Otro
argentino fue humillado en la Cuba de Fidel Castro
El abogado Ponciano Vivanco
fue detenidos por las autoridades de migración,
le quitaron el pasaporte y lo echaron de la Isla.
El gobierno castrista le prohibió el regreso
a ese país por "confabulador".
Vivanco relató en Radio 10 de qué
forma fue maltratado
Infoabe,
Argentina, 6 de julio de 2006.
El abogado y presidente de la fundación
República para una Nueva Generación,
Ponciano Vivanco, comentó las desdichas
que debe vivir un civil que viaja a Cuba y se
atreve a entrevistarse con gente "marcada"
por el gobierno de Fidel Castro por pensar distinto
al régimen.
Vivanco viajó a la Isla para escribir
un libro sobre el régimen castrista y cómo
viven los cubanos que no lo comparten.
Todas sus peripecias comenzaron cuando sin avisar
a las autoridades cambió de hotel, porque
el que iba a usar como alojamiento fue cerrado
por reparaciones.
Ese sería el primer "delito"
por el que se lo acusó en Cuba y se le
prohibió el retorno al país.
"Me tuvieron 15 horas detenido en una oficina
de migraciones, con un interrogatorio que parecía
de la GESTAPO", comentó indignado
Vivanco y agregó que "fue un disgusto,
uno no está entrenado para ese tipo de
cosas".
En declaraciones a Radio 10, el abogado señaló
que lo llevaron a las 7 de la mañana y
recién lo liberaron por la tarde. "Al
día siguiente, cuando volvía, me
hicieron desnudar en la oficina de migraciones,
me sacaron el pasaporte, no me dejaron tomar ni
agua y luego de revolver mi valija me dejaron
regresar", explicó.
"El primer delito que cometí -comentó-
fue haberme cambiado de hotel sin avisarle al
gobierno. Jamás imaginé que esto
era un delito, o por lo meno en la mayoría
de los países del mundo".
Otro de las violaciones que habría cometido
fue haber entrado a la Isla como turista y haberse
entrevistado con las denominadas "Damas de
Blanco" de Cuba, esposas y familiares de
presos políticos en la isla.
"En la salita me increparon por haberme
entrevistado con esa gente, que eran gusanos,
vende patria y me acusaron de que yo formaba parte
de todo eso y que era un espía americano",
contó ahora, con algo de gracia, Vivanco.
"La verdad es que la gente tiene tanto temor
de hablar. Ni los taxistas se atreven a hacer
una crítica del régimen, por más
velada que sea", señaló y explicó
que "en cada cuadra de la Isla hay comités
donde los vecinos están encargados de denunciar
a sus pares que critican al gobierno".
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