Cuba
le negó a un héroe de la guerra de Irak viajar
a la isla
El tema llegó hasta
el Congreso de los EE.UU. Pidieron una consideración
especial
Infoabe,
Argentina, 29 de junio de 2005.
(AP) - El sargento cubano-norteamericano Carlos
Lazo ganó una Estrella de Bronce por asistir
a sus compañeros heridos en la guerra de
Irak, pero debido a las sanciones aplicadas al
gobierno de La Habana no puede viajar a Cuba para
cuidar a un hijo enfermo.
Legisladores de ambos partidos han instado a
la Casa Blanca a eximir a Lazo de las estrictas
sanciones impuestas al gobierno del presidente
Fidel Castro, que limitan las visitas familiares
a una vez cada tres años.
El sargento está incorporado a la Guardia
Nacional del estado de Washington.
"Con toda seguridad que un héroe
de la guerra de Irak que desea visitar a su hijo
enfermo en Cuba tiene derecho a una consideración
especial", dijo el senador demócrata
Byron Corgan, en una carta enviada al secretario
de la presidencia, Andrew Card.
La semana pasada, en un discurso en la Cámara,
el representante Jeff Flake comentó acerca
de Lazo que "confiamos en él cuando
estaba en Irak, pero no cuando visita a su propia
familia en Cuba".
La oficina de Dorgan dijo que el caso de Lazo
era considerado esta semana por altos funcionarios
del Departamento de Estado.
Lazo, de 40 años, trató de escapar
de Cuba en 1988, pero fue capturado por la guardia
costera cubana y encarcelado durante un año.
En 1992 llegó a Cayo Hueso en una balsa,
dejando tras sí empero a sus dos hijos,
que ahora tienen 16 y 19 años de edad respectivamente.
En 1998 se trasladó a Seattle, donde se
desempeña como asesor para el departamento
de servicios médicos y sociales. En el
2001 se incorporó a la Guardia Nacional
y recibió entrenamiento en ayuda médica
de emergencia.
Lazo fue enviado a Irak en abril del 2004. En
noviembre fue incorporado a los infantes de marina
durante la batalla de Faluya, donde obtuvo la
medalla de bronce por hacer frente al fuego de
francotiradores y proyectiles de mortero al tiempo
que proporcionaba asistencia médica a los
soldados heridos.
Lazo, que ahora es ciudadano estadounidense,
vio a sus hijos por última vez en abril
del 2003.
En junio, mientras estaba de licencia, trató
de volar a La Habana, pero fue informado de que
el Departamento de Estado había impuesto
limitaciones a los viajes a Cuba.
El sargento trató de regresar otra vez
a la isla hace varias semanas, cuando se enteró
que su hijo de 16 años estaba enfermo,
había sido hospitalizado y luego había
sido enviado a su casa sin que los médicos
pudiesen diagnosticar con certeza su enfermedad.
Pero según las nuevas regulaciones Lazo
no puede volver a la isla antes del 2006.
"Los cubanos le piden a Dios que sus padres
mueran con una diferencia de tres años
para poder asistir a los funerales de ambos",
dijo Lazo en una entrevista con The Associated
Press.
La representante cubano-norteamericana Ileana
Ros-Lehtinen, que respalda las sanciones contra
el gobierno del presidente Fidel Castro, dijo
que Lazo era un "gran patriota" y que
ella ayudaría con gusto a sus hijos a venir
a Estados Unidos.
Pero recalcó que la relación con
Cuba es un conflicto recíproco, porque
el gobierno de Castro también impide las
reuniones. "Todo aquél que haya dejado
a sus hijos en Cuba comprende las dificultades"
de una reunificación familiar, añadió.
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