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"El
Duque" Hernández reconoce escuela cubana
Agencias. El
Sentinel, Florida, 31 de octubre de 2005.
Houston -- En algunos momentos de su vida se
sintió como la persona más perseguida
del gobierno cubano, sabe las deficiencias que
hay en la Isla, reprocha la pobreza extrema con
la que viven sus paisanos, pero Orlando "El
Duque" Hernández reconoce que la escuela
que le dejó Cuba no la cambia por nada.
Con 36 años de edad, Hernández
acepta que la forma de vida y la rigidez que impone
el gobierno de Fidel Castro ha sido la base para
sus éxitos en el beisbol de las Grandes
Ligas.
"Es muy dura la vida en Cuba, pero mira
que esa escuela no la cambio por nada, te da para
vivir bien en donde tú quieras y de la
forma que tú quieras", indicó
el ya cuatro veces campeón de la Serie
Mundial.
José Contreras recuerda también
los malos momentos en Cuba, pero ambos aceptan
que esas circunstancias hacen que los "detractores"
salgan al mundo a triunfar y enseñar de
qué son capaces.
"A nosotros nos pagaban cuatro pesos por
juego y dormíamos en colchonetas con un
calor impresionante y sólo un ventilador
para todos, entonces eso te hace que ahora sepas
lo que es vivir bien y haciendo el mismo trabajo",
relató Contreras.
Futuro como relevista
"El Duque" parecería tener como
camino natural convertirse en relevista, después
de la marca que tuvo en la temporada regular del
2005 y debido al cuadro de lanzadores con que
cuentan los Medias Blancas.
Hernández dijo recientemente que se siente
bien físicamente y que espera salir como
abridor para la campaña del 2006, pero
su marca descendió en la temporada regular
del 2005.
"Es un lanzador excelente, es único",
dijo Don Cooper, entrenador de lanzadores de los
Medias Blancas.
Pero debió ganarse el lugar ante su compañero
de equipo, el novato Bradon McCarthy, en los últimos
partidos de temporada regular en los que determinaron
quién de los dos iría a la postemporada.
Actualmente Hernández mantiene lanzamientos
de 149 kilómetros por hora en su bola rápida
y tiene mejores movimientos, pero su marca no
ha sido la que se esperaba.
Después de lo visto en la postemporada,
no sería nada extraño que Cooper
y el manejador venezolano Ozzie Guillén
decidan que Hernández tiene mucho más
potencial de ayuda al equipo como relevista que
como abridor.
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