Pese
al bloqueo, inversionistas buscan ir a Cuba
Empresarios de la potencia
quieren acuerdos en materia energética
José Carreño Figueras.
El Universal
Online, México. 5 de febrero de 2006.
WASHINGTON.- Un incidente en México puso
otra vez en las noticias el embargo económico
más largo de la historia moderna del mundo,
pero también la conflictiva formulación
extraterritorial de las leyes estadounidenses
que en el último mes afectaron un trato
entre España y Venezuela.
El embargo estadounidense contra Cuba cumplió
46 años y según sus críticos
es tan inútil hoy como cuando fue decretado,
aunque en los últimos años la línea
dura ha prevalecido gracias a la influencia de
los votantes cubano-estadounidenses anticastristas
en Florida.
De hecho, y a pesar de un limitado pero creciente
comercio agrícola y la creación
de una Asociación por el Comercio Estados
Unidos-Cuba (USCTA), en la que participan dos
importantes organizaciones empresariales estadounidenses,
la conveniencia política se ha impuesto
hasta ahora y el embargo fue fortalecido en 2004
por el presidente George W. Bush con la idea de
apresurar el "cambio democrático"
en Cuba.
Pero el embargo comercial estadounidense es hasta
hoy unilateral y no es aceptado ni respetado por
otros países, aunque el Congreso estadounidense
estableció sanciones contra las empresas
estadounidenses que comercien con Cuba sin autorización
expresa y puso bajo esa ley a sus filiales en
otras naciones.
Tan pequeño como parece el mercado cubano,
el hecho de ser sistemáticamente excluidos
de la posibilidad de hacer trato alguno llevó
a organizaciones como el "Consejo Nacional
de Comercio Exterior" estadounidense a sumarse
a la USCTA, que organizó en México
la "cumbre energética" EU-Cuba,
que fue bloqueada por el gobierno estadounidense
luego de advertir a una filial de la compañía
Sheraton.
Bajo las leyes estadounidenses actuales, la cumbre
energética Estados Unidos-Cuba no pasa
de ser una toma de contacto para negocios futuros
que quién sabe si llegarán a realizarse.
Pero al mismo tiempo, su realización señala
la creciente inconformidad de empresarios y legisladores
estadounidenses respecto de la ley.
Los estimados enormes yacimientos de hidrocarburos
en el subsuelo del golfo de México son
un aliciente considerable para que empresas estadounidenses
traten de formar algún tipo de alianza
con Cuba, que por su parte tiene interés
en desarrollar su industria energética.
La asociación es encabezada por Kirby
Jones, presidente también de la compañía
Alamar Asociados, especializada en negocios con
Cuba y creada en 1974.
Alamar organizó ya una reunión
sobre turismo, dos conferencias y cinco "cumbres"
de negocios a las que han asistido más
de 500 ejecutivos estadounidenses para discutir
potenciales negocios que, sin embargo, sólo
podrán llevarse a cabo hasta que las actuales
leyes que decretan el embargo sean derogadas.
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