En
busca de los primeros cubanos
Nuevas excavaciones arqueológicas
podrían probar que la presencia humana
en Cuba y las Antillas es mucho más antigua
de lo que se cree
Patricia Grogg*. El
Universal, México, 25 de junio de 2005.
Sagua la grande, Cuba. "Estamos en el inicio
de todo", dice cauteloso el arqueólogo
alemán Jean Weining, luego de seis semanas
de paciente trabajo topográfico para determinar
futuras excavaciones que podrían dar un
vuelco a las teorías actuales sobre los
seres humanos más antiguos de Cuba y las
Antillas.
Su colega cubano Raúl Villavicencio sólo
sonríe, a su lado. Seguramente por su cabeza
pasa, en rápida sucesión, más
de una década de dedicación casi
absoluta al rastreo minucioso de cualquier posible
huella que complete, con el debido rigor científico,
el rompecabezas de sus hallazgos arqueológicos.
Su obsesión comenzó hacia 1987,
cuando se estrenó como director del museo
de Sagua La Grande, ciudad de unos 60 mil habitantes
situada en la parte norte de la central provincia
de Villa Clara. "Salí a terreno, con
un grupo de aficionados, a buscar cosas para el
museo", relata.
Un día de 1992, una enorme piedra de sílex
(pedernal) tallada, comparable por su forma al
asiento de una bicicleta y hallada en forma casi
fortuita, quedaría registrada en sus archivos
como la primera de varias herramientas presumiblemente
usadas por seres primitivos encontradas en aquella
región.
"Son hachas de mano que pesan de ocho a
10 libras (3.6 a 4.5 kilogramos), confeccionadas
con una técnica semejante a instrumentos
usados en el Viejo Mundo unos 35 mil años
antes del presente", afirma Villavicencio,
quien destacó que la antigüedad probada
de los primeros habitantes de Cuba no pasa hasta
ahora de poco más de 5 mil años.
"Estos instrumentos son un fenómeno
único en América, similares a los
europeos por su estilo y su forma. Nosotros vemos
esto como el borde exterior de la difusión
del paleolítico por el mundo. Pueden ser
remanentes del paleolítico, que llegaron
a este continente", asegura.
Los hallazgos incluyen cuchillos, puntas de flechas
y raspadores confeccionados también con
sílex, abundante en la cordillera de la
porción noroeste de Villa Clara. "Este
mineral es una variedad de cuarzo, muy duro e
idóneo al hombre antiguo para enfrentar
el medio", afirma el especialista.
Villavicencio asocia esas herramientas con restos
de fauna de una época en que abundaban
animales de gran talla y aves gigantes, hallados
en diferentes sitios, algunos distantes entre
sí unos 40 kilómetros. "Cavábamos
de 10 en 10 centímetros y junto con los
huesos íbamos encontrando herramientas
del hombre", dijo al relatar uno de esos
descubrimientos.
Según el experto, ese aspecto interesó
especialmente a Hansjürgen Müller-Beck,
profesor de Prehistoria e Historia Temprana de
la Universidad de Tubinga, en Baviera (sudeste
de Alemania), quien encabeza el equipo de su país
en un proyecto de investigación que se
lleva a cabo con especialistas cubanos.
Müller-Beck dice que la contemporaneidad
de los restos de fauna y las herramientas "es
irrefutable, porque si el hombre hubiera vivido
posterior a esa fauna, las herramientas estarían
encima", comenta Villavicencio.
Pero Weining, quien trabaja en la empresa privada
alemana de investigaciones arqueológicas
ProArch, afirma que prefiere pensar "en el
todo y no en las partes".
"Las hachas son un punto. Los huesos de
una fauna distinta son otro punto, los artefactos,
otro punto. El fechado (radiocarbónico),
otro punto. Todo eso es como un mosaico formado
por pedacitos chiquitos que hay que investigar",
explica.
El proyecto acordado con los expertos alemanes,
denominado "El poblamiento más temprano
de Cuba", terminó una primera fase
en la cual se evaluaron los sitios para nuevas
excavaciones en Villa Clara y en la oriental provincia
de Holguín, también incluida en
el plan.
Según Weining, se prevé que en
enero comiencen excavaciones a campo abierto y
en cuevas, mediante técnicas y métodos
reconocidos internacionalmente, para recopilar
gran cantidad de material que permita avanzar
hacia la meta mayor: averiguar cuándo llegó
el ser humano a América.
Se sabe que comunidades de cazadores-recolectores
se establecieron en la región holguinera
del río Levisa hace unos 5 mil 150 años,
apuntó la uruguaya Lilián de Moreira,
profesora de historia de la Universidad de La
Habana.
Esa fecha es la más antigua comprobada
del poblamiento caribeño en las Antillas
Mayores. En República Dominicana, comunidades
similares se establecieron hace unos 4 mil 550
años.
No obstante, muchos arqueólogos cubanos
pensaban aún antes de los hallazgos de
1992 que por la tipología del trabajo del
sílex hallado en Cuba, las poblaciones
responsables debieron llegar a la isla hace 7
mil ó 10 mil años.
Esos hallazgos podrían probar que la presencia
humana es mucho más antigua, y abrir interrogantes
sobre la procedencia de los primeros pobladores,
que según las teorías más
extendidas hasta ahora habrían llegado
al Caribe hace unos 10 mil años, desde
el suroeste de América del Norte, por pasajes
emergidos durante el final del cuarto periodo
glacial.
El proyecto de investigación es apoyado
por la Fundación Fritz Thyssen, una organización
no gubernamental alemana creada para el fomento
de la ciencia. Por Cuba participan el Departamento
Centro-Oriental de Arqueología de Holguín
y el Centro de Estudios y Servicios Ambientales
de Villa Clara.
* La autora es corresponsal de IPS.
© 2005 Copyright El Universal-El
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