Texas sufre efectos
del embargo a Cuba
Abraham Mashie. Rumbo,
Texas, 15 de mayo de 2005.
Empresarios se perjudican por normas que dificultan
venta de productos a la isla
En los Cayos de Florida una embarcación
con mercancía texana con destino a Cuba
esperó dos semanas, registrando pérdidas
de entre $350,000 y $400,000 por causa de una
nueva restricción que dificulta el comercio
con la isla.
El cambio en la legislación estadounidense
afecta una excepción humanitaria al embargo
económico establecida en 2000 y que permite
la venta de productos médicos y agrícolas.
Sin embargo, la medida, que ha generado volúmenes
de mercancía destacados desde 2000, atraviesa
dificultades desde febrero, cuando la Oficina
de Control de Recursos Extranjeros emitió
una rectificación a la ley aprobada cuatro
años atrás.
El cambio en la normativa establece que todas
las ventas ser harán con efectivo por adelantado,
lo que significa que la empresa estadounidense
que vende sus productos a la isla deberá
recibir el pago antes que la embarcación
que transporta el producto zarpe.
Antes de febrero, las exportaciones habían
llegado a $790 millones, que se pagaban mientras
las embarcaciones estaba en tránsito hacia
la isla o antes de dar el título a Cuba
por los productos comprados.
Cynthia Thomas, presidenta de la Alianza Comercial
Texas-Cuba, indicó que la nueva restricción
ha resultado muy costosa para las empresas texanas.
"Tiene el potencial de cerrar o restringir
el comercio con Cuba" añadió
Thomas al referirse a una actividad que ha generado
ventas por $74 millones en el último año
y con un potencial de seguir creciendo y generar
rápidamente unos 1,000 nuevos empleos en
el estado.
Cuba pagó $391 millones a empresas estadounidenses
el año pasado y en la actualidad es el
socio comercial número 25 de Estados Unidos.
¿Más obstáculos?
Otra de las aclaraciones que se hicieron a la
normativa es que las empresas estadounidenses
deben recibir una carta de crédito a través
de un tercer país, lo que encarece y hace
más engorroso el proceso para el gobierno
cubano.
"Hay casi 5% más en costos adicionales
por usar un tercer país", explicó
Tom Moore, representante de desarrollo comercial
del puerto de Corpus Christi.
"Cada centavo que se ahorra significa más
artículos de consumo que compran",
añadió Moore.
"Lo que los norteamericanos deben hacer
es eliminar las restricciones, poner a sus productores
en igualdad de condiciones y el comercio puede
crecer", dijo a la agencia The Associated
Press Pedro Álvarez, director de Alimport,
importador oficial de alimentos del gobierno cubano.
Según Álvarez "el balance
de las operaciones hasta antes de las nuevas reglas
fue de 4.9 millones de toneladas de productos
comprados por Cuba, lo que representó un
pago de $790 millones".
La representante Jo Ann Emerson, republicana
por Missouri, expresó en una entrevista
por correo electrónico: "Hubo un fallo
en ver la lógica, especialmente cuando
un mercado de productos agrícolas como
el de EU está tan cerca.
La congresista presentó ante el legislativo
federal el proyecto HR 719 para abolir las restricciones
impuestas en febrero, y el comercio entre EU y
la isla volvería a su pujante situación.
(Con información de Rodrigo París)
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