Cuba es nuestra
Gustavo Linares Benzo. El
Universal, Venezuela, 13 de marzo de 2005.
LA POLITICA PROCUBANA del presidente Chávez,
uno de los rasgos distintivos de su estrategia
internacional y de la gestión interna,
se analiza hasta ahora como una progresiva colonización
de Venezuela por el régimen castrista,
cada vez más influyente en lo que ocurre
en el país y quien dirigiría nuestra
conducta internacional. Por supuesto, todos los
beneficios serían para la isla, empezando
por petróleo gratis, empleo masivo para
la clase media depauperada y mercado cautivo para
sus productos y cuantas cosas quieran importar
a Cuba y luego vendernos como si fueran made in
La Habana.
Sin embargo, luego de seis años de remesas
petroleras, tratados, expertos cubanos en Venezuela,
Cuba nos debe miles de millones de dólares
y la cuenta aumenta cada día, muchos de
sus mejores hombres y mujeres han vivido o viven
en el país, experimentando por primera
vez en sus vidas las alegrías de un pueblo
retrechero y libre, además de lujos sauditas
como jabón y papel higiénico. Además,
los líderes venezolanos fraternizan cotidianamente
con la oligarquía cubana, conocen al detalle
como se maneja la isla, cuya energía, es
decir, neveras, computadoras, luz eléctrica,
comunicaciones, transporte, todo pues, depende
de un mail de Pdvsa. En otras palabras, en estos
seis años, Chávez ha puesto las
bases para que Venezuela sea la potencia hegemónica
de Cuba en el futuro cercano.
Cosa muy sencilla, pues Cuba es un país
aislado salvo por nosotros, dirigido por una gerontocracia
que acaba de liquidar la generación de
relevo que con tanto acierto había guiado
el país por el período especial
¿dónde estarán Robaina y
Lage cuya innegable estabilidad depende de los
signos vitales de un anciano octogenario sin sucesor
visible, pues literalmente los ha asesinado. Sobre
todo, según el manual de cómo se
forjan los imperios, Fidel cometió el error
senil de dejarse endeudar brutalmente por Venezuela,
al mejor estilo inglés, y de depender energéticamente
de una sola fuente. Cuando sea oportuno, quizás
cuando Castro ya no esté, con mucha elegancia
y sin ruido, Chávez mandará a Alí
Rodríguez a cobrar los giros, con la mala
noticia de que los tanqueros de Pdvmarina están
en mantenimiento mayor en Sevilla.
Obviamente Castro sabe de esta posibilidad, aunque
todo es posible pues la vejez es un naufragio,
como decía De Gaulle, más si tu
contrincante apenas tiene cincuenta. Pero ya no
parece tener alternativa, pues en realidad no
tiene nada que ofrecernos. Los médicos
de Barrio Adentro, a quien cualquier venezolano
de bien y con un mínimo contacto con la
realidad debería estar agradecido, no volverán
a Cuba mientras siga así, a no ser mediante
la extorsión, y pareciera que Francia y
China tienen un poquito más de ideas, capacidad
y capital que traer al país y la misma
rabia a Estados Unidos.
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