Recuerdos
de juventud: Girón 1961
José M. Juara Silverio,
El
Nuevo Herald, 17 de abril de 2006.
La juventud cubana respondió al llamado
de la patria frente a la dictadura. Yo estuve
allí y recuerdo el 5 de febrero de 1960,
cuando manifestamos contra el carnicero de Hungría,
el ruso Anastas Mikoyán. En el Parque Central
se forjó la Brigada 2506, estando presentes
Javier Souto, Luis Morse, Juan y Benito Clark,
Raúl y Rafael Villaverde, Germán
Kosh, paracaidista muerto en combate, Billy Shoes
y Fernando Trespalacios, junto a Alberto Muller
y Juan M. Salvat, los organizadores.
Recuerdo cuando, meses después, junto
a Junior Rubí nos presentamos como voluntarios
a Tony Varona y fuimos rechazados por nuestros
17 años de edad. Recuerdo cuando después
llegué a Guatemala y me enseñaron
a disparar con el recoiless calibre 57 para ir
de voluntario al batallón de paracaidistas.
Inolvidable también la noche del 16 de
abril, y vuelvo a verme cargando mis municiones
y las del BAR de Donato el Bolo Soto, quien con
Eufrasio Alemán, jefe de la escuadra, había
muerto en combate; Verita, quien corrió
igual suerte, Carlos Onetti, Elíber Hernández,
el Flaco Sánchez Valdés, José
Amstrong, Arosamena y el Gallego Lage formábamos
la tercera escuadra de la Compañía
C al mando de Néstor Pino. Cuando nuestro
avión, volando sobre Playa Girón,
fue atacado por un caza enemigo, nuestro piloto
descendió entre dos de nuestros barcos
y el Sea Fury buscando una presa indefensa lo
siguió, para ser derribado por el fuego
cruzado de nuestros marinos. Recuerdo los combates
frente al Central Covadonga, donde le disparé
a un miliciano que vi detrás de un árbol
y que estaba fuera de combate. ''Mataste a un
muerto'', me gritó Alemán, en Jocume,
donde el Flaco Valdés y su ayudante de
bazooka, Jorge García Villalta, avanzando
hacia el enemigo por entre la maleza hicieron
un impacto directo a un vehículo enemigo.
Allí se peleó contra fuerzas numéricamente
superiores, junto a Raúl U. Martínez
y Pepe Buttari. Le disparé todos los tiros
del clip del Garand a un miliciano que nos tiraba
con balas trazadoras. No sé si lo maté
o lo asusté, pero desde allí no
tiraron más. Cómo olvidar la batalla
en San Blas, cuando nos ordenaron calar ballonetas,
y vimos un B-26 nuestro atacando al enemigo en
aquella madrugada. Recuerdo vivamente la llegada
a Girón y cuando mi primo Joaquinito Silverio
me gritó: ''José, tírate
al suelo'' y los dos obuses de 120 mm. cayeron
a mi lado. Salí ileso porque los comunistas
no quitaron el seguro de las espoletas de los
obuses y por lo tanto no estallaron.
Después, en la retirada, buscando llegar
al Escambray, recuerdo disparar mis últimos
tiros al avión de Rafael del Pino, que
ametrallaba la playa. Cuando caímos prisioneros,
la jauría de milicianos me arrebató
la cadena y la medalla que me había regalado
Mercedes Rubí, días antes de irme
para los campamentos. En mi mente veo retratado
al miliciano del Batallón de Cienfuegos
a quien le contesté que yo había
ido a pelear a Cuba porque Fidel Castro era un
dictador. El hombre palanqueó el FAL y
me lo puso en la sien diciéndome: ''Si
repites eso, te vuelo la cabeza''. Y entonces
vuelvo a ver a Ramón Cora, Manolito Molina
y Kiki Fernández Morell tirándose
al suelo pues estaban en la línea de tiro
y nos hubiera volado las cabezas a los cuatro.
Recuerdo que, ya en La Habana, al oír
mi apellido un miliciano me preguntó si
yo era ''pariente del abogado de Marianao'', a
lo que contesté orgullosamente que era
su hijo. No lo sabía, pero mi padre, luchador
en la clandestinidad, se encontraba en esos momentos
en la embajada de Costa Rica, después de
haber sido perseguido por los esbirros castristas.
Nunca olvidaré cuando desde mi galera,
a más de cien metros de distancia, vimos
a un miliciano disparar el peine de su metralleta
checa a través de la ventana enrejada de
la galera 19, hiriendo a varios de mis compañeros,
entre ellos a Paulino Carón, inmovilizado
de por vida de uno de sus brazos.
Son sólo unas anécdotas --hay muchas
más-- para compartir con las nuevas generaciones
sobre algunos hechos acontecidos en Playa Girón,
cuando la juventud cubana se enfrentó al
comunismo que, por desgracia, aún impera
en nuestra patria.
Paracaidista de la Brigada 2506 en Playa Girón,
es un ingeniero cubano que reside en Key Biscayne.
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