PRENSA INTERNACIONAL
Mayo 10, 2005
 

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

Masivo encarcelamiento de jóvenes en Cuba

Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo Herald. 10 de mayo de 2005.

En la que podría ser la mayor redada policial contra la juventud durante el régimen de Fidel Castro, unos 400 adolescentes y jóvenes cubanos han sido encarcelados este año como ''medida de seguridad predelictiva'' en el país.

De acuerdo con un informe divulgado ayer por la ilegal Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), las autoridades policiales han organizado la llamada ''Operación Contención'' con el fin de arrestar a aquellos jóvenes que, sin haber cometido delitos, son considerados en ''estado de peligrosidad'' y desafían "las normas de la moral socialista''.

''En la historia contemporánea de Cuba, no recuerdo una redada tan amplia de adolescentes y jóvenes'', comentó ayer desde La Habana Elizardo Sánchez, presidente de la CCDHRN. "Estamos en presencia de una operación represiva de limpieza social, con un preocupante matiz étnico''.

Sánchez observó que entre los detenidos desde mediados de enero hasta los primeros días de abril, hay una mayoría ostensible de mulatos y negros. El reporte incluye una muestra representativa con los nombres, domicilios y edades de 57 de los encarcelados, el 95 por ciento de ellos de la raza negra.

'Nuestra Comisión considera que todas las personas encarceladas debido a la llamada 'peligrosidad delictiva' son jurídicamente inocentes por no haber cometido delito específico ni haber sido probada su culpabilidad en un proceso judicial, y por ello, reclamamos su inmediata excarcelación'', indicó el informe.

El estado de peligrosidad descrito en el Código Penal cubano, de 1987, comprende embriaguez habitual, la narcomanía y otras conductas antisociales, con penas de uno a cuatro años de cárcel.

Pero la CCDHRN señaló como anticonstitucional el internamiento de los detenidos en prisiones de alta seguridad, pues las leyes cubanas estipulan para estos casos medidas terapéuticas y reeducativas menos severas.

La edad promedio de los arrestados es de 18 años y todos fueron internados en prisiones de alta seguridad, principalmente en los pisos tercero y cuarto del Combinado del Este de La Habana, aunque la ola de arrestos también abarca a residentes en el interior. Algunos no sobrepasan los 16 años.

''Este es el resultado del descontento popular, que se incrementa indeteniblemente'', opinó Sánchez. "Se trata de jóvenes que no aceptan la integración social que propone el gobierno y no muestran entusiasmo a las iniciativas oficiales''.

La Operación Contención se produce luego de que la propia prensa oficial alertara sobre crecientes actos de indisciplina social en el país, como actos vandálicos contra los teléfonos públicos, incremento de robos en plena calle, y apedreamiento a ómnibus urbanos a su paso por zonas periféricas o ''barrios conflictivos'' de la capital cubana.

El informe fue remitido ayer a organismos internacionales como la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA), Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional.

Sánchez manifestó que otro signo preocupante dentro de la isla es el aumento de casos de disidentes políticos que son arrestados o reciben amenazas policiales de ser encausados bajo acusaciones de "peligrosidad predelictiva''.

''Muchachos como estos fueron los protagonistas del Maleconazo'', apuntó el activista en referencia a la revuelta popular ocurrida en el litoral habanero en 1994. "Obviamente hay una preocupación gubernamental por el malestar y el distanciamiento manifiesto de la juventud''.

Durante décadas, el gobierno cubano ha desplegado amplias redadas policiales que, según la entidad, ha llevado a la cárcel a personas inocentes, provocando víctimas colaterales como niños, ancianos y otros familiares de los encarcelados.

Entre esas acciones se recuerdan los operativos lanzados entre 1965 y 1967 contra los ''jóvenes descarriados'' y ''desafectos del proceso revolucionario''; las operaciones Adoquín y Pitirre en el alambre, que en la década de los 80 llevaron a la cárcel a cientos de artesanos y comerciantes relacionados con el mercado libre campesino; y la Coraza, iniciada en el 2003 contra supuestos traficantes de droga, que terminó con la persecución de miles de personas dedicadas a producir y vender productos alimenticios, ropa y utensilios domésticos.

wcancio@herald.com

Aseguran que Cuba enviará miles de expertos a Venezuela

Agence France Presse, Caracas, 10 de mayo de 2005.

Unos 35,000 cubanos viajarían a finales de año a Venezuela, para participar en los planes sociales que impulsa el gobierno de Hugo Chávez con la asistencia de La Habana, aseguró el domingo una investigación del diario caraqueño El Universal.

Se trata de 30,000 médicos y 5,000 entrenadores deportivos cubanos que trabajarían en zonas empobrecidas en Venezuela, según proyectan algunos de los 49 convenios suscritos por Chávez y su colega Fidel Castro durante la visita del presidente venezolano a La Habana a finales de abril.

Estos convenios también contemplan la capacitación de 10,000 estudiantes venezolanos en cursos de medicina y enfermería en Cuba este año, asegura el rotativo, citando documentos oficiales de ambos países.

Asimismo, estipulan la visita de cien mil venezolanos para tratarse problemas de la vista en centros asistenciales de Cuba. Los gastos de estos tratamientos corren por cuenta de Caracas, apunta el diario.

Según El Universal, la cantidad de convenios suscritos entre Chávez y Castro han generado problemas gerenciales en la cancillería de Caracas, pues, según afirma, le cuesta precisar el número de compromisos adquiridos por Venezuela en esos acuerdos.

Los convenios entre Cuba y Venezuela se extienden en las áreas de petróleo, agroindustria, infraestructura, aeronáutica, aduanera, entre otros, que aspiran a elevar el intercambio comercial de ambos países.

Caracas y La Habana estrecharon relaciones en octubre del 2000, cuando Castro y Chávez firmaron un amplio acuerdo de cooperación integral, en el que Venezuela se compromete a vender más de 50,000 barriles diarios de crudo en condiciones preferenciales a Cuba.

En este acuerdo, se contempla además la asistencia cubana en planes o ''misiones'' impulsadas por Caracas a favor de los pobres.

Documentos vinculan a Posada con ataque

Oscar Corral, The Miami Herald. 10 de mayo de 2005.

Luis Posada Carriles asistió al menos a dos reuniones para planear la explosión de una bomba en un avión de pasajeros cubano en 1976 que mató a 73 personas, según documentos previamente secretos proporcionados ayer al Herald por el Archivo de Seguridad Nacional de Washington, una entidad particular.

Los documentos, compuestos de expedientes del FBI y la CIA que fueron parte de una investigación sobre el atentado al avión de pasajeros y otros hechos de terrorismo anticastrista en la década de 1970, podrán complicar más la petición de asilo en Estados Unidos de Posada.

Se cree que Posada, que niega haber estado envuelto en la tragedia del avión de pasajeros, y que ha pedido asilo, se halla oculto en el sur de la Florida.

Los funcionarios del gobierno sostienen que no saben si Posada se encuentra en Estados Unidos. Han dicho que no están buscándolo activamente, pero que entrarían en acción si reciben información sobre su paradero.

El caso presenta un dilema a la administración Bush, que encara la posibilidad de conceder asilo a un hombre implicado en hechos de terrorismo internacional en un momento en que exige a otros países que nieguen refugio a terroristas.

Uno de los documentos obtenidos por el Herald está basado en información brindada al ex detective de Miami-Dade Raúl Díaz por un informante, Ricardo ''Monkey'' Morales, entre octubre y noviembre de 1976, días después del atentado al avión.

''Algunos planes en relación con el atentado al avión de Cubana de Aviación fueron discutidos en el bar del hotel Anauco Hilton en Caracas, Venezuela, en una reunión en la que se hallaron presentes Frank Castro, Gustavo Castillo, Luis Posada Carriles y (Morales)'', dijo Díaz al FBI, de acuerdo con el documento, fechado en noviembre de 1976.

Díaz dijo al FBI que Posada asistió a otra reunión para planear el atentado en el apartamento de Morales en el Anauco Hilton, con Morales y Castro, y que hubo desacuerdos entre los hombres que ''reclamarían el crédito'' del atentado.

''Algunas personas del gobierno de Venezuela están envueltas en este atentado al avión'', dice el documento. 'Si Posada Carriles habla, entonces Morales Navarrete y otros en el gobierno venezolano 'irán abajo' ''.

Posada, vinculado a varios ataques anticastristas por toda América en las últimas cuatro décadas, entró en secreto a Estados Unidos en marzo.

Una llamada telefónica al FBI para inquirir si buscaban a Posada no fue contestada.

El Archivo de Seguridad Nacional, un instituto de investigación y biblioteca particular en la Universidad George Washington, tenía planes de hacer público el resto de los documentos sobre Posada en el día de ayer en http://www.gwu.edu/~nsarchiv/.

El archivo cataloga y publica documentos previamente secretos obtenidos por medio de la Ley de Libertad de Información.

''No hay manera de que el gobierno de Bush pueda ignorar el récord histórico al evaluar su petición de refugio'', dijo Peter Kornbluh, analista principal y especialista en Cuba del archivo.

Según otro documento del FBI enviado por teletipo desde Washington el día después del atentado al avión de pasajeros, una fuente "prácticamente admitió que Posada y [Orlando] Bosch habían urdido el atentado''.

En dicho documento, fechado el 7 de octubre de 1976, la ''fuente confidencial'' no fue identificada.

Orlando Bosch Avila, un exilado cubano que entonces se hallaba en Venezuela, fue absuelto del atentado. El vive en Miami y niega que él o Posada hayan estado envueltos en el mismo.

Eduardo Soto, abogado de Posada en Miami, dijo que ''en general no creo que el señor Morales fuera un individuo muy creíble''. Pero Soto afirma creer que Morales dijo la verdad en una entrevista concedida a un periodista del exilio en 1982, en la que declaró que Posada no había estado envuelto en el atentado del avión de pasajeros.

''Mi cliente no estuvo envuelto en el atentado de 1976'', dijo Soto.

El amigo y benefactor de Posada, Santiago Alvarez, dijo que no se podía creer a Morales porque no era de fiar. Posada fue absuelto dos veces por los tribunales venezolanos del atentado y escapó de una prisión de Venezuela mientras esperaba por la apelación de un fiscal.

''Morales nunca dijo la verdad a nadie que fuera de la CIA o la policía o nada de eso'', dijo Alvarez.

Raúl Díaz, quien se retiró de la policía de Miami-Dade hace ya varios años, no pudo ser localizado de inmediato para que hiciera comentarios.

Castillo, quien vive ahora en Hialeah, declaró la semana pasada al Herald que no tuvo nada que ver con el atentado. De acuerdo con los documentos, Frank Castro era el jefe de CORU, una organización anticastrista que se ha atribuido la responsabilidad de varios ataques a blancos relacionados con Cuba. Según se dice, se halla viviendo en la República Dominicana y no pudo ser contactado.

Otro exiliado que se menciona en los documentos, Orlando García Vásquez, tenía un conocimiento exhaustivo de los explosivos utilizados en el avión, según los documentos. En esa época, García Vásquez era el jefe de DISIP, una agencia de seguridad nacional venezolana.

'García Vásquez mencionó que la bomba en el avión de pasajeros cubano fue activada por un 'lapicero', un tipo de detonador'', afirmaba el documento.

Su esposa dijo ayer al Herald que su esposo se hallaba demasiado enfermo para hablar y que no podía responder preguntas.

Díaz declaró al FBI que DISIP asumió el control de la investigación venezolana del atentado, "para encubrirla''.

Otra revelación interesante es que Posada Carriles y un experto en explosivos de DISIP, Carlos Fabri, pudieron haber sido arrestados en Venezuela a principios de los años 70 por "haber entregado documentación falsa y explosivos al Dr. Orlando Bosch Avila en Venezuela en aquel momento''.

Otros documentos que fueron publicados ayer confirman que Posada trabajó para la CIA a finales de los años 60 y que fue un informante de la agencia hasta mediados de los 70, dijo Kornbluh.

Los documentos muestran que la CIA cortó su relación con Posada debido a preocupaciones de que él estuviera relacionado con un gángster llamado Frank ''Lefty'' Rosenthal, y a que supuestamente él se hallaba envuelto en contrabando de drogas, dijo Kornbluh.

Venezuela afirma que solicitará la extradición de Posada de Estados Unidos para encarar cargos sobre el atentado al avión de Cubana.

El reportero Alfonso Chardy contribuyó a este reportaje.

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