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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Fidel Castro deja su cargo temporalmente tras
cirugía intestinal
Associated Press, 31 de julio
de 2006.
LA HABANA - Por primera vez en cuatro décadas
al frente del gobierno cubano, el presidente Fidel
Castro dejó de manera provisional su cargo
en la noche del lunes a su hermano Raúl
tras someterse a una cirugía intestinal,
señaló un mensaje firmado por el
propio mandatario y leído en la televisión
cubana por su secretario privado.
Castro, quien está a punto de cumplir
80 años, indicó que durante varias
semanas se mantendrá alejado tanto de sus
funciones de gobierno como de líder del
Partido Comunista.
La televisión cubana extendió su
habitual programa informativo para dar a conocer
una "Proclama" del comandante en Jefe
al "Pueblo de Cuba".
Rápidamente apareció en pantalla
el secretario privado de Castro y también
miembro del Buró Político, Carlos
Valenciaga, quien dio lectura al comunicado del
presidente.
Según Castro, el esfuerzo de su viaje
a Córdoba, Argentina, donde asistió
a una reunión cumbre del MERCOSUR y la
agitación en torno a los festejos del 26
de julio, día patrio pues se celebra el
aniversario del ataque al Cuartel Moncada, significaron
para él "días y noches de trabajo
continuo".
El diagnóstico que ofreció el mandatario
fue de "estrés extremo" que le
provocó "una crisis intestinal aguda
con sangramiento sostenido", lo cual lo obligó
a "enfrentar una complicada operación
quirúrgica".
La situación lo retendrá varias
semanas con "reposo" y "alejado"
de sus múltiples ocupaciones, comentó
el mandatario, quien sin embargo no realizó
expresó nada sobre el resultado de la intervención
quirúrgica.
Castro le cederá los poderes de su gobierno
a su hermano Raúl, quien tiene 75 años.
EEUU cada vez menos prioritario para el gobierno
cubano
P. Bachelet / The Miami Herald,
Washington. 31 de julio de 2006.
El gobierno cubano se ha vuelto más selectivo
en cuanto a los grupos estadounidenses a los que
permite entrar a la isla, desilusionado con los
resultados de los esfuerzos de cabildeo para aliviar
las sanciones de Estados Unidos y tratando de
cambiar sus prioridades de política exterior,
según aquellos que estudian asuntos cubanos.
Los que organizaron dos misiones para viajar
a Cuba, una de empleados del Congreso y otra de
antiguos jefes de misiones diplomáticas
de EEUU en la isla, alegan que les han negado
visas en meses recientes. Pero se les ha dado
permisos a otras misiones más relacionadas
con el comercio.
''Supongo que habrán estado discutiendo
lo de las visitas de extranjeros, y hasta que
lleguen a un acuerdo al respecto, más bien
van a restringirlas'', declaró Wayne Smith,
del Center for International Policy, un centro
liberal de estudios de Washington que promueve
más contacto con Cuba.
Smith estaba organizando la delegación
de ex jefes de la Sección de Intereses
de EEUU, que sirve como una especie de embajada
en Cuba, ya que no hay relaciones diplomáticas
formales entre los dos países. Smith fue
jefe de la Sección de Intereses y ha manifestado
críticas sobre la política de EEUU
hacia la isla.
Muchos expertos creen que los rechazos recientes
subrayan la prioridad cada vez más baja
que representa Estados Unidos para el gobierno
de Fidel Castro.
Phil Peters, un analista de asuntos cubanos del
Lexington Institute, centro conservador de análisis
con sede en Arlington, Virginia, expresa: "Durante
bastante más de un año, han podido
juzgar correctamente que hay pocas posibilidades
de que el Congreso de EEUU vaya a forzar un cambio
en la política de este país hacia
Cuba, de modo que están dirigiendo sus
energías diplomáticas en otra dirección,
donde haya más posibilidades de beneficios:
Venezuela, China, o Mercosur''.
El gobierno de EEUU calcula que Cuba recibe hasta
$2,000 millones en subsidios de Venezuela, y los
expertos afirman que China es el segundo socio
comercial de La Habana si se incluyen donaciones
y subsidios.
Cuba también ha firmado acuerdos de cooperación
con el grupo comercial Mercosur, constituido por
Brasil, Argentina, Venezuela, Paraguay y Uruguay.
Fidel Castro viajó recientemente a Argentina
para asistir a la la conferencia cumbre de Mercosur.
En contraste, el gobierno de Bush ha estado enfatizando
sistemáticamente el cumplimiento de las
sanciones contra Cuba, haciéndoles más
difícil a los cubanoamericanos viajar a
la isla y enviar dinero o suministros, y ha actuado
en contra de toda clase de organizaciones, tanto
religiosas y estudiantiles como bancarias y agrícolas,
que traten de efectuar transacciones con la isla.
Los esfuerzos por parte de algunos legisladores
y cabilderos cubanos por aliviar o eliminar las
sanciones han sido derrotados continuamente, primero
por la amenaza de un veto de la Casa Blanca y
después de mediados del 2005, por una mayoría
en la Cámara de Representantes que se opone
a cualquier cambio de la política actual
hacia Cuba.
La Sección de Intereses Cubanos en Washington
no respondió a las llamadas que se le hicieron
para escuchar sus comentarios, pero aparentemente
Cuba sigue interesada en recibir a visitantes
de Norteamérica con enfoque empresarial.
Kirby Jones, que ha estado asesorando desde hace
30 años a empresas de Estados Unidos que
quieren hacer negocios con Cuba, afirma que no
se ha visto afectado por la actual selectividad
de los cubanos.
Este mes, llevó una delegación
de Corpus Christi, Texas, encabezada por el representante
Salomón Ortiz, el congresista demócrata
de esa área.
''Todo salió muy bien, el proceso se desarrolló
normalmente'', comentó Ortiz.
Sin embargo, añadió que ''Estados
Unidos tiene menos relevancia que nunca para Cuba'',
ya que los cubanos han concluido que mientras
Bush sea presidente "cualquier cambio de
política va a ser difícil, por no
decir imposible, y lo que se pueda hacer será
marginal''.
La delegación de Corpus Christi se reunió
con funcionarios cubanos de economía y
cenaron con Ricardo Alarcón, presidente
de la Asamblea Nacional de Cuba.
En marzo, el World Security Institute, un grupo
de Washington que promueve estudios y entendimiento
de cuestiones internacionales, llevó una
delegación de académicos y especialistas
en energía a La Habana, que se reunieron
con Castro durante ocho horas.
Algunos especialistas creen que es posible que
Cuba esté rechazando deliberadamente a
algunas delegaciones de Estados Unidos con el
fin de que éstas se quejen más ante
el Congreso y los medios de noticias.
De acuerdo con John S. Kavulich, asesor de política
del U.S.-Cuba Trade and Economic Council, un grupo
de Nueva York que se mantiene al tanto de los
lazos económicos entre Cuba y EEUU, Cuba
pasa por ''altas y bajas'' en lo relacionado con
su necesidad de relaciones visibles con este país.
Kavulich opina que mientras más restringida
esté una cosa, más la quiere la
gente, y cita como ejemplo los tabacos cubanos.
Y añade que ahora Cuba ''se siente muy
fuerte por sus relaciones con Venezuela y con
China'' y que ''al implicar que EEUU ya no es
importante'', los que quieren participar en las
delegaciones se van a quejar de que Washington
está dejando escapar la oportunidad de
ser relevante para Cuba.
El petróleo pone presión al
embargo
Todd Lewan, Associated Presse.
31 de julio de 2006.
El embargo comercial de Estados Unidos a Cuba
ha sido política nacional desde 1961, una
medida que le ha costado poco estratégica
o económicamente a Washington hasta ahora.
Pero esto puede cambiar en los años por
venir, según un coro creciente de expertos
que afirma que Estados Unidos pagará un
alto precio por mantener su embargo comercial
de 45 años a la nación comunista,
un precio estratégico y económico
que tendrá repercusiones negativas para
este país en las próximas décadas.
Para ser más específicos, existen
recientes descubrimientos en la Cuenca del Norte
de Cuba, yacimientos en aguas profundas que ya
han atraído el interés de empresas
de China, India, Noruega, España y Canadá,
además de Venezuela y Brasil.
Esto, a su vez, ha reavivado el debate en el
Congreso nacional y en la comunidad cubanoestadounidense
en torno al embargo.
Jonathan Benjamin-Alvarado, un experto en cuestiones
energéticas cubanas y profesor de Ciencias
Políticas en la Universidad de Nebraska,
en Omaha, dice que la avidez estadounidense de
petróleo obligará pronto a un cambio
fundamental en las relaciones de Washington con
La Habana.
"Siempre sostuve que debíamos mantener
el embargo hasta llegar al momento en que empezara
a costarnos algo'', dijo. Pero agregó que
hoy "ya casi estamos allí''.
Phil Peters, vicepresidente del Instituto Lexington
--un grupo de estudio en Arlington, Virginia,
que apoya el libre comercio-- y experto en Cuba,
comentó que "si Cuba descubre mucho
petróleo y se convierte en exportador petrolero,
el embargo prácticamente será un
absurdo''.
Kirby Jones, fundador y presidente de la Asociación
de Comercio Estados Unidos-Cuba en Washington
DC, que desde hace tiempo busca el fin del embargo
comercial, afirma que la realidad de Cuba como
productor petrolero hace del embargo una política
muy costosa de mantener.
"Nuestra alternativa es: ¿Vamos a
dejar que esos otros países se lleven todo
ese petróleo? ¿O vamos a proteger
nuestros intereses estratégicos y reconocer
que muy cerca de nuestras costas hay una cantidad
sustancial de petróleo que va a ser explotada?''
Durante décadas Cuba ha estado buscando
petróleo, no siempre con éxito.
Con ayuda soviética, descubrió el
yacimiento petrolífero de Varadero en 1971,
a 8 km de la costa norte de la isla. Ese yacimiento
rinde hoy 40 por ciento de la producción
total cubana, unos 75,000 barriles diarios de
un petróleo pesado de baja calidad.
Pero en julio del 2004 la empresa petrolera española
Repsol-YPF, en sociedad con la compañía
petrolera estatal cubana CUPET, identificó
cinco yacimientos que clasificó como de
''alta calidad'' en las aguas profundas del Estrecho
de la Florida, a 32 km al nordeste de La Habana.
Siete meses después, un informe de la
Inspección Geológica Estadounidense
lo confirmó: la Cuenca del Norte de Cuba
contiene una cantidad sustancial de petróleo:
de 4,600 a 9,300 millones de barriles de crudo
y de 9.8 a 21.8 billones de pies cúbicos
de gas natural.
Cuba no perdió tiempo y dividió
el área de 120,000 km cuadrados en 59 bloques
de explotación, y luego ofreció
a empresas petroleras extranjeras acuerdos de
producción compartida.
Empresas petroleras de China y Canadá,
que ya estaban explorando en las costas cubanas,
iniciaron conversaciones con las autoridades cubanas
acerca de posibles inversiones en operaciones
de aguas profundas.
Luego, en mayo, Repsol-YPF anunció que
se asociaba con las firmas Oil and Natural Gas
Corp. de India y Norsk Hydro ASA de Noruega para
explorar en busca de petróleo y gas en
seis de los 59 bloques en las costas marítimas
cubanas. Sherritt International Corp., la empresa
petrolera canadiense, ha adquirido derechos de
explotación en cuatro de los bloques.
Eso llamó la atención de muchos
ejecutivos petroleros, dice Jorge Piñón,
ex alto ejecutivo de Amoco Oil e investigador
adjunto en el Instituto de Estudios Cubanos y
Cubano-Estadounidenses en la Universidad de Miami.
Norsk y ONGC se encuentran entre un grupo selecto
de compañías con conocimiento y
tecnología para la exploración en
aguas profundas, de modo que cuando se asociaron
con los españoles, todos los demás
dijeron "mejor le damos un vistazo a Cuba
de nuevo''.
Es lo que ha hecho el Congreso de Estados Unidos.
En mayo, con mucha fanfarria, los representantes
republicanos Jeff Flake y Larry Craig presentaron
proyectos de ley gemelos ante las dos cámaras
del Congreso que exceptuarían del embargo
a los negocios petroleros.
Antes de presentar su proyecto, Craig dijo a
un periodista que ''la prohibición de comerciar
con Cuba no ha logrado prácticamente nada''.
Y agregó que ''China, mientras hablamos,
tiene un equipo de perforación frente a
las costas de Cuba''. Por cierto, el senador no
mencionó que los chinos están trabajando
en aguas poco profundas cerca de la costa, y que
no poseen ni la tecnología ni la experiencia
para aprovechar las prometedoras reservas cubanas
en aguas profundas.
De todos modos, los proyectos de ley representan
la mejor oportunidad hasta ahora de ''hacerle
un gran agujero al embargo'', comentó Johannes
Werner, director de Cuba Trade & Investment
News, que se publica en Sarasota, Florida.
Ese panorama le preocupa al conservador y sumamente
influyente bloque cubanoestadounidense en el sur
de la Florida, y eso no es exactamente lo que
el presidente George W. Bush, ni su hermano Jeb,
el gobernador del estado, quieren ver a tres meses
de las elecciones de medio término.
Alfredo Mesa, director ejecutivo de la Fundación
Nacional Cubano-Americana en Miami, dice que "quienes
promueven que las compañías estadounidenses
hagan perforaciones frente a Cuba no advierten
que eso perjudicaría nuestra capacidad
para presionar al gobierno cubano en otras cuestiones,
como los derechos humanos''.
Los ambientalistas también se oponen rotundamente
al acceso de la industria petrolera a Cuba, aunque
por motivos distintos. Las filtraciones de petróleo
--aun las emanaciones tóxicas rutinarias
de las perforaciones-- podrían contaminar
los Everglades y las playas de mayor importancia
económica para la Florida, dicen, y arruinar
el turismo.
Gracias al senador Bill Nelson y al representante
Jim Davis, ambos demócratas, aquéllos
también tienen medidas en el Congreso que
apoyar: proyectos gemelos que denegarían
visas a los ejecutivos de empresas extranjeras
que perforen en busca de petróleo en las
aguas cubanas.
El proyecto de Nelson revocaría un acuerdo
de límites marítimos de 1977 entre
ambos países, que divide el Estrecho de
la Florida y permite a Cuba desarrollar actividades
comerciales cerca de los cayos de ese estado.
No está claro cómo esto podría
impedir a los cubanos explotar las aguas más
cercanas a sus costas que a las de Estados Unidos.
Una respuesta semioficial de Cuba, en un editorial
de la agencia noticiosa estatal Prensa Latina,
calificó las medidas de "extraterritoriales''.
En cuanto a la probabilidad de el Congreso actúe
ha dicho Werner, director de la carta comercial
sobre Cuba que "si la industria petrolera
sigue sin definirse como hasta ahora, no es muy
probable, especialmente con este gobierno y Congreso.
Pero hay elecciones en noviembre, lo que podría
cambiar toda la ecuación''.
Peters, del Instituto Lexington, coincide. 'Pienso
que si [a las compañías petroleras]
las llamas y les preguntas '¿cuál
es su posición sobre esto?', te responderían
que apoyan una exención al embargo. Pero
no estoy seguro de que quieran apoyarla abiertamente
todavía''.
En respuesta a preguntas de la Associated Press,
el Instituto Estadounidense del Petróleo
(API), en Washington DC, el grupo cabildero de
la industria, respondió con la siguiente
declaración:
"No podemos hablar a los intereses individuales
en Cuba, pero podemos decir que los miembros del
API están más concentrados en expandir
el acceso a la porción estadounidense de
la plataforma continental, que está mucho
más próxima a la red existente de
ductos y donde tienen más información
sobre reservas de petróleo y gas natural''.
Todo esto es todavía algo prematuro, opina
Piñón, el ex ejecutivo petrolero
e investigador adjunto. "Todavía estamos
de tres a cinco años antes de que se comercialicen
estas reservas cubanas''.
Dice que hay una demora de por lo menos 18 meses
en la licitación de las plataformas de
aguas profundas, y "el petróleo crudo
no vale nada si no se puede mover o procesar.
Aunque encuentren el petróleo, ¿qué
van a hacer con él?''
Benjamin-Alvarado, visitante frecuente de Cuba
que ha estudiado durante quince años el
desarrollo energético de la isla, está
de acuerdo. Dice que Cuba necesita mejorar sus
puertos, refinerías y equipo de mantenimiento.
Sin embargo el monopolio petrolero estatal venezolano,
PDVSA, ha firmado un acuerdo por $100 millones
para modernizar la refinería cubana de
Cienfuegos, reliquia de la era de la Guerra Fría,
y aumentar la capacidad de almacenamiento en el
puerto de Matanzas.
''Cada día que Estados Unidos dilata el
acercamiento a Cuba, esa ventana de oportunidad
se va cerrando un poquito más'', dice Benjamin-Alvarado.
Una vez que Cuba alcance la etapa de perforación
en aguas profundas, dice, "los estadounidenses
se van a quedar afuera''.
Ofensiva en La Habana contra fraudes en consumo
eléctrico
EFE, La Habana, 31 de julio de
2006.
Las autoridades lanzaron un operativo contra
la evasión del pago del servicio y las
indisciplinas en el sector en la capital de Cuba,
donde se han registrado este año más
de 800 ilegalidades, dijo ayer la prensa local.
La Empresa Eléctrica volcó un cuerpo
de 192 inspectores en las barriadas habaneras
para detectar los fraudes entre sus clientes,
informó el semanario Tribuna de La Habana.
Entre las indisciplinas, cuyos responsables pueden
enfrentar multas y penas de cárcel, se
incluyen manipulaciones del metro contador y otras
ingeniosas artimañas de los consumidores
para reducir el pago del servicio tras el incremento
de las tarifas, agregó la fuente.
Una entrada a las subestaciones de una energía
superior a la que factura la empresa puso en alerta
a los especialistas para la puesta en marcha de
esta operación.
El jefe de inspecciones de la estatal Organización
Básica Eléctrica en Ciudad de La
Habana, Julio Quintero, explicó que como
resultado de la ofensiva se recuperaron más
de 1.73 millones de pesos cubanos (1 peso cubano
convertible equivale a $1.08).
El día que Fidel Castro perdió
los estribos
Juan M. Cao, Especial para El
Nuevo Herald. 30 de julio de 2006.
La antepasada semana, el gobernante Fidel Castro
protagonizó un incidente con el reportero
miamense Juan Manuel Cao, durante la 30ma. Cumbre
de Jefes de Estado del Mercosur, celebrada en
Córdoba, Argentina. A una pregunta de Cao
sobre la retención en la isla de la neurocirujana
Hilda Molina, Castro respondió acusándolo
de ser un mercenario y de no ser cubano. El incidente
fue ampliamente comentado por la prensa argentina
y convirtió a Cao en uno de los focos de
interés de la cita presidencial. Molina,
una especialista de renombre internacional, lleva
años solicitando en vano a las autoridades
cubanas un permiso de salida para reunirse con
su hijo y nietos en Argentina. El caso ha llegado
a conformar un sensible aspecto de las relaciones
entre ambas naciones.
Fue una simple pregunta.
¿Por qué no deja salir a la doctora
Hilda Molina?
Pudo haber respondido con cualquier evasiva.
Pero, frente a un centenar de cámaras,
el gobernante cubano Fidel Castro optó
por el insulto y la rabieta. Me acusó de
mercenario, de estar pagado por ''el impertinente
Bush'' y hasta de formar parte de una conspiración
para un imaginario atentado. Desde el balcón
argentino, como poseído por el inquieto
fantasma de Evita, Castro manoteaba colérico.
Un periodista cordobés le preguntó
asombrado: "¿Por qué pierde
la calma tan fácilmente, comandante?
Es que no lo conocen. Ese hombre ha vivido perennemente
irritado. Es dueño de un humor bilioso
que lo obliga a insultar, y a veces a fusilar,
a cuanto ser viviente se le interponga. Da igual
que sea el presidente de una gran potencia o el
de un insignificante país, un crítico
poderoso o el infeliz de la esquina. Su cólera
divina no distingue proporciones. Tampoco su rencor,
su infinita sed de venganza.
Los cubanos lo sabemos bien, pero los argentinos
no. Por eso se quedaron boquiabiertos cuando vieron
al héroe revolucionario que creían
estallar de ira y retorcerse en un espasmo de
intolerancia. Se lo tuvieron que llevar antes
de que empezara a espumearle la boca. La sucia
boca de los largos discursos y las cortas sentencias
de muerte. La de difamar con rapidez y excarcelar
con lentitud.
Pero no bastó el insulto. Sus escoltas,
entrenados para lo peor, se me echaron encima.
Logré escapar a duras penas. Pero ya no
importaba. Castro seguía discutiendo con
mi sombra y en cada nueva pregunta escuchaba mi
voz. A un periodista de la televisión argentina
le espetó: "Ya te dije que eres un
mercenario, un entrometido''.
El pobre hombre defendía su identidad.
"Yo no soy áquel, yo soy otro''.
Pero el endiablado comandante ya no escuchaba
más que el eco de su propia furia.
Luego, las cámaras se voltearon hacia
mí, y como dijo un cronista, pasé
de entrevistador a entrevistado. Me defendí
como pude: no soy un periodista militante, ni
siquiera un anticastrista. Me considero un periodista
a secas. Un profesional que cree que su trabajo
es cuestionar el poder y no aplaudirlo.
''¿Por qué no le preguntas a Bush
sobre los crímenes de Posada Carriles en
su país?'', le gritó Castro al colega
argentino que confundió conmigo en el tumulto.
Se lo he preguntado directamente a Posada, con
la misma impertinencia, y a Orlando Bosch, en
una entrevista en la que fui tan claro que hasta
la publicó el periódico Juventud
Rebelde en su edición del 5 de abril pasado.
Y he cuestionado duramente a Bush sobre un montón
de temas, y a su hermano y a Otto Reich, en un
tirante encontronazo que el régimen ha
traducido (siempre sin mi permiso), a varios idiomas.
Trato de no callarme, venga de donde venga la
intolerancia y les puedo asegurar que jamás
ninguno de mis entrevistados, por molestos que
hayan resultado mis cuestionamientos, me ha respondido,
como lo hizo Castro, con un insulto personal.
Porque contrario a lo que se pueda creer, contestar
es más fácil que preguntar. Rectifico.
Evadir las preguntas resulta más fácil
de lo que parece. Castro optó por el insulto,
porque ésa es su naturaleza y porque no
tiene respuestas a las preguntas más elementales
que cuestionen su nefasta huella por la historia.
El caso de Molina le explotó en la cara.
Ocupó todos los titulares de la prensa
y sacó a la luz una trama que yo desconocía
cuando lancé la pregunta. Los hechos sucedieron,
según los medios argentinos, de la manera
siguiente.
El dictador cubano estuvo a punto de ordenar
el regreso de su avión a Cuba cuando se
enteró de que en tierra le esperaba una
carta del presidente Néstor Kirchner solicitando
la liberación de la doctora.
La discusión entre el canciller argentino
Jorge Taina y su par cubano Felipe Pérez
Roque terminó a gritos. Esa primera noche
Castro boicoteó la cena de gala y conspiró
con Lula, Chávez y Evo Morales, para dejar
plantado a Kirchner.
A la cena en el Palacio Ferreira de Córdoba,
apenas asistieron Tabaré Vázquez,
de Uruguay, la chilena Michelle Bachelet y el
paraguayo Nicanor Duarte. El anfitrión
tuvo que rellenar con funcionarios de segunda
los puestos vacíos de la elegante mesa
presidencial.
La primera dama argentina, Cristina Kirchner,
volvió a amenazar con irse a Cuba a visitar
a las Damas de Blanco, una sugerencia que, según
el diario Clarín, había horrorizado
a los cubanos.
Las consecuencias prácticas de todo este
embrollo se vieron, al día siguiente, cuando
al no haber podido tomar la foto oficial en la
cena de gala, como estaba previsto, improvisaron
una descontrolada sesión fotográfica
frente al salón de conferencias de la cumbre.
No había espacio entre las cámaras
y los mandatarios. Y algo más. En un hecho
inusual, los corresponsales pudimos entrar a un
área vedada y que tradicionalmente fue
terreno exclusivo de los fotógrafos. De
inmediato comenzó el forcejeo entre los
periodistas y el personal de seguridad. Se rompió
el protocolo y volaron las preguntas.
La compacta masa de cámaras y micrófonos
aprisionó a los jefes de estado contra
la pared, algunas banderas se cayeron con astas
y todo. Los escoltas de Castro, desesperados,
empezaron a empujar. Se notaba que nunca habían
enfrentado una situación semejante. No
sin trabajo, el anciano fue trasladado a la planta
superior desde donde se improvisó una tribuna
y comenzó a hablar.
Ni siquiera lo pensé, esquivando codazos
y empujones, me metí en el tumulto y grité
a todo pulmón:
"¿Por qué no permite que la
doctora Hilda Molina se reúna con su hijo
y con sus nietos?''
Había puesto el dedo en la llaga.
Fue una simple pregunta.
Cuba campeón Centroamericano
Associated Press,. Cartagena,
Colombia, 31 de julio de 2006.
Cuba reafirmó su hegemonía en los
Juegos Centroamericanos y del Caribe que concluyeron
ayer, pero esta vez encontró una dura oposición
de México.
Los cubanos ganaron las justas por undécima
ocasión, gracias al dominio en las últimas
jornadas en los deportes de combate y en el atletismo.
Colombia, por su lado, se impuso a Venezuela
en la lucha por el tercer lugar y tomó
venganza de la derrota que sufrió ante
su vecino en los Juegos Bolivarianos del 2005
celebrados en el eje cafetero colombiano.
Puerto Rico, con el oro que alcanzó la
noche del sábado en el vóleibol
masculino, evitó que República Dominicana
le arrebatara la quinta casilla.
El Salvador fue el país centroamericano
mejor ubicado en el cuadro de medallas, superando
a Guatemala.
Tal fue la resistencia que le dio México
a Cuba, que la poderosa delegación isleña
ganó los juegos con 138 medallas de oro,
una cifra que se queda corta en relación
con su cosecha dorada desde los juegos de La Habana
de 1982.
Cuba, que no asistió a los juegos de El
Salvador en el 2002 al esgrimir razones de seguridad,
había ganado las justas de Maracaibo de
1998 con 191 preseas de oro contra 60 de México.
Cinco años antes, la isla fue toda una
aplanadora en Ponce, Puerto Rico, al coronarse
campeón con 227 oro contra 66 de México.
Las mexicanas Linda Ochoa y Cynthia Valdez encandilaron
en la arquería y la gimnasia, para ser
protagonistas de los vigésimos Juegos Centroamericanos
y del Caribe, que vieron perder a estelares como
Iván Pedroso y Félix Sánchez,
en el salto largo y los 400 metros con vallas.
Valdez y Ochoa fueron las que más oro
sumaron con seis cada una. Su compatriota Roberto
Elías ganó igual cantidad de preseas
de ese metal en tiro.
Los colombianos Berenice Moreno, Silvia Niño
y Jorge Luis Cifuentes se lucieron en patinaje;
el venezolano Albert Subirats brilló en
natación.
En la piscina también se recordará
a la campeona olímpica Claudia Poll, que
se impuso en los 200 y 400 metros libres, las
dos únicas preseas doradas de Costa Rica.
En la competencia final, José Barea hizo
un triple en el último segundo para guiar
a Puerto Rico a una victoria sobre Panamá
90-87 para alzarse con el oro del básquetbol
masculino.
Faltando seis segundos y con la pizarra 87-87,
Barea encestó el tiro decisivo que le dio
a Puerto Rico su quinta medalla de oro en el básquetbol
de los juegos.
Panamá, que venía de ganar el Centrobásquet
en su feudo, se llevó la plata.
El bronce quedó en poder de República
Dominicana, que derrotó a Cuba 95-71. Los
atletas quisqueyanos habían ganado el oro
en los pasados juegos de El Salvador.
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