NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Bush traza una línea entre Cuba y
el exilio
Rui Ferreira, El Nuevo Herald.
8 de agosto de 2006.
Auna semana del traspaso de poder en Cuba, el
gobierno estadounidense se apresta a hacer cambios
en la política de inmigración aplicada
a los cubanos para facilitar la reunificación
familiar y el ingreso de médicos de la
isla.
La revelación coincidió con una
advertencia clara del presidente George W. Bush
a los exiliados, a quienes dijo ayer que deben
esperar a que los cubanos en la isla decidan su
futuro antes de siquiera pensar en volver a ella.
Según un borrador de trabajo del Departamento
de Seguridad Territorial (DHS), que circula desde
este lunes entre legisladores y funcionarios del
gobierno, el plan tiene como objetivo frenar la
inmigración ilegal de Cuba a Estados Unidos
e impedir el ingreso de funcionarios del régimen
sobre quienes pesen sospechas de abusos de derechos
humanos.
La idea de la administración, revelaron
a El Nuevo Herald dos fuentes conocedoras del
borrador, es usar el paquete de 20,000 visas anuales
acordadas con el gobierno cubano para facilitar
la reunificación familiar, y así
evitar que los exiliados terminen estimulando
las entradas ilegales al pagar a contrabandistas
para que traigan a sus familiares de la isla.
En cuanto a las visas, también se pretende
facilitar el ingreso en Estados Unidos a profesionales
cubanos, particularmente los médicos que
trabajan en terceros países, los cuales
tendrían derecho a beneficiarse de ese
paquete, dijeron las fuentes.
Las fuentes gubernamentales estadounidenses enfatizaron
que se trata sólo de un borrador que está
circulando y que no es un texto final, aunque
estos cambios pueden ser anunciados al inicio
de la próxima semana.
''Viéndolas en conjunto, estas medidas
promueven una inmigración segura, legal
y ordenada, al tiempo que apoyan las aspiraciones
del pueblo cubano de vivir en una sociedad libre
y próspera'', expone el borrador.
En una conferencia de prensa realizada ayer en
Texas, el Presidente no mencionó este borrador
o eventuales cambios en la política inmigratoria,
pero trazó claramente una línea
entre los cubanos de la isla y el exilio.
''Primero es lo primero, y ello es que el pueblo
cubano necesita decidir el futuro de su país'',
y posteriormente, ''una vez que el pueblo de Cuba
decida formar un gobierno, entonces los cubanoamericanos
podrán interesarse por ese país
y lidiar con el tema de la confiscación
de propiedades'', declaró Bush.
El mandatario enfatizó que desea que el
pueblo cubano pueda ''escoger su propia forma
de gobierno'', y agregó: "Permítanme
dejarlo bien claro, deseamos que Cuba tenga la
posibilidad de transformarse a sí misma
de una situación de tiranía a un
tipo de sociedad diferente que el pueblo cubano
debe definir''.
El Presidente también admitió que
la Casa Blanca sigue en la oscuridad con respecto
a la evolución de la situación en
la isla. Es la primera vez que él habla
de la situación en la isla desde que se
supo a inicios de la semana pasada del provisional
traspaso de poder del gobernante Fidel Castro
a su hermano, el general Raúl Castro, a
causa de una seria enfermedad que aparentemente
lo obligó a operarse de los intestinos.
''Cuba no es una sociedad muy transparente, por
lo que así las cosas lo único que
sé es lo que se ha especulado, y eso es,
por un lado, que [Fidel Castro] está muy
enfermo y, por otro, que va a salir del hospital.
Pero no sé, realmente, no sé'',
dijo Bush.
Al trazar una línea entre los cubanos
de las dos orillas del Estrecho de la Florida,
el mandatario provocó reacciones encontradas
en la comunidad exiliada, que oscilaron desde
el rechazo absoluto hasta la moderación.
''El Presidente cree que lo fundamental para
Cuba es que haya una transición a la democracia
y que no sea aceptable para la comunidad internacional
una tiranía de Castro sin Fidel Castro.
Y que las decisiones sobre las políticas
a seguir por los constitucionalistas y los legisladores
de la Cuba libre del mañana, serán
tomadas por los mismos constitucionalistas y legisladores
de la Cuba libre del mañana'', comentó
el congresista republicano Lincoln Díaz-Balart,
quien es además vicepresidente del Comité
de Reglamento de la Cámara de Representantes.
Por su lado, el director de New Democrat Network,
Joe García, quien fue director ejecutivo
de la Fundación Nacional Cubano Americana
(FNCA) hasta hace dos años, sostuvo: "A
algunos de nosotros que ya habíamos tropezado
con esta piedra, nos queda mostrar simpatía
por los que chocan con esta realidad por primera
vez''.
García se refería a que, cuando
estaba en la FNCA, él protagonizó
una campaña para emplazar la política
inmigratoria de EEUU hacia Cuba.
''Cuando cambiamos de rumbo fue porque chocamos
con el obstáculo de Washington. Otros prefirieron
seguir chocando una y otra vez con la misma piedra.
Hoy recibieron otra señal, yo diría
que concluyente: quédense en casa y limítense
a mirar de lejos. Esto es algo que debe ser muy
duro para esos cubanos que siempre han creído
en el añorado apoyo americano'', añadió
García.
Las palabras de Bush provocaron una poco usual
coincidencia entre dos organizaciones del exilio,
tradicionalmente opuestas en el enfoque hacia
la isla.
''Nuestras preocupaciones y participación
en el desarrollo de Cuba no esperarán hasta
que ocurra una transición, porque estamos
muy interesados en ayudar y acelerar una transición
a la democracia tanto como podamos'', dijo Camila
Ruiz, portavoz de la FNCA.
''El presidente Bush tampoco determina cuándo
el exilio puede o no tener participación''
en los asuntos internos de la isla, acotó
por su parte Ninoska Pérez Castellón,
del Consejo por la Libertad de Cuba.
Según Pérez, el papel de los exiliados
está delineado en el informe de la Comisión
de Ayuda a una Cuba Libre, donde se indica que
en caso de cambio político en la isla,
el exilio debe dar ayuda en ''todas las áreas''
para asegurar "el éxito de una transición
a una Cuba libre''.
Ruiz coincidió con el Presidente en no
traer a colación de momento el tema de
las propiedades confiscadas, "particularmente
porque el régimen lo utiliza para asustar
a los cubanos haciéndoles pensar que los
exiliados quieren regresar, recuperar sus propiedades
y echar a la gente de sus residencias''.
La portavoz añadió que, no obstante,
los exiliados tienen derecho a discutir ese y
otros asuntos "incluyendo cómo estos
reclamos se manejarán en una Cuba post
Castro, un asunto que, como tantos otros, obviamente
surgirá''.
Esta información se complementó
con servicios cablegráficos de El Nuevo
Herald.
rferreira@elnuevoherald.com
Piden a Raúl libertad para presos políticos
EFE, La Habana, 07 de agosto de
2006.
Las Damas de Blanco, que reúne a esposas
y familiares de disidentes cubanos encarcelados,
pidieron ayer a Raúl Castro que dé
muestras de cambio y libere a los presos políticos
y anunció que continuará con sus
marchas pacíficas dominicales.
Ocho integrantes del grupo, que surgió
en el 2003, tras el encarcelamiento de 75 disidentes,
acudieron ayer, como cada domingo, a la iglesia
de Santa Rita, en el barrio habanero de Miramar,
para rezar por sus familiares presos, y marcharon
después por la Quinta Avenida de la ciudad
portando gladiolos y azucenas.
En un iglesia con poca afluencia de fieles, las
damas escucharon el comunicado de la Conferencia
de Obispos leído al término de la
misa, en el que se pide a los cubanos que oren
para que Dios acompañe en su enfermedad
a Fidel Castro e ilumine a su hermano Raúl.
El gobernante cubano, en un hecho sin precedentes,
cedió el lunes el poder a su hermano Raúl,
mientras convalece de una delicada intervención
intestinal.
''En nuestro corazón no hay odio, no hay
rencor ni incluso contra el doctor Castro que
nos ha hecho sufrir'', aseguró Laura Pollán,
portavoz del grupo, que pidió que ''el
Señor haga su voluntad'' con Castro.
Cuba vive un ''momento histórico'' y las
Damas de Blanco desde el ''primer momento de cambio
provisional de gobierno estamos pidiendo la libertad
inmediata e incondicional de nuestros presos'',
recalcó.
Según la esposa del disidente encarcelado
Héctor Maseda, los presos políticos
han pedido democracia y no sucesión para
Cuba y su situación en las cárceles
no ha variado en los últimos días,
salvo en algunos casos en los que ha habido ''provocaciones''
de parte de presos comunes, pero ''ellos van a
mantener la calma'', comentó.
Amplió que "debemos esperar para
ver cuál va a ser la línea de Raúl''.
''Exhortamos [a Raúl Castro] que lo mejor
que puede hacer como gesto de buena voluntad es
soltar a los presos para que vean que ya se está
cumpliendo con los derechos humanos'', apuntó
Pollán, quien insistió en que las
Damas de Blanco no es un movimiento político.
Miriam Leyva, esposa del ex preso político
Oscar Espinosa, señaló que "la
Iglesia pidió que Dios acompañe
en su enfermedad al presidente, y eso para cualquier
cristiano, para cualquier persona de cualquier
religión, es lógico''.
Cuba, añadió, "enfrenta un
momento crítico. El pueblo cubano se merece
salir de la situación de totalitarismo
e irrespeto a los derechos humanos y seguimos
abogando por la liberación de los presos
de conciencia''.
''El pueblo cubano se merece una situación
nueva, con más participación y conciliación,
se merece marchar hacia la democracia y la libertad'',
agregó Leyva.
Desde el 30 de marzo del 2003, cuando se fundó
el grupo, ''hemos pedido por que los gobernantes
se iluminen, por el pueblo de Cuba y por que sean
liberados los presos'', indicó.
''Hay una situación de mucha tensión,
una calma extraña y una gran vigilancia
en todas partes de forma cautelosa. Hay un reforzamiento
de la vigilancia pero no ha habido hostigamiento'',
apuntó.
Leyva mencionó como excepción el
caso de una disidente de Las Tunas, en el oriente
del país, que sufrió un acto de
repudio mientras se encontraba en su casa con
14 niños y adolescentes.
''Es importante que esto no ocurra'', advirtió
" y que se brinde al pueblo cubano la oportunidad
de avanzar hacia la democracia y que este país
progrese económica y socialmente''.
Las Damas de Blanco surgieron a raíz de
las condenas de cárcel impuestas a 75 disidentes
acusados de ''conspirar con EEUU'', ''socavar
los principios de la revolución'' y "atentar
contra la independencia del Estado''.
Granma dice que Castro mejora y lo compara
con árbol duro
Andrea Rodriguez, Associated Press.
LA HABANA - Una semana después de haber
delegado el poder en su hermano Raúl, el
presidente cubano Fidel Castro se recupera velozmente
de una operación, aseguró el lunes
el periódico oficial Granma, al comparar
al mandatario con un árbol de madera muy
dura y valiosa que crece en el oriente de la isla.
"Hace unas horas, un amigo, tras compartir
con el Comandante e impresionado por su recuperación,
nos dijo ¡es un caguairán!",
expresó el lunes una nota editorial de
Granma, órgano de difusión del Partido
Comunista de Cuba.
Caguairán es el nombre en la isla de lo
que en América Latina se conoce como quebracho,
un árbol cuyo grueso tronco entrega una
madera preciosa, de gran compactación e
incorruptible a los efectos de la sal o la humedad
tropical.
Operado de urgencia el 31 de julio, el mandatario
cubano dejó temporalmente sus funciones
de gobierno a su hermano Raúl, pero hasta
ahora éste no se ha presentado en público.
Castro dio a conocer su decisión a través
de una proclama y el martes pasado en una nueva
carta pública indicó que no daría
detalles sobre su enfermedad --considerándola
secreto de Estado-- para evitar que los enemigos
de la revolución se aprovecharan de la
situación.
El gobernante, próximo a cumplir 80 años
de edad, informó en su mensaje que tuvo
un "sangramiento sostenido" intestinal
ocasionado por las largas jornadas de trabajo
derivadas de su visita a Argentina para la Cumbre
del Mercosur y las festividades del 26 de Julio,
aniversario de la revolución cubana.
Mientras tanto, funcionarios del gobierno cubano
que en principio guardaron silencio empezaron
a realizar declaraciones y hasta viajes afuera
del país para cumplir con obligaciones
internacionales.
"En cada encuentro con agrupaciones amigas
de Cuba, con autoridades o simples ciudadanos,
las personas se acercan preocupadas por la salud
del compañero Fidel y le desean pronto
restablecimiento", dijo el vicepresidente
Carlos Lage, quien viajó el sábado
y domingo a Bolivia como invitado a la instalación
de la Asamblea Constituyente.
Lage también indicó el lunes en
Colombia, donde asiste a la inauguración
del segundo mandato del presidente Alvaro Uribe,
que la recuperación de Castro es satisfactoria
y que "en unas semanas" se reincorporará
a sus funciones.
En la misma dirección fueron las declaraciones
del ministro de Salud, José Ramón
Balaguer, quien voló a Guatemala para inaugurar
un hospital instalado con apoyo cubano.
Tanto Lage como Balaguer obtuvieron de Castro
la delegación de funciones, el primero
a cargo de la campaña energética
y el segundo del programa internacional de salud.
Su visión optimista fue compartida por
el líder parlamentario Ricardo Alarcón.
En una entrevista con la cadena regional Telesur,
el legislador, un cercano colaborador de Castro
en temas relacionados con Estados Unidos, aseguró
que en la isla había "tranquilidad".
Alarcón fue consultado además por
la tensa situación reinante con Washington
y su oferta para cooperar con una "Cuba libre"
con pluripartidismo y economía de mercado
y los comentarios de funcionario estadounidenses
sobre la necesidad de una transición en
la isla.
"Lo primero que le viene a la mente a uno
es: ¿Y a ellos (Washington) que les importa
lo que suceda en el gobierno de un país
soberano, independiente? No estamos hablando de
una colonia norteamericana. Ellos no tienen ni
arte ni parte", aseguró Alarcón.
Paralelamente, las calles de la isla lucieron
la misma normalidad de los días precedentes,
sin que se reporten incidentes.
Castro pudiera regresar "en unas semanas''
Rui Ferreira, El Nuevo Herald. 07 de agosto de
2006.
El gobernante cubano Fidel Castro pudiera volver
a tomar las riendas del poder ''en unas semanas'',
aseguró ayer el vicepresidente cubano Carlos
Lage, a un grupo de periodistas en la ciudad de
Sucre, Bolivia, donde realiza una gira desde hace
dos días.
El cercano colaborador de Castro, añadió
que ''hay Fidel para otros 80 años más,
está evolucionando bien'' cuando la prensa
local le preguntó sobre la salud del gobernante
cubano, reportó al cierre de esta edición
la agencia Associated Press.
Los cubanos pasaron el fin de semana en una tensa
calma a la espera de noticias sobre el estado
de salud del gobernante Fidel Castro, en medio
de una discreta movilización militar en
la capital y renovadas oraciones de la Iglesia
Católica.
''Las patrullas de reservistas siguen en las
calles, principalmente en [las barriadas de] Centro
Habana, Habana Vieja, Casablanca y otros barrios
periféricos de extracción humilde'',
dijo a El Nuevo Herald, un periodista cubano ayer
por la tarde, tras un recorrido por la ciudad.
Los reservistas, que se están dejando
fotografiar sin problemas por algunos corresponsales,
están vestidos de uniforme verde olivo,
pero desarmados, en contraste con la movilización
policial, que aunque menor, no deja de hacerse
sentir, principalmente en el Malecón habanero,
escenario de un conato de revuelta en el verano
de 1994.
''Esta movilización funciona más
como antena de detección de algún
movimiento sospechoso, que propiamente un acto
de represión, pero lo cierto es que la
gente está calmada, se comenta mucho la
situación de Fidel y, exceptuando la misa
del Cardenal, la presencia de las Damas de Blanco
en una iglesia y un acto organizado por la Federación
de Mujeres [cubanas], hasta ahora tenemos un domingo
tranquilo'', añadió la fuente, que
pidió el anonimato.
Dentro de esta tranquilidad, no falto este domingo
una carta con buenos augurios enviada a Castro
por el niño Elián González,
que en el año 2000 protagonizó una
saga político-diplomática que movilizó
la isla de punta a punta y crispó al exilio
cubano.
''Te enviamos esta carta para hacerle saber que
nos preocupamos por la salud suya. Esperamos su
pronta recuperación y aprovechamos para
felicitarlo por su cumpleaños y que cumpla
muchos más'' (sic), escribió Elián,
que ahora tiene 12 años.
El lunes, el gobernante cubano Fidel Castro,
quien cumple 80 años el 13 de agosto, sorprendió
a amigos y adversarios con el anuncio de la cesión
''provisional'' de sus poderes a su hermano, el
general Raúl Castro, de 75 años.
Inicialmente hubo dudas sobre la autenticidad
de la carta en que el gobernante reveló
que fue sometido a una operación para detener
un sangramiento intestinal, pero con el pasar
de los días se ha consolidado la idea entre
analistas de que el traspaso fue real, sino definitivo.
En la habitual misa dominical en la Catedral
de La Habana, el cardenal Jaime Ortega Alamino
y arzobispo de La Habana, pidió en sus
oraciones "que Dios acompañe en su
enfermedad al presidente Fidel Castro''.
Posteriormente, en una conversación con
reporteros extranjeros, el Cardenal precisó
que seguirán las misas por la salud del
enfermo.
''En estos días, se tendrán en
cuenta la salud del presidente, la patria y los
que gobiernan actualmente. Oramos por la patria,
por Cuba en estos momentos, por quienes la dirigen.
Es nuestra manera de poner el futuro en manos
del Señor, que es lo que le corresponde
en estos momentos a la Iglesia'', dijo.
Y añadió que, sobre todo, hay que
pedir "para que nada rompa la concordia entre
los cubanos, nada perturbe la paz entre nosotros,
ya que es evidente que cualquier cosa que fuese
de ese estilo no solamente es rechazada, sino
que sería muy lamentable''.
En este sentido, el Cardenal insistió
en que la Iglesia Católica cubana "jamás
estaría ... ni siquiera aceptando mínimamente
cualquier intervención extranjera. ¡Jamás!''.
La homilía fue seguida por cerca de medio
centenar de personas. La mayoría no quiso
hablar con los reporteros extranjeros, pero un
hombre comentó a la salida que no esperaba
el tono que la curia ha empleado estos días.
''Entiendo lo que dijo Jaime, pero no esperaba
que insistiera mucho en el tópico. Deberían
dejarnos a cada uno de nosotros rezar como queramos
y por lo que queramos. Así hemos estado
estos 40 años'', dijo un hombre de media
edad, que no quiso revelar su nombre.
Y mientras en La Habana la Iglesia ora por la
salud de Castro, este domingo en Caracas el mandatario
venezolano Hugo Chávez, tras dos meses
de ausencia, volvió a su programa semanal
''Aló presidente'' asegurando que Castro
se encuentra en franca recuperación y que
hasta le envió un mensaje, curiosamente,
con partes en inglés.
''¿Qué tal Fidel? How are you Fidel?
Patria o muerte, venceremos. ¿Cómo
estás? Un abrazo, compañero, camarada
y amigo'', dijo Chávez, ante las cámaras
de televisión.
'Sé que te estás recuperando. Tenemos
informaciones fidedignas de tu franca recuperación.
Vamos a darle un aplauso a ese hermano. Ya sabes,
me esperas por allá para que tomemos un
'tsunami', que es un energético que prepara
Fidel con soya, avena y no sé cuántas
cosas más'', agregó el mandatario
venezolano.
En la alocución que, como es habitual,
fue trasmitida por la cadena oficial Venezolana
de Televisión y retransmitida por los demás
canales privados, Chávez reveló
cómo se enteró de la enfermedad
de Castro, mientras viajaba por Vietnam.
Aparentemente, nadie llamó al mandatario
a advertirle de la situación, sino que
Chávez supo la noticia cuando encendió
el televisor de su habitación en el hotel
donde se alojó en Hanoi, la capital vietnamita.
''Veo a Carlitos Valenciaga, que es el secretario
de Fidel. Me pregunto qué hace Carlitos
ahí si él nunca sale a leer nada
en televisión. Sólo escuché
la mitad [de la proclama], no oí la primera
parte. Yo no oí la causa, sino que Fidel
transmitió el poder. Estaba con nosotros
[su hermano] Adán Chávez, que es
embajador en La Habana, él se quedó
haciendo llamadas'', refirió.
El gobierno venezolano anunció el viernes
que Adam Chávez fue sacado del puesto de
embajador en la isla, y nombrado ministro de la
Presidencia, sin que se revelara el contenido
de sus responsabilidades.
El mandatario venezolano, añadió'
Fui a ver [al cadáver embalsamado] de Ho
Chi Min y pensaba 'Dios mío, yo no te quiero
ver así Fidel'. Después pude hablar
con algunos de los compañeros en Cuba y
me quedé un poco más tranquilo,
pero muy preocupado todos esos días y noches
de la gira'', agregó Chávez.
Fue la primera vez que el presidente venezolano
se refirió a la salud de Castro tras su
regreso a Caracas el jueves, alimentando la incertidumbre
sobre el gobernante cubano.
Este artículo se completó con
servicios cablegráficos.
rferreira@elnuevoherald.com
Líder de Malasia desea pronta recuperación
a Castro
Associated Press, 07 de agosto
de 2006.
KUALA LUMPUR - El primer ministro de Malasia
le deseó el lunes a Fidel Castro una pronta
recuperación de una cirugía intestinal
y dijo que espera poder verlo en la cumbre de
los no alineados que se realizará el mes
próximo en La Habana.
"Me complace saber que su operación
ha sido exitosa y que usted está respondiendo
bien al tratamiento médico", manifestó
el primer ministro Abdulá Ahmad Badawi
en un comunicado transmitido por la agencia nacional
de noticias Bernama.
Abdulá expresó que espera reunirse
con Castro durante un encuentro de los líderes
del Movimiento de Países No Alineados que
se realizará en Cuba entre el 11 y el 16
de septiembre.
Malasia ha mantenido la presidencia rotativa
del grupo _integrado por 116 naciones_ y entregará
el mando a Cuba el mes próximo.
Castro, que cumple 80 años el próximo
domingo, no aparece en público desde el
31 de julio, cuando su secretario anunció
en la televisión estatal que había
sido sometido a una cirugía intestinal
y cedía temporalmente el poder a su hermano
menor, el ministro de Defensa Raúl Castro.
Un documental sobre una Cuba sin Castro
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 07 de agosto de 2006.
Una cámara recorre las calles de La Habana
para indagar lo que piensa la gente sobre el futuro
de Cuba sin Fidel Castro. Varios transeúntes
esquivan la interrogante y optan por salirse del
encuadre fílmico, pero otros se lanzan
a opinar como si en el simple acto de expresarse
les fuera la vida.
Un joven estudiante dice que nadie sabe lo que
pasará, pero asevera que ''ni el hermano
[Raúl Castro] va a saber gobernar''. Un
intelectual manifiesta que ''la gente va a pedir
muchas cuentas al que venga después''.
Un mulato asegura sonriente que con Fidel o sin
Fidel el país necesita ''un cambio total''.
Un veinteañero hace chistes sobre la llegada
del gobernante al cielo y su eventual encuentro
con San Pedro. La legendaria combatiente revolucionaria
Melba Hernández lo resume con una frase
lapidaria: "Yo no pienso en eso''.
Pero las imágenes no fueron captadas durante
estos días inciertos, sino que conforman
un singular cortometraje realizado hace cinco
años por el cineasta Ismael Perdomo. El
documental de 52 minutos se titula Un día
después y constituye un valioso testimonio
de los sentimientos y reflexiones que recorren
la sociedad cubana en torno a la hora final de
Castro.
Una pesquisa sociológica de primera mano
que ahora cobra un indudable valor premonitorio.
''Ismael Perdomo tuvo la visión de adelantarse
y consiguió filmar reacciones espontáneas
que en estos momentos de crisis e incertidumbre
nacional sería imposible obtener'', comentó
el crítico Alejandro Ríos, fundador
del Ciclo de Cine Cubano del Miami-Dade College
(MDC). "Esa es la función previsora
que suele tener el arte''.
Ríos incluyó el documental de Perdomo
en la muestra del Primer Festival de Cine Alternativo,
organizado por el MDC en el 2003. Un día
después no ha tenido prácticamente
ninguna difusión dentro de Cuba y sólo
se ha presentado en pequeños espacios con
limitado acceso del público.
De hecho, Perdomo es el primer realizador cubano
que se aventura en un proyecto con semejante objetivo.
Anteriormente el tema de una Cuba sin Fidel Castro
había sido únicamente abordado por
un equipo de estudiantes extranjeros de la Escuela
Internacional de Cine de San Antonio de los Baños,
a finales de los años 80.
Perdomo, discípulo del célebre
documentalista Santiago Alvarez, estudió
en el Instituto Estatal de Cine de Moscú
y se graduó de la carrera de Periodismo
en la Universidad de La Habana. El Nuevo Herald
no pudo contactarlo para este artículo.
Preguntar sobre el futuro de Cuba sin la presencia
de Castro ha sido tradicionalmente un tabú
en los medios de comunicación controlados
por el Estado, así como en la producción
literaria artística promovida por el oficialismo.
Pero al calor de un irreverente movimiento de
de cineastas independientes, surgido en los años
90 al margen de la industria estatal y con mínimos
recursos de producción, la iniciativa de
Perdomo pudo salir adelante.
''Lo que no puede negarse es que resulta un filme
inquietante y temáticamente novedoso'',
expresó un veterano realizador, residente
en la isla. "En cualquier otro país,
estaría hoy mismo integrado a una programación
televisiva con motivo del acontecimiento, pero
aquí sabemos que prevalece siempre la propaganda
de reafirmación''.
El propio Perdomo comienza el cortometraje cuestionándose
ante la cámara las razones del hermetismo
y el temor de los cubanos de a pie en torno a
la muerte de Castro.
''No entiendo por qué la gente no pueda
hablar de un tema que nos compete a todos'', aparece
diciendo Perdomo, de 35 años. "No
sé qué es, pero creo que esto [el
documental] es algo necesario''.
Las escenas de Un día después constituyen
una suerte de revelación anticipada sobre
las conductas sociales y oficiales en estos días
de ''ausencia temporal'' de Castro.
''El no debe morirse, porque es el hombre más
grande e inteligente del mundo'', exclama una
entrevistada, que pronostica que el sustituto
en el poder sería el actual vicepresidente
Carlos Lage.
Un hombre ladea su cuerpo para aventurar el caos
nacional: "Se iría esto abajo''.
''A mí me gusta Hassan Pérez'',
exclama una mujer negra en medio de un solar,
aludiendo al segundo secretario de la Unión
de Jóvenes Comunistas, quien es conocido
por sus discursos encendidos durante el caso del
niño balsero Elián González.
Un joven negro, con pañuelo en la cabeza,
se escurre del compromiso: "Hablar no me
vale de nada, [lo que pienso] me lo guardo''.
Un estudiante de Derecho menciona a Lage y a
Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento
cubano, como posibles candidatos a gobernar, aunque
enfatiza que "el pueblo debe ser el encargado
de decidir''.
''Fidel es mi papá, porque fue él
quien me hizo nacer, me dio los hospitales y las
escuelas'', confiesa un pionero.
Para un joven que se identifica como Hugo Fernández,
el futuro es apocalíptico sin Castro: "Ningún
líder que venga después va a durar''.
El momento climático del filme proviene
de una escena callejera en la que conversan varias
personas.
''Vitalicio es este señor'', expresa un
hombre viejo. ''Yo no tengo miedo en decirlo'',
agrega mientras los demás le piden que
se vaya porque "los perjudica''.
Un joven negro le reprocha: "¿Por
qué no quieres hablar bien de la persona
que nos cuida?''
El poeta y guionista Bladimir Zamora ofrece una
visión más conciliadora: "Fidel
Castro no va a ser un muerto tranquilo, sino que
su presencia acompañará a este país
por muchos años después de su muerte''.
Fragmentos de Un día después serán
presentados esta semana en el programa A Mano
Limpia de América TeVe-Canal 41.
Raúl Castro es otro dictador, dice
funcionario estadounidense
Associated Press, 07 de agosto
de 2006.
BRASILIA - El coordinador de la Comisión
de Asistencia para una Cuba Libre, Caleb Charles
McCarry, afirmó que "la imposición"
de Raúl Castro, ministro de Defensa y hermano
del presidente cubano Fidel Castro, es la "imposición
de otro dictador".
"Solamente los cubanos pueden definir su
futuro democrático y los cubanos deben
tener el derecho de elegir a sus líderes
libremente en Cuba. La imposición de Raúl
Castro, la imposición de otro dictador,
no es suficiente", dijo el funcionario estadounidense
en una entrevista exclusiva desde Washington y
publicada el lunes en el diario brasileño
Folha de S. Paulo.
Indicó uno de los puntos principales de
trabajo de su grupo es "minar la estrategia
de sucesión" del presidente Fidel
Castro, quien el 31 de julio pasado transfirió
interinamente todos su cargos a su hermano menor,
Raúl.
Esa estrategia se basaría en "ofrecer
fuente de información independientes"
a los cubanos, dijo McCarry sin ofrecer detalles
sobre cómo se realizaría ese suministro
informativo.
"Minar la estrategia de sucesión,
francamente...no hay nada mas potente que hablar
de los derechos de los cubanos, que es el de escoger
su futuro", indicó. "Cuba es
una sociedad cerrada, en que la información
independiente está prohibida y la oposición
y los que no están de acuerdo con el gobierno
son severamente castigados", aseguró.
En el gobierno estadounidense "estamos comprometidos
en ofrecer fuentes de información independientes
a los cubanos y en apoyar el derecho de los cubanos
de pensar lo que quieres", aseguró.
Ratificó que el mensaje actual del gobierno
en Washington es que los cubanos en la isla "deben
permanecer en Cuba, estar allá, trabajar
por su propio futuro en Cuba, un futuro mejor.
Estados Unidos están comprometidos a apoyarlos".
"Queremos afirmar a los cubanos que lo que
ha sido dicho no es verdad. Nosotros reconocemos
el derecho de los cubanos de permanecer en sus
casas", dijo al ser interrogado sobre cuál
sería la posición de Washington
en caso que exiliados cubanos y sus herederos
en Miami pueden regresar a la isla y reclamar
la propiedad de inmuebles expropiados por el gobierno
de Castro.
Superviviente del Holocausto añora
a Cuba
Jennifer Mooney Piedra, The Miami
Herald. 07 de agosto de 2006.
Claire Weinbach recuerda una Cuba en la que las
familias pasaban los fines de semana disfrutando
del mar cristalino, los niños jugaban en
los verdes parques y los seres queridos se reunían
para disfrutar de espléndidas comidas.
Weinbach tiene 76 años y es judía,
nacida en Bélgica, y dice que algunos de
sus mejores recuerdos son de los nueve años
que vivió en la Cuba precastrista, un lugar
que ella describe como "el paraíso''.
''Llegué a La Habana y me enamoré
de la ciudad'', dice Weinbach, que ahora vive
en Hollywood. "Allí todo el mundo
amaba la vida''.
Weinbach inició su vida matrimonial en
Cuba, tuvo a sus tres hijos allí y pudo
dejar detrás su terrible niñez de
prisión en campos de concentración
franceses.
Pero también vivió momentos tristes
en la isla.
Su hija Graciela murió de cáncer
renal a los 4 años, y está enterrada
en un cementerio de La Habana.
En 1960, poco después del acceso de Castro
al poder, Weinbach y su esposo Abraham decidieron
irse de la nación comunista con sus otros
dos hijos, esperando regresar en unos meses.
Eso nunca ocurrió. Y Weinbach se ha pasado
estos 46 años esperando el día en
que pueda volver a visitar la tumba de su hija.
''Ha sido muy doloroso'', dice al mirar fotos
de varias décadas, colocadas en orden en
una vieja caja de zapatos. "Estamos a 90
millas de Cuba y no podemos ir''.
Pero su hijo Bernard espera poder visitar algún
día el lugar donde descansa su hermana
mayor. ''Si allí volviera la democracia
yo podría considerarlo'', dice Bernard,
quien es médico y tiene su consulta en
Aventura.
Cuando se realizaron las celebraciones en las
calles de Miami y de Hialeah la semana pasada
por la enfermedad de Castro, Weinbach no pudo
evitar sentir lo mismo, esperando que el cambio
esté próximo.
''Espero que eso se haga realidad'', dice la
abuela de siete nietos con un fuerte acento francés.
"Estoy segura de que llegará el día
en que vuelva allí la democracia''.
Debido a sus experiencias en el Holocausto, Weinbach
dice que simpatiza con los cubanos que todavía
viven en la isla.
Al principio de la Segunda Guerra Mundial, Weinbach,
sus padres y sus tres hermanos huyeron de su hogar
en Bélgica a un pequeño pueblo de
Francia. Pero los capturaron y los llevaron a
un campo de concentración francés,
donde Weinbach, quien en aquel momento tenía
10 años, recuerda haber dormido en el suelo,
sin tener qué comer ni qué beber
excepto agua tibia ''que contenía cosas
terribles'', mientras oía los gritos de
niños pequeños.
"Los prisioneros morían como moscas.
Era terrible''.
Alguien la rescató y la mandaron a vivir
con una campesina en una granja, donde tenía
que trabajar ''como una esclava'' sembrando o
recogiendo vegetales a cambio de tener un lugar
seguro donde vivir.
Allí estuvo durante años, fingiéndose
católica, hasta que se reunió de
nuevo con su madre y sus hermanos en 1947. Su
padre murió en un campo de concentración.
Volvieron a su casa en Bélgica hasta que
empezó la guerra de Corea. Temiendo algún
tipo de nuevo Holocausto, la familia planeó
mudarse a Canadá.
Pero antes de eso, Weinbach conoció a
su futuro esposo Abraham, un judío polaco
que estaba viviendo en Cuba. En dos meses se casaron
y se trasladaron a la isla.
Abraham tenía un próspero negocio
de diamantes, y Weinbach exploró La Habana,
aprendió español (habla cinco idiomas)
y crió a sus hijos.
Aunque han pasado más de 50 años
desde que murió su hija, Weinbach nunca
la olvida, y tiene fotos en toda la casa de la
sonriente niña con sus batas de encaje.
Weinbach espera poder visitar pronto a Graciela,
y la isla que fue su país.
"Me encantaría volver, para visitar
la tumba de mi hija. Pero cuando se hayan ido
los comunistas''.
jmooney@MiamiHerald.com
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