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Castro pide "estatua para Maradona" por liderar marcha anti Bush

Buenos Aires, 31 oct (EFE).- El presidente cubano, Fidel Castro, pidió "una estatua" para Diego Maradona por la decisión del ex futbolista argentino de encabezar el próximo viernes en Mar del Plata una manifestación de repudio contra el gobernante de Estados Unidos, George W. Bush.

"Una estatua para Diego", exclamó el presidente cubano en medio de la risa de Maradona, quien hoy presentó la primera parte de una entrevista a Castro en la duodécima edición de "La Noche del 10", el programa que conduce en la televisión argentina.

Fidel Castro aplaudió a Maradona cuando el astro le comentó durante el reportaje, realizado la semana pasada en La Habana, que iba a participar en una de las marchas previstas para rechazar la presencia de Bush en Argentina, en ocasión de la IV Cumbre de las Américas.

El líder cubano señaló que, en el caso de haber sido invitado, no hubiera asistido a la cumbre "por honor y elemental dignidad", e insistió en que Cuba tampoco acudirá a las reuniones de la Organización de Estados Americanos (OEA).

"La OEA tiene mal olor. Un olor apestoso, asqueroso", indicó tras recordar que el organismo "avaló la condena a Cuba y se mantuvo indiferente ante las invasiones de Panamá y Guatemala".

Castro afirmó que en los últimos días ha escuchado "noticias grandiosas" que vienen de Argentina, al aludir a las múltiples manifestaciones de repudio a la presencia de Bush en el país suramericano. "Los argentinos están dispuestos a expresar su repudio a los que siembran el terror", dijo el mandatario cubano, quien se refirió irónicamente a Bush como el "honorable presidente" de Estados Unidos.

Maradona, quien presentó el programa con un uniforme similar al que utiliza Castro, obsequiado justamente por el presidente cubano, viajará en tren a Mar del Plata el próximo viernes, el día en que se inaugura oficialmente la cita que reunirá a 34 jefes de Estado continentales. En el denominado "Expreso del Alba", el ex futbolista estará acompañado, entre otros, por el director de cine bosnio Emir Kusturica y el activista de derechos humanos argentino y Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

Al llegar a Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, Maradona liderará una marcha hacia un estadio de fútbol, en el que está prevista la actuación del cantante cubano Silvio Rodríguez y un discurso del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

En la entrevista, Fidel Castro, quien confesó que conocía la popularidad del programa de Maradona en la televisión argentina, destacó que los organismos de inteligencia cubanos han registrado unos "600 intentos de atentados" contra su vida, "entre ocho y diez" organizados por la CIA estadounidense. "Mi suerte es que quienes los iban a ejecutar eran mercenarios y entonces querían disfrutar del dinero que les pagaban. Por lo tanto no se atrevieron a disparar", comentó.

También habló de su "relación extraordinaria" con el guerrillero argentino-cubano Ernesto "Che" Guevara, de quien elogió su "generosidad y valentía moral y política". Maradona, que admitió estar nervioso al comienzo de la entrevista, mostró la imagen de la cara de Castro tatuada en su pierna izquierda, lo que asombró al presidente de Cuba, a quien también regaló una pelota de fútbol. Concluida esta primera parte del reportaje, "Pelusa" prometió una segunda para el lunes próximo y reiteró que en su opinión Fidel Castro es, "sin dudas, el más grande de todos". La entrevista, de unas cinco horas, fue grabada la semana pasada en Cuba, país al que el astro argentino viajó por primera vez hace diez años y al que volvió en 2004 para someterse a un tratamiento por su adicción a las drogas.

Miami (EEUU), 1 nov (EFE).- Grupos del exilio cubano de Miami celebraron hoy la decisión del 11 Tribunal de Apelaciones de EEUU de que su pleno escuche los argumentos de la fiscalía en el caso de cinco cubanos acusados de espiar para el gobierno de La Habana.

El 9 de agosto un panel de tres magistrados de ese tribunal había anulado el juicio contra los cinco cubanos, realizado en 2001 en Miami y en el que fueron declarados culpables de "conspirar y operar como agentes extranjeros sin notificar al Gobierno estadounidense". Los cubanos fueron condenados a penas de entre quince años de prisión y cadena perpetua.

En agosto pasado, los tres jueces del panel del tribunal de apelaciones anularon el juicio contra Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, y consideraron que los acusados debían ser sometidos a un nuevo juicio porque no tuvieron "un proceso justo e imparcial" en Miami.

Esta ciudad del sur de Florida es considerada la capital del exilio cubano en Estados Unidos y se calcula que en la región reside más de un millón de personas de ese origen. La resolución especificó además que la fiscalía tuvo "problemas procesales" y que el juicio se realizó "en un ambiente donde la comunidad se sentía prejuiciada en extremo hacia los acusados".

En ese contexto, la decisión de ayer lunes del tribunal de apelaciones de que el pleno de doce jueces de esa corte escuche a la fiscalía, fue recibida como un triunfo por los exiliados.

"Celebro la decisión del tribunal de Atlanta y espero que esta nueva instancia descarte los débiles argumentos de prejuicio que dieron lugar a la anulación", dijo la congresista republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen. "Espero asimismo que prevalezca el veredicto original contra estos enemigos de EEUU y agentes de (el presidente Fidel) Castro", agregó Ros-Lehtinen, quien es de origen cubano.

Para José Basulto, director de "Hermanos al Rescate", "las pruebas de espionaje y terrorismo son tan evidentes que la condena debe mantenerse". Sin embargo, para la defensa y algunos analistas, los antecedentes de casos en que también se ha alegado prejuicio de la comunidad y la acusación de terrorismo operan en favor de los cinco.

Se argumenta que juicios muy conocidos como el de O.J Simpson, en 1995, y el de Michael Jackson, este año, fueron realizados en tribunales ubicados en ciudades "donde la comunidad tiene una opinión imparcial" sobre los casos que se ventilan en su zona. Por otra parte, se considera que en nombre de la lucha global contra el terrorismo, de la que EEUU es uno de sus principales paladines, la defensa puede argumentar que los cinco cubanos estaban trabajando precisamente para defender a su país de ese flagelo. De hecho, los cubanos admitieron durante el juicio que eran agentes del gobierno de La Habana, pero afirmaron que "espiaban" a "grupos terroristas de exiliados que conspiran contra al presidente Fidel Castro" y no al gobierno estadounidense.

Las autoridades los detuvieron, junto a otras nueve personas, luego de desmantelar la llamada "Red Avispa" de espionaje en Miami. A tres de ellos se les declaró culpables de conspirar para espiar debido a sus actividades para infiltrarse en bases militares de EEUU, pese a que no obtuvieron información confidencial. Hernández, supuesto líder del grupo, recibió cadena perpetua por colaborar en el derribo en 1996 de dos avionetas de "Hermanos al Rescate" por cazas MiG cubanos, en el que resultaron muertos cuatro pilotos de esa organización del exilio cubano en Miami.

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