Computadoras
e Internet sí, pero no en casa
Bitácora
Cubana, 11 de noviembre
de 2005.
BC, Patricia Grogg, La Habana (Agencias) Cuba
mantiene una política informática
que da prioridad al empleo social de las tecnologías
de la información y las telecomunicaciones,
pero excluye el acceso privado a herramientas
como Internet.
"A medida que nuestras posibilidades sean
mayores, se irán abriendo nuevos espacios",
aseguró este viernes a IPS el ministro
cubano de Informática y Comunicaciones,
Ignacio González Planas, durante un foro
en Internet organizado por la cancillería.
González Planas no aclaró, sin
embargo, si esos "nuevos espacios" implicarían
aperturas que permitan en el futuro a ciudadanos
de este país acceder a Internet desde cuentas
personales habilitadas en las computadoras de
sus casas.
Esa alternativa no parece figurar en los planes
actuales, enfocados en desarrollar el uso social
intensivo de los recursos de conexión.
De acuerdo con datos oficiales, Cuba contaba
al cierre del primer semestre de este año
con 335.000 computadoras, o 2,98 por cada 100
habitantes. En tanto, en 2004, 13 de cada 1.000
cubanos tenían acceso a Internet.
Todas las escuelas, 93 de las cuales tienen un
solo alumno, iniciaron el actual curso escolar
con 46.290 computadoras disponibles para sus estudiantes
de educación primaria, secundaria y preescolar.
En este país de educación universal
y gratuita, todas las universidades están
conectadas a Internet, así como los centros
científicos y los medios estatales de comunicación,
entre otras instituciones.
Pero la compra o importación de una computadora
está sujeta a estrictas regulaciones, lo
mismo que el acceso privado a la red informática
mundial.
"Mi padre me trajo los componentes de un
ordenador desde el extranjero y aquí lo
armamos. Luego conseguí una cuenta de correo
electrónico", contó María
del Carmen, economista de 26 años que no
quiso dar su apellido.
La joven, que prefirió no explicar el
origen de su cuenta de correo electrónico,
sostuvo que esta forma de conectarse es más
abundante que aquellas que permiten navegar en
la red, pero está igualmente sujeta a restricciones
en el sector privado.
"En la oficina tenemos Internet y ahí
busco lo que necesito para el posgrado que estoy
haciendo", indicó. Comprar en la "bolsa
negra" un password (contraseña) para
navegar desde casa le costaría unos 40
dólares, con derecho a unas tres horas
diarias, algo prohibitivo para su bolsillo, explicó.
El ministro González Planas afirmó
que las condiciones económicas del país
impiden un acceso masivo a Internet, de modo que
se optó por el uso social de estos recursos,
a través de centros colectivos, instituciones,
salas de navegación, escuelas, universidades
y los llamados "joven clubs" de computación.
"Esto es sin duda más efectivo y
pueden acceder más ciudadanos que si pusiéramos
conexiones en algunos domicilios, cosa que podría
pagar sólo una elite de la población
y consumiría una parte muy importante de
nuestro ancho de banda, por ejemplo", indicó
González Planas.
Pero las salas de navegación son escasas,
la mayoría se encuentran en los hoteles
para turistas, se pagan en pesos convertibles,
moneda local que circula en lugar del dólar
estadounidense, y no siempre dan acceso a ciudadanos
cubanos.
La actual conexión cubana a la red no
ofrece el ancho de banda adecuado para satisfacer
la demanda del país, cuyo único
enlace a Internet es por satélite.
Según expertos, el problema se resolvería
si se conectara un cable de fibra óptica
entre Cuba y el estado estadounidense de Florida,
pero las restricciones del embargo estadounidense
contra este país lo impiden.
"Si por dificultades económicas no
es posible que los ciudadanos tengan acceso a
Internet desde sus casas, debería estimularse
otras opciones, como por ejemplo diseminar los
sitios que existen y ofrecerlos a precios moderados",
dijo a IPS el opositor Manuel Cuesta.
En su opinión, lo económico se
usa para "enmascarar" las razones ideológicas.
"Es una manera de extender a la tecnología
las limitaciones a las libertades de expresión,
que es un mal mayor", comentó.
Cuesta es portavoz de Arco Progresista, una coalición
de agrupaciones de la disidencia moderada vinculada
a la revista digital Consenso, que ya va por su
segunda edición bimensual. "Juntamos
recursos para acceder a Internet. Es la única
revista digital de la oposición desde Cuba",
afirmó.
El gobierno cubano considera "mercenarios
al servicio del imperio" a todos los grupos
disidentes, algunos de los cuales tienen páginas
digitales contratadas en servidores fuera del
país.
Cuba acudirá a la segunda fase de la Cumbre
Mundial sobre la Sociedad de la Información,
que se realizará en Túnez del 16
al 18 de noviembre, con una delegación
de 20 personas encabezada por el ministro de Informática
y Comunicaciones.
Uno delos asuntos que se tratarán en esa
cita es el de la gobernanza de Internet, es decir
la forma de administrar la red mundial en sus
aspectos técnicos y políticos y
en la adjudicación de nombres y números
de dominio.
Gobiernos de países en desarrollo y organizaciones
de la sociedad civil reclaman participación
en el gobierno de Internet, una red originalmente
creada y desarrollada en Estados Unidos, cuyo
gobierno ejerce cierta hegemonía en su
administración.
La Habana aprovechará el encuentro para
demandar a Estados Unidos el cese de las transmisiones
"ilegales" de radio y televisión
hacia Cuba, que según autoridades totalizan
2.425 horas semanales emitidas en 30 frecuencias.
© Derechos
reservados Bitácora Cubana - edicion@bitacoracubana.com
|