PRENSA INTERNACIONAL
Agosto 8, 2006
 

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

Bush traza una línea entre Cuba y el exilio

Rui Ferreira, El Nuevo Herald. 8 de agosto de 2006.

Auna semana del traspaso de poder en Cuba, el gobierno estadounidense se apresta a hacer cambios en la política de inmigración aplicada a los cubanos para facilitar la reunificación familiar y el ingreso de médicos de la isla.

La revelación coincidió con una advertencia clara del presidente George W. Bush a los exiliados, a quienes dijo ayer que deben esperar a que los cubanos en la isla decidan su futuro antes de siquiera pensar en volver a ella.

Según un borrador de trabajo del Departamento de Seguridad Territorial (DHS), que circula desde este lunes entre legisladores y funcionarios del gobierno, el plan tiene como objetivo frenar la inmigración ilegal de Cuba a Estados Unidos e impedir el ingreso de funcionarios del régimen sobre quienes pesen sospechas de abusos de derechos humanos.

La idea de la administración, revelaron a El Nuevo Herald dos fuentes conocedoras del borrador, es usar el paquete de 20,000 visas anuales acordadas con el gobierno cubano para facilitar la reunificación familiar, y así evitar que los exiliados terminen estimulando las entradas ilegales al pagar a contrabandistas para que traigan a sus familiares de la isla.

En cuanto a las visas, también se pretende facilitar el ingreso en Estados Unidos a profesionales cubanos, particularmente los médicos que trabajan en terceros países, los cuales tendrían derecho a beneficiarse de ese paquete, dijeron las fuentes.

Las fuentes gubernamentales estadounidenses enfatizaron que se trata sólo de un borrador que está circulando y que no es un texto final, aunque estos cambios pueden ser anunciados al inicio de la próxima semana.

''Viéndolas en conjunto, estas medidas promueven una inmigración segura, legal y ordenada, al tiempo que apoyan las aspiraciones del pueblo cubano de vivir en una sociedad libre y próspera'', expone el borrador.

En una conferencia de prensa realizada ayer en Texas, el Presidente no mencionó este borrador o eventuales cambios en la política inmigratoria, pero trazó claramente una línea entre los cubanos de la isla y el exilio.

''Primero es lo primero, y ello es que el pueblo cubano necesita decidir el futuro de su país'', y posteriormente, ''una vez que el pueblo de Cuba decida formar un gobierno, entonces los cubanoamericanos podrán interesarse por ese país y lidiar con el tema de la confiscación de propiedades'', declaró Bush.

El mandatario enfatizó que desea que el pueblo cubano pueda ''escoger su propia forma de gobierno'', y agregó: "Permítanme dejarlo bien claro, deseamos que Cuba tenga la posibilidad de transformarse a sí misma de una situación de tiranía a un tipo de sociedad diferente que el pueblo cubano debe definir''.

El Presidente también admitió que la Casa Blanca sigue en la oscuridad con respecto a la evolución de la situación en la isla. Es la primera vez que él habla de la situación en la isla desde que se supo a inicios de la semana pasada del provisional traspaso de poder del gobernante Fidel Castro a su hermano, el general Raúl Castro, a causa de una seria enfermedad que aparentemente lo obligó a operarse de los intestinos.

''Cuba no es una sociedad muy transparente, por lo que así las cosas lo único que sé es lo que se ha especulado, y eso es, por un lado, que [Fidel Castro] está muy enfermo y, por otro, que va a salir del hospital. Pero no sé, realmente, no sé'', dijo Bush.

Al trazar una línea entre los cubanos de las dos orillas del Estrecho de la Florida, el mandatario provocó reacciones encontradas en la comunidad exiliada, que oscilaron desde el rechazo absoluto hasta la moderación.

''El Presidente cree que lo fundamental para Cuba es que haya una transición a la democracia y que no sea aceptable para la comunidad internacional una tiranía de Castro sin Fidel Castro. Y que las decisiones sobre las políticas a seguir por los constitucionalistas y los legisladores de la Cuba libre del mañana, serán tomadas por los mismos constitucionalistas y legisladores de la Cuba libre del mañana'', comentó el congresista republicano Lincoln Díaz-Balart, quien es además vicepresidente del Comité de Reglamento de la Cámara de Representantes.

Por su lado, el director de New Democrat Network, Joe García, quien fue director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) hasta hace dos años, sostuvo: "A algunos de nosotros que ya habíamos tropezado con esta piedra, nos queda mostrar simpatía por los que chocan con esta realidad por primera vez''.

García se refería a que, cuando estaba en la FNCA, él protagonizó una campaña para emplazar la política inmigratoria de EEUU hacia Cuba.

''Cuando cambiamos de rumbo fue porque chocamos con el obstáculo de Washington. Otros prefirieron seguir chocando una y otra vez con la misma piedra. Hoy recibieron otra señal, yo diría que concluyente: quédense en casa y limítense a mirar de lejos. Esto es algo que debe ser muy duro para esos cubanos que siempre han creído en el añorado apoyo americano'', añadió García.

Las palabras de Bush provocaron una poco usual coincidencia entre dos organizaciones del exilio, tradicionalmente opuestas en el enfoque hacia la isla.

''Nuestras preocupaciones y participación en el desarrollo de Cuba no esperarán hasta que ocurra una transición, porque estamos muy interesados en ayudar y acelerar una transición a la democracia tanto como podamos'', dijo Camila Ruiz, portavoz de la FNCA.

''El presidente Bush tampoco determina cuándo el exilio puede o no tener participación'' en los asuntos internos de la isla, acotó por su parte Ninoska Pérez Castellón, del Consejo por la Libertad de Cuba.

Según Pérez, el papel de los exiliados está delineado en el informe de la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, donde se indica que en caso de cambio político en la isla, el exilio debe dar ayuda en ''todas las áreas'' para asegurar "el éxito de una transición a una Cuba libre''.

Ruiz coincidió con el Presidente en no traer a colación de momento el tema de las propiedades confiscadas, "particularmente porque el régimen lo utiliza para asustar a los cubanos haciéndoles pensar que los exiliados quieren regresar, recuperar sus propiedades y echar a la gente de sus residencias''.

La portavoz añadió que, no obstante, los exiliados tienen derecho a discutir ese y otros asuntos "incluyendo cómo estos reclamos se manejarán en una Cuba post Castro, un asunto que, como tantos otros, obviamente surgirá''.

Esta información se complementó con servicios cablegráficos de El Nuevo Herald.

rferreira@elnuevoherald.com

Piden a Raúl libertad para presos políticos

EFE, La Habana, 07 de agosto de 2006.

Las Damas de Blanco, que reúne a esposas y familiares de disidentes cubanos encarcelados, pidieron ayer a Raúl Castro que dé muestras de cambio y libere a los presos políticos y anunció que continuará con sus marchas pacíficas dominicales.

Ocho integrantes del grupo, que surgió en el 2003, tras el encarcelamiento de 75 disidentes, acudieron ayer, como cada domingo, a la iglesia de Santa Rita, en el barrio habanero de Miramar, para rezar por sus familiares presos, y marcharon después por la Quinta Avenida de la ciudad portando gladiolos y azucenas.

En un iglesia con poca afluencia de fieles, las damas escucharon el comunicado de la Conferencia de Obispos leído al término de la misa, en el que se pide a los cubanos que oren para que Dios acompañe en su enfermedad a Fidel Castro e ilumine a su hermano Raúl.

El gobernante cubano, en un hecho sin precedentes, cedió el lunes el poder a su hermano Raúl, mientras convalece de una delicada intervención intestinal.

''En nuestro corazón no hay odio, no hay rencor ni incluso contra el doctor Castro que nos ha hecho sufrir'', aseguró Laura Pollán, portavoz del grupo, que pidió que ''el Señor haga su voluntad'' con Castro.

Cuba vive un ''momento histórico'' y las Damas de Blanco desde el ''primer momento de cambio provisional de gobierno estamos pidiendo la libertad inmediata e incondicional de nuestros presos'', recalcó.

Según la esposa del disidente encarcelado Héctor Maseda, los presos políticos han pedido democracia y no sucesión para Cuba y su situación en las cárceles no ha variado en los últimos días, salvo en algunos casos en los que ha habido ''provocaciones'' de parte de presos comunes, pero ''ellos van a mantener la calma'', comentó.

Amplió que "debemos esperar para ver cuál va a ser la línea de Raúl''.

''Exhortamos [a Raúl Castro] que lo mejor que puede hacer como gesto de buena voluntad es soltar a los presos para que vean que ya se está cumpliendo con los derechos humanos'', apuntó Pollán, quien insistió en que las Damas de Blanco no es un movimiento político.

Miriam Leyva, esposa del ex preso político Oscar Espinosa, señaló que "la Iglesia pidió que Dios acompañe en su enfermedad al presidente, y eso para cualquier cristiano, para cualquier persona de cualquier religión, es lógico''.

Cuba, añadió, "enfrenta un momento crítico. El pueblo cubano se merece salir de la situación de totalitarismo e irrespeto a los derechos humanos y seguimos abogando por la liberación de los presos de conciencia''.

''El pueblo cubano se merece una situación nueva, con más participación y conciliación, se merece marchar hacia la democracia y la libertad'', agregó Leyva.

Desde el 30 de marzo del 2003, cuando se fundó el grupo, ''hemos pedido por que los gobernantes se iluminen, por el pueblo de Cuba y por que sean liberados los presos'', indicó.

''Hay una situación de mucha tensión, una calma extraña y una gran vigilancia en todas partes de forma cautelosa. Hay un reforzamiento de la vigilancia pero no ha habido hostigamiento'', apuntó.

Leyva mencionó como excepción el caso de una disidente de Las Tunas, en el oriente del país, que sufrió un acto de repudio mientras se encontraba en su casa con 14 niños y adolescentes.

''Es importante que esto no ocurra'', advirtió " y que se brinde al pueblo cubano la oportunidad de avanzar hacia la democracia y que este país progrese económica y socialmente''.

Las Damas de Blanco surgieron a raíz de las condenas de cárcel impuestas a 75 disidentes acusados de ''conspirar con EEUU'', ''socavar los principios de la revolución'' y "atentar contra la independencia del Estado''.

Granma dice que Castro mejora y lo compara con árbol duro

Andrea Rodriguez, Associated Press.

LA HABANA - Una semana después de haber delegado el poder en su hermano Raúl, el presidente cubano Fidel Castro se recupera velozmente de una operación, aseguró el lunes el periódico oficial Granma, al comparar al mandatario con un árbol de madera muy dura y valiosa que crece en el oriente de la isla.

"Hace unas horas, un amigo, tras compartir con el Comandante e impresionado por su recuperación, nos dijo ¡es un caguairán!", expresó el lunes una nota editorial de Granma, órgano de difusión del Partido Comunista de Cuba.

Caguairán es el nombre en la isla de lo que en América Latina se conoce como quebracho, un árbol cuyo grueso tronco entrega una madera preciosa, de gran compactación e incorruptible a los efectos de la sal o la humedad tropical.

Operado de urgencia el 31 de julio, el mandatario cubano dejó temporalmente sus funciones de gobierno a su hermano Raúl, pero hasta ahora éste no se ha presentado en público.

Castro dio a conocer su decisión a través de una proclama y el martes pasado en una nueva carta pública indicó que no daría detalles sobre su enfermedad --considerándola secreto de Estado-- para evitar que los enemigos de la revolución se aprovecharan de la situación.

El gobernante, próximo a cumplir 80 años de edad, informó en su mensaje que tuvo un "sangramiento sostenido" intestinal ocasionado por las largas jornadas de trabajo derivadas de su visita a Argentina para la Cumbre del Mercosur y las festividades del 26 de Julio, aniversario de la revolución cubana.

Mientras tanto, funcionarios del gobierno cubano que en principio guardaron silencio empezaron a realizar declaraciones y hasta viajes afuera del país para cumplir con obligaciones internacionales.

"En cada encuentro con agrupaciones amigas de Cuba, con autoridades o simples ciudadanos, las personas se acercan preocupadas por la salud del compañero Fidel y le desean pronto restablecimiento", dijo el vicepresidente Carlos Lage, quien viajó el sábado y domingo a Bolivia como invitado a la instalación de la Asamblea Constituyente.

Lage también indicó el lunes en Colombia, donde asiste a la inauguración del segundo mandato del presidente Alvaro Uribe, que la recuperación de Castro es satisfactoria y que "en unas semanas" se reincorporará a sus funciones.

En la misma dirección fueron las declaraciones del ministro de Salud, José Ramón Balaguer, quien voló a Guatemala para inaugurar un hospital instalado con apoyo cubano.

Tanto Lage como Balaguer obtuvieron de Castro la delegación de funciones, el primero a cargo de la campaña energética y el segundo del programa internacional de salud.

Su visión optimista fue compartida por el líder parlamentario Ricardo Alarcón.

En una entrevista con la cadena regional Telesur, el legislador, un cercano colaborador de Castro en temas relacionados con Estados Unidos, aseguró que en la isla había "tranquilidad".

Alarcón fue consultado además por la tensa situación reinante con Washington y su oferta para cooperar con una "Cuba libre" con pluripartidismo y economía de mercado y los comentarios de funcionario estadounidenses sobre la necesidad de una transición en la isla.

"Lo primero que le viene a la mente a uno es: ¿Y a ellos (Washington) que les importa lo que suceda en el gobierno de un país soberano, independiente? No estamos hablando de una colonia norteamericana. Ellos no tienen ni arte ni parte", aseguró Alarcón.

Paralelamente, las calles de la isla lucieron la misma normalidad de los días precedentes, sin que se reporten incidentes.

Castro pudiera regresar "en unas semanas''

Rui Ferreira, El Nuevo Herald. 07 de agosto de 2006.

El gobernante cubano Fidel Castro pudiera volver a tomar las riendas del poder ''en unas semanas'', aseguró ayer el vicepresidente cubano Carlos Lage, a un grupo de periodistas en la ciudad de Sucre, Bolivia, donde realiza una gira desde hace dos días.

El cercano colaborador de Castro, añadió que ''hay Fidel para otros 80 años más, está evolucionando bien'' cuando la prensa local le preguntó sobre la salud del gobernante cubano, reportó al cierre de esta edición la agencia Associated Press.

Los cubanos pasaron el fin de semana en una tensa calma a la espera de noticias sobre el estado de salud del gobernante Fidel Castro, en medio de una discreta movilización militar en la capital y renovadas oraciones de la Iglesia Católica.

''Las patrullas de reservistas siguen en las calles, principalmente en [las barriadas de] Centro Habana, Habana Vieja, Casablanca y otros barrios periféricos de extracción humilde'', dijo a El Nuevo Herald, un periodista cubano ayer por la tarde, tras un recorrido por la ciudad.

Los reservistas, que se están dejando fotografiar sin problemas por algunos corresponsales, están vestidos de uniforme verde olivo, pero desarmados, en contraste con la movilización policial, que aunque menor, no deja de hacerse sentir, principalmente en el Malecón habanero, escenario de un conato de revuelta en el verano de 1994.

''Esta movilización funciona más como antena de detección de algún movimiento sospechoso, que propiamente un acto de represión, pero lo cierto es que la gente está calmada, se comenta mucho la situación de Fidel y, exceptuando la misa del Cardenal, la presencia de las Damas de Blanco en una iglesia y un acto organizado por la Federación de Mujeres [cubanas], hasta ahora tenemos un domingo tranquilo'', añadió la fuente, que pidió el anonimato.

Dentro de esta tranquilidad, no falto este domingo una carta con buenos augurios enviada a Castro por el niño Elián González, que en el año 2000 protagonizó una saga político-diplomática que movilizó la isla de punta a punta y crispó al exilio cubano.

''Te enviamos esta carta para hacerle saber que nos preocupamos por la salud suya. Esperamos su pronta recuperación y aprovechamos para felicitarlo por su cumpleaños y que cumpla muchos más'' (sic), escribió Elián, que ahora tiene 12 años.

El lunes, el gobernante cubano Fidel Castro, quien cumple 80 años el 13 de agosto, sorprendió a amigos y adversarios con el anuncio de la cesión ''provisional'' de sus poderes a su hermano, el general Raúl Castro, de 75 años. Inicialmente hubo dudas sobre la autenticidad de la carta en que el gobernante reveló que fue sometido a una operación para detener un sangramiento intestinal, pero con el pasar de los días se ha consolidado la idea entre analistas de que el traspaso fue real, sino definitivo.

En la habitual misa dominical en la Catedral de La Habana, el cardenal Jaime Ortega Alamino y arzobispo de La Habana, pidió en sus oraciones "que Dios acompañe en su enfermedad al presidente Fidel Castro''.

Posteriormente, en una conversación con reporteros extranjeros, el Cardenal precisó que seguirán las misas por la salud del enfermo.

''En estos días, se tendrán en cuenta la salud del presidente, la patria y los que gobiernan actualmente. Oramos por la patria, por Cuba en estos momentos, por quienes la dirigen. Es nuestra manera de poner el futuro en manos del Señor, que es lo que le corresponde en estos momentos a la Iglesia'', dijo.

Y añadió que, sobre todo, hay que pedir "para que nada rompa la concordia entre los cubanos, nada perturbe la paz entre nosotros, ya que es evidente que cualquier cosa que fuese de ese estilo no solamente es rechazada, sino que sería muy lamentable''.

En este sentido, el Cardenal insistió en que la Iglesia Católica cubana "jamás estaría ... ni siquiera aceptando mínimamente cualquier intervención extranjera. ¡Jamás!''.

La homilía fue seguida por cerca de medio centenar de personas. La mayoría no quiso hablar con los reporteros extranjeros, pero un hombre comentó a la salida que no esperaba el tono que la curia ha empleado estos días.

''Entiendo lo que dijo Jaime, pero no esperaba que insistiera mucho en el tópico. Deberían dejarnos a cada uno de nosotros rezar como queramos y por lo que queramos. Así hemos estado estos 40 años'', dijo un hombre de media edad, que no quiso revelar su nombre.

Y mientras en La Habana la Iglesia ora por la salud de Castro, este domingo en Caracas el mandatario venezolano Hugo Chávez, tras dos meses de ausencia, volvió a su programa semanal ''Aló presidente'' asegurando que Castro se encuentra en franca recuperación y que hasta le envió un mensaje, curiosamente, con partes en inglés.

''¿Qué tal Fidel? How are you Fidel? Patria o muerte, venceremos. ¿Cómo estás? Un abrazo, compañero, camarada y amigo'', dijo Chávez, ante las cámaras de televisión.

'Sé que te estás recuperando. Tenemos informaciones fidedignas de tu franca recuperación. Vamos a darle un aplauso a ese hermano. Ya sabes, me esperas por allá para que tomemos un 'tsunami', que es un energético que prepara Fidel con soya, avena y no sé cuántas cosas más'', agregó el mandatario venezolano.

En la alocución que, como es habitual, fue trasmitida por la cadena oficial Venezolana de Televisión y retransmitida por los demás canales privados, Chávez reveló cómo se enteró de la enfermedad de Castro, mientras viajaba por Vietnam.

Aparentemente, nadie llamó al mandatario a advertirle de la situación, sino que Chávez supo la noticia cuando encendió el televisor de su habitación en el hotel donde se alojó en Hanoi, la capital vietnamita.

''Veo a Carlitos Valenciaga, que es el secretario de Fidel. Me pregunto qué hace Carlitos ahí si él nunca sale a leer nada en televisión. Sólo escuché la mitad [de la proclama], no oí la primera parte. Yo no oí la causa, sino que Fidel transmitió el poder. Estaba con nosotros [su hermano] Adán Chávez, que es embajador en La Habana, él se quedó haciendo llamadas'', refirió.

El gobierno venezolano anunció el viernes que Adam Chávez fue sacado del puesto de embajador en la isla, y nombrado ministro de la Presidencia, sin que se revelara el contenido de sus responsabilidades.

El mandatario venezolano, añadió' Fui a ver [al cadáver embalsamado] de Ho Chi Min y pensaba 'Dios mío, yo no te quiero ver así Fidel'. Después pude hablar con algunos de los compañeros en Cuba y me quedé un poco más tranquilo, pero muy preocupado todos esos días y noches de la gira'', agregó Chávez.

Fue la primera vez que el presidente venezolano se refirió a la salud de Castro tras su regreso a Caracas el jueves, alimentando la incertidumbre sobre el gobernante cubano.

Este artículo se completó con servicios cablegráficos.

rferreira@elnuevoherald.com

Líder de Malasia desea pronta recuperación a Castro

Associated Press, 07 de agosto de 2006.

KUALA LUMPUR - El primer ministro de Malasia le deseó el lunes a Fidel Castro una pronta recuperación de una cirugía intestinal y dijo que espera poder verlo en la cumbre de los no alineados que se realizará el mes próximo en La Habana.

"Me complace saber que su operación ha sido exitosa y que usted está respondiendo bien al tratamiento médico", manifestó el primer ministro Abdulá Ahmad Badawi en un comunicado transmitido por la agencia nacional de noticias Bernama.

Abdulá expresó que espera reunirse con Castro durante un encuentro de los líderes del Movimiento de Países No Alineados que se realizará en Cuba entre el 11 y el 16 de septiembre.

Malasia ha mantenido la presidencia rotativa del grupo _integrado por 116 naciones_ y entregará el mando a Cuba el mes próximo.

Castro, que cumple 80 años el próximo domingo, no aparece en público desde el 31 de julio, cuando su secretario anunció en la televisión estatal que había sido sometido a una cirugía intestinal y cedía temporalmente el poder a su hermano menor, el ministro de Defensa Raúl Castro.

Un documental sobre una Cuba sin Castro

Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo Herald. 07 de agosto de 2006.

Una cámara recorre las calles de La Habana para indagar lo que piensa la gente sobre el futuro de Cuba sin Fidel Castro. Varios transeúntes esquivan la interrogante y optan por salirse del encuadre fílmico, pero otros se lanzan a opinar como si en el simple acto de expresarse les fuera la vida.

Un joven estudiante dice que nadie sabe lo que pasará, pero asevera que ''ni el hermano [Raúl Castro] va a saber gobernar''. Un intelectual manifiesta que ''la gente va a pedir muchas cuentas al que venga después''. Un mulato asegura sonriente que con Fidel o sin Fidel el país necesita ''un cambio total''. Un veinteañero hace chistes sobre la llegada del gobernante al cielo y su eventual encuentro con San Pedro. La legendaria combatiente revolucionaria Melba Hernández lo resume con una frase lapidaria: "Yo no pienso en eso''.

Pero las imágenes no fueron captadas durante estos días inciertos, sino que conforman un singular cortometraje realizado hace cinco años por el cineasta Ismael Perdomo. El documental de 52 minutos se titula Un día después y constituye un valioso testimonio de los sentimientos y reflexiones que recorren la sociedad cubana en torno a la hora final de Castro.

Una pesquisa sociológica de primera mano que ahora cobra un indudable valor premonitorio.

''Ismael Perdomo tuvo la visión de adelantarse y consiguió filmar reacciones espontáneas que en estos momentos de crisis e incertidumbre nacional sería imposible obtener'', comentó el crítico Alejandro Ríos, fundador del Ciclo de Cine Cubano del Miami-Dade College (MDC). "Esa es la función previsora que suele tener el arte''.

Ríos incluyó el documental de Perdomo en la muestra del Primer Festival de Cine Alternativo, organizado por el MDC en el 2003. Un día después no ha tenido prácticamente ninguna difusión dentro de Cuba y sólo se ha presentado en pequeños espacios con limitado acceso del público.

De hecho, Perdomo es el primer realizador cubano que se aventura en un proyecto con semejante objetivo. Anteriormente el tema de una Cuba sin Fidel Castro había sido únicamente abordado por un equipo de estudiantes extranjeros de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, a finales de los años 80.

Perdomo, discípulo del célebre documentalista Santiago Alvarez, estudió en el Instituto Estatal de Cine de Moscú y se graduó de la carrera de Periodismo en la Universidad de La Habana. El Nuevo Herald no pudo contactarlo para este artículo.

Preguntar sobre el futuro de Cuba sin la presencia de Castro ha sido tradicionalmente un tabú en los medios de comunicación controlados por el Estado, así como en la producción literaria artística promovida por el oficialismo.

Pero al calor de un irreverente movimiento de de cineastas independientes, surgido en los años 90 al margen de la industria estatal y con mínimos recursos de producción, la iniciativa de Perdomo pudo salir adelante.

''Lo que no puede negarse es que resulta un filme inquietante y temáticamente novedoso'', expresó un veterano realizador, residente en la isla. "En cualquier otro país, estaría hoy mismo integrado a una programación televisiva con motivo del acontecimiento, pero aquí sabemos que prevalece siempre la propaganda de reafirmación''.

El propio Perdomo comienza el cortometraje cuestionándose ante la cámara las razones del hermetismo y el temor de los cubanos de a pie en torno a la muerte de Castro.

''No entiendo por qué la gente no pueda hablar de un tema que nos compete a todos'', aparece diciendo Perdomo, de 35 años. "No sé qué es, pero creo que esto [el documental] es algo necesario''.

Las escenas de Un día después constituyen una suerte de revelación anticipada sobre las conductas sociales y oficiales en estos días de ''ausencia temporal'' de Castro.

''El no debe morirse, porque es el hombre más grande e inteligente del mundo'', exclama una entrevistada, que pronostica que el sustituto en el poder sería el actual vicepresidente Carlos Lage.

Un hombre ladea su cuerpo para aventurar el caos nacional: "Se iría esto abajo''.

''A mí me gusta Hassan Pérez'', exclama una mujer negra en medio de un solar, aludiendo al segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, quien es conocido por sus discursos encendidos durante el caso del niño balsero Elián González.

Un joven negro, con pañuelo en la cabeza, se escurre del compromiso: "Hablar no me vale de nada, [lo que pienso] me lo guardo''.

Un estudiante de Derecho menciona a Lage y a Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, como posibles candidatos a gobernar, aunque enfatiza que "el pueblo debe ser el encargado de decidir''.

''Fidel es mi papá, porque fue él quien me hizo nacer, me dio los hospitales y las escuelas'', confiesa un pionero.

Para un joven que se identifica como Hugo Fernández, el futuro es apocalíptico sin Castro: "Ningún líder que venga después va a durar''.

El momento climático del filme proviene de una escena callejera en la que conversan varias personas.

''Vitalicio es este señor'', expresa un hombre viejo. ''Yo no tengo miedo en decirlo'', agrega mientras los demás le piden que se vaya porque "los perjudica''.

Un joven negro le reprocha: "¿Por qué no quieres hablar bien de la persona que nos cuida?''

El poeta y guionista Bladimir Zamora ofrece una visión más conciliadora: "Fidel Castro no va a ser un muerto tranquilo, sino que su presencia acompañará a este país por muchos años después de su muerte''.

Fragmentos de Un día después serán presentados esta semana en el programa A Mano Limpia de América TeVe-Canal 41.

Raúl Castro es otro dictador, dice funcionario estadounidense

Associated Press, 07 de agosto de 2006.

BRASILIA - El coordinador de la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre, Caleb Charles McCarry, afirmó que "la imposición" de Raúl Castro, ministro de Defensa y hermano del presidente cubano Fidel Castro, es la "imposición de otro dictador".

"Solamente los cubanos pueden definir su futuro democrático y los cubanos deben tener el derecho de elegir a sus líderes libremente en Cuba. La imposición de Raúl Castro, la imposición de otro dictador, no es suficiente", dijo el funcionario estadounidense en una entrevista exclusiva desde Washington y publicada el lunes en el diario brasileño Folha de S. Paulo.

Indicó uno de los puntos principales de trabajo de su grupo es "minar la estrategia de sucesión" del presidente Fidel Castro, quien el 31 de julio pasado transfirió interinamente todos su cargos a su hermano menor, Raúl.

Esa estrategia se basaría en "ofrecer fuente de información independientes" a los cubanos, dijo McCarry sin ofrecer detalles sobre cómo se realizaría ese suministro informativo.

"Minar la estrategia de sucesión, francamente...no hay nada mas potente que hablar de los derechos de los cubanos, que es el de escoger su futuro", indicó. "Cuba es una sociedad cerrada, en que la información independiente está prohibida y la oposición y los que no están de acuerdo con el gobierno son severamente castigados", aseguró.

En el gobierno estadounidense "estamos comprometidos en ofrecer fuentes de información independientes a los cubanos y en apoyar el derecho de los cubanos de pensar lo que quieres", aseguró.

Ratificó que el mensaje actual del gobierno en Washington es que los cubanos en la isla "deben permanecer en Cuba, estar allá, trabajar por su propio futuro en Cuba, un futuro mejor. Estados Unidos están comprometidos a apoyarlos".

"Queremos afirmar a los cubanos que lo que ha sido dicho no es verdad. Nosotros reconocemos el derecho de los cubanos de permanecer en sus casas", dijo al ser interrogado sobre cuál sería la posición de Washington en caso que exiliados cubanos y sus herederos en Miami pueden regresar a la isla y reclamar la propiedad de inmuebles expropiados por el gobierno de Castro.

Superviviente del Holocausto añora a Cuba

Jennifer Mooney Piedra, The Miami Herald. 07 de agosto de 2006.

Claire Weinbach recuerda una Cuba en la que las familias pasaban los fines de semana disfrutando del mar cristalino, los niños jugaban en los verdes parques y los seres queridos se reunían para disfrutar de espléndidas comidas.

Weinbach tiene 76 años y es judía, nacida en Bélgica, y dice que algunos de sus mejores recuerdos son de los nueve años que vivió en la Cuba precastrista, un lugar que ella describe como "el paraíso''.

''Llegué a La Habana y me enamoré de la ciudad'', dice Weinbach, que ahora vive en Hollywood. "Allí todo el mundo amaba la vida''.

Weinbach inició su vida matrimonial en Cuba, tuvo a sus tres hijos allí y pudo dejar detrás su terrible niñez de prisión en campos de concentración franceses.

Pero también vivió momentos tristes en la isla.

Su hija Graciela murió de cáncer renal a los 4 años, y está enterrada en un cementerio de La Habana.

En 1960, poco después del acceso de Castro al poder, Weinbach y su esposo Abraham decidieron irse de la nación comunista con sus otros dos hijos, esperando regresar en unos meses.

Eso nunca ocurrió. Y Weinbach se ha pasado estos 46 años esperando el día en que pueda volver a visitar la tumba de su hija.

''Ha sido muy doloroso'', dice al mirar fotos de varias décadas, colocadas en orden en una vieja caja de zapatos. "Estamos a 90 millas de Cuba y no podemos ir''.

Pero su hijo Bernard espera poder visitar algún día el lugar donde descansa su hermana mayor. ''Si allí volviera la democracia yo podría considerarlo'', dice Bernard, quien es médico y tiene su consulta en Aventura.

Cuando se realizaron las celebraciones en las calles de Miami y de Hialeah la semana pasada por la enfermedad de Castro, Weinbach no pudo evitar sentir lo mismo, esperando que el cambio esté próximo.

''Espero que eso se haga realidad'', dice la abuela de siete nietos con un fuerte acento francés. "Estoy segura de que llegará el día en que vuelva allí la democracia''.

Debido a sus experiencias en el Holocausto, Weinbach dice que simpatiza con los cubanos que todavía viven en la isla.

Al principio de la Segunda Guerra Mundial, Weinbach, sus padres y sus tres hermanos huyeron de su hogar en Bélgica a un pequeño pueblo de Francia. Pero los capturaron y los llevaron a un campo de concentración francés, donde Weinbach, quien en aquel momento tenía 10 años, recuerda haber dormido en el suelo, sin tener qué comer ni qué beber excepto agua tibia ''que contenía cosas terribles'', mientras oía los gritos de niños pequeños.

"Los prisioneros morían como moscas. Era terrible''.

Alguien la rescató y la mandaron a vivir con una campesina en una granja, donde tenía que trabajar ''como una esclava'' sembrando o recogiendo vegetales a cambio de tener un lugar seguro donde vivir.

Allí estuvo durante años, fingiéndose católica, hasta que se reunió de nuevo con su madre y sus hermanos en 1947. Su padre murió en un campo de concentración.

Volvieron a su casa en Bélgica hasta que empezó la guerra de Corea. Temiendo algún tipo de nuevo Holocausto, la familia planeó mudarse a Canadá.

Pero antes de eso, Weinbach conoció a su futuro esposo Abraham, un judío polaco que estaba viviendo en Cuba. En dos meses se casaron y se trasladaron a la isla.

Abraham tenía un próspero negocio de diamantes, y Weinbach exploró La Habana, aprendió español (habla cinco idiomas) y crió a sus hijos.

Aunque han pasado más de 50 años desde que murió su hija, Weinbach nunca la olvida, y tiene fotos en toda la casa de la sonriente niña con sus batas de encaje.

Weinbach espera poder visitar pronto a Graciela, y la isla que fue su país.

"Me encantaría volver, para visitar la tumba de mi hija. Pero cuando se hayan ido los comunistas''.

jmooney@MiamiHerald.com

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