996, no se tenía conciencia
de la magnitud del fenómeno. Tengo la impresión
de que las autoridades lo minimizaron y se les
fue de las manos.
Luego trataron de apagar el asunto, con el argumento
absurdo de que generar un debate a nivel social
o en los medios de comunicación era "darle
armas al enemigo. Ahora, el criterio que impera,
y esto se lo oí decir a un par de funcionarios,
es que el país tiene problemas más
graves que resolver.
Muchas de las jineteras que entrevistaste son
menores de edad, pero no tienen conciencia de
ello, y los proxenetas consideran niños
sólo a los menores de 11 años. ¿Hasta
qué punto está extendida la prostitución
infantil, o sea, de menores de 18 años,
en Cuba?
La mayoría de las jineteras son menores
de edad, y la mayoría de los [muchachos
que ofrecen servicios sexuales a los turistas]
tampoco llegan a los 16 años, que es la
mayoría de edad en Cuba.
Me llamó la atención que muchas
de las personas que entrevisté consideraban
que un niño o niña de 12 años
ya tenía ''suficiente maldad'' para entender
lo que estaba haciendo. Es curioso que exista
una especie de acuerdo en ese mundo para considerar
los 11 años como el límite entre
la niñez y la adultez.
En general sólo consideraban prostitución
infantil al hecho de forzar a un menor a tener
relaciones sexuales por medios inocentes, no cuando
ellos se iniciaban voluntariamente.
Aunque sus entrevistados coinciden en que existe
el problema de la pedofilia, no hay testimonios
directos de cuán extendida está
esa perversión sexual. ¿Por qué?
Me topé con casos muy alarmantes de pedofilia
con niños de retraso mental entre 1995
y 1997, que se llegaron a divulgar en la prensa
oficial. Recopilé mucha información
sobre esto, pero era un tema muy delicado. Decidí
no citar los nombres de familiares de las víctimas
y finalmente traté el tema en el terreno
de la ficción en mi novela Las puertas
de la noche (2001).
Entre sus entrevistados hay policías involucrados
en el jineterismo. ¿Está muy extendida
la corrupción dentro de la policía
cubana?
Todo es una gran amalgama. La mayoría
de los policías vinculados a la prostitución
son reclutas, los que antes llamaban ''siete pesos''.
El policía cubano está muy mal pagado,
mal equipado, y también tiene que sobrevivir
y buscarse la vida. Y si ve la posibilidad de
hacerlo a través de la prostitución,
lo hace.
Se sabe que la policía está corrupta,
y las autoridades del Ministerio del Interior
(MININT) tienen conciencia de esto y han hablado
de una campaña contra la corrupción
interna.
¿Cuál fue la principal dificultad
que encontró en sus investigaciones? En
el libro afirma que ningún funcionario
le concedió una entrevista. ¿Cuánto
influyó en su trabajo la falta de acceso
a las estadísticas oficiales?
En Cuba sucede algo que me da vergüenza.
Si intentas hacer una entrevista sin aval del
medio de prensa, te cierran todas las puertas.
En mi caso, la mayoría no supo que yo era
periodista, porque me acercaba como investigador.
Los primeros contactos me los facilitó
Susimil, una vieja conocida que se dedicó
al jineterismo y cuyo testimonio es central en
mi libro, pero lo más difícil sin
dudas fue romper la barrera que te impone ese
mundo.
Un montón de gente me dijo que no, pero
el hecho de que yo vivía en un barrio marginal,
en Centro Habana, también me abrió
puertas porque la gente sabía que yo no
era nadie oficial, que no era informante.
Aunque no tuve respuesta de los funcionarios,
sí recibí ayuda de personas amigas
en instituciones oficiales, y me dieron acceso
a estudios y estadísticas. Existen estudios
sobre temas tabú en la sociedad cubana,
como el suicidio, la violencia y el sida y las
estadísticas son alarmantes, pero no se
publican.
¿Cuán efectivos han sido los métodos
adoptados por el gobierno cubano para disminuir
la prostitución?
Inicialmente se colocó el ''combate contra
la prostitución'' en manos de instituciones
que todo el mundo sabe que no funcionan, como
los Comités de Defensa de la Revolución
(CDR), la Federación de Mujeres Cubanas
(FMC), y finalmente, quedó en manos de
la policía.
No creo que las medidas represivas que se han
adoptado -- como detener a las jineteras y enviarlas
a las granjas de reeducación -- vayan a
resolver el problema. De hecho, yo calculo que
existen unas 20,000 jineteras operando en todo
el país, una cifra muy superior a que la
que se maneja en las esferas oficiales.
En el último año se han tratado
de establecer modos de control y adoctrinamiento,
que tampoco creo que den mucho resultado si se
hace sólo eso. Es imprescindible un debate
público sobre el fenómeno, en los
medios de comunicación y en la sociedad,
si se quiere enfrentar de forma más eficiente
el jineterismo.
¿Se publicará Jineteras en Cuba?
He hecho gestiones a todos los niveles para que
se publique, pero hasta ahora no he tenido respuesta.
Ha sido la táctica del silencio y del ninguneo.
La editorial que lo publicó en España,
Planeta, nunca ha estado invitada a la Feria Internacional
del Libro de La Habana, así es que por
esa vía tampoco llegará a los lectores
cubanos.
Fragmento
Del testimonio de Myrna, abogada y ex militante
del Partido Comunista de Cuba, sobre su experiencia
como reclusa en una granja de reeducaión.
Hay de todo en ese mundo: las pobres que son
arrastradas por chulos; las miedosas que no pueden
enfrentar a su miedo y ceden a las presiones,
incluso de sus maridos, para que se prostituyan;
las que lo hacen por puro placer sexual; las que
apostaron por jinetear para salir del país,
y muchas otras inocentes que, como yo, pagaban
cuentas que algunas ni siquiera imaginaban.
No recuerdo cuántas veces tuve que abrir
las piernas para que [uno de los guardias] se
vaciara dentro de mí. Nos turnaba. Había
seleccionado a las más bonitas y nos turnaba.
Una por día. Con la amenaza de que sus
influencias podrían hacer que nos pudriéramos
allí.
[Había también] las muchachitas
que no soportaban y se suicidaban, como Clara,
la camagüeyana, de 21 años, que se
ahorcó colgando de un árbol un alambre
de púas que ella misma había arrancado
de una cerca.
Posada afirma que Washington conocía
sus labores clandestinas
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 24 de junio de 2006.
El militante anticastrista Luis Posada Carriles
recordó ayer a las autoridades de Estados
Unidos que sus labores clandestinas en Centroamérica
fueron emprendidas en defensa de la seguridad
nacional durante la lucha contra la insurgencia
comunista en la región.
Y algo más: que esas acciones eran del
conocimiento de los más altos funcionarios
de Washington, incluyendo al entonces vicepresidente
George H. Bush.
En una moción presentada ante un tribunal
federal de El Paso, Texas, el abogado Eduardo
Soto enfatizó que su cliente ha demostrado
siempre "absoluta lealtad a EEUU y nunca
buscaría dañar a este país
o su pueblo''.
El documento de 14 páginas busca que el
tribunal rechace una solicitud del departamento
de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)
para impedir que se otorgue el habeas corpus a
Posada.
Los alegatos del gobierno señalan que
Posada, de 78 años, representa una amenaza
a la seguridad nacional en atención a su
larga trayectoria de actividades violentas, operaciones
armadas y acusaciones de vínculos a atentados
terroristas. El ICE continúa considerando
la deportación de Posada a un tercer país
que no sea Cuba ni Venezuela.
Pero Soto aseveró que "el ICE no
ha presentado hasta ahora ninguna comunicación
oficial o documentación del Departamento
de Estado que indique que a Posada le han ofrecido
asilo o residencia en algún país''.
El juicio para considerar la libertad condicional
de Posada se celebrará el próximo
6 de julio en El Paso, donde el exiliado cubano
lleva detenido más de 180 días.
'El solicitante fue 'nuestro hombre' en Centroamérica'',
indica la moción. "El aseguró
el frente sur durante un período crítico
[en los años 80], cuando la seguridad nacional
estaba amenzada por formas totalitarias de gobierno
en la Guerra Fría''.
Tras escapar de una cárcel de Venezuela,
en 1985, Posada viajó a Centroamérica
y trabajó como agente pagado en la base
Ilopango, en El Salvador. Allí se encontraba
con el seudónimo de Ramón Medina
cuando se destapó el escándalo Irán-Contras
en octubre de 1986.
Soto ha considerado incluso como posibles testigos
del juicio al ex candidato presidencial John Kerry
y al coronel Oliver North, ambos con significativos
conocimientos sobre el caso Irán-Contras.
'Las mismas acciones que el gobierno respaldó
en los años 80 para suprimir la insurgencia
totalitaria y comunista de las guerrillas en Centro
y Suramérica, está siendo ahora
convenientemente caracterizada por el ICE como
actos de 'tortura y asesinato' '', apuntó
el recurso legal.
Accidente en Cuba deja al menos nueve muertos
EFE, La Habana, 24 de junio de
2006.
Al menos nueve muertos, cinco de ellos niños,
y 45 heridos es el resultado parcial de un accidente
de tráfico en el municipio de Guamá,
en la provincia de Santiago de Cuba, informaron
medios locales.
El accidente se produjo en un intrincado tramo
de la carretera que une los poblados de Uvero
y Chivirico, a unos 80 kilómetros de Santiago
de Cuba, cuando un camión con exceso de
ocupantes se volcó como consecuencia de
una explosión en una rueda, informó
la Agencia de Información Local (AIN).
La AIN corrigió la cifra dada inicialmente,
que situaba en 11 el número de muertos
y en 50 el de heridos, para dejar la cifra de
fallecidos en nueve y la de heridos en 45.
Los fallecidos son cinco menores, de entre uno
y 15 años, y cuatro adultos de entre 18
y 50 años, según la fuente.
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