Discordia
bilateral por otro caso parecido
Clarín,
Argentina, 5 de julio de 2005. 05 de julio de
2005.
El principal obstáculo a una visita del
presidente Néstor Kirchner a Cuba tuvo
-y tiene- nombre de mujer: Hilda Molina. El caso
de la médica cubana a la cual no se le
permite dejar la isla para visitar a sus nietos
argentinos terminó por convertirse en el
principal asunto de discordia bilateral y sin
solución a la vista, Kirchner mantiene
en suspenso el ansiado viaje a la isla y una foto
con Fidel que acentuaría el "sesgo
progresista" que gusta mostrar su Gobierno
en sectores de opinión que miran con romanticismo
la Revolución Cubana.
Así, el caso Molina logró lo que
no pudo la presión de Estados Unidos por
aislar a la isla. Aquí se trataba sólo
de hallar el momento propicio para no desairar
a Washington, que venía apoyando activamente
el complicado canje de la deuda privada. Kirchner,
cuidadoso de su relación con la superpotencia,
aplicó ese sentido de la oportunidad en
enero de 2004, cuando tras reunirse con George
Bush en Monterrey suspendió su viaje previsto
para febrero.
Pero el caso Molina alzó una barrera infranqueable.
La última cancelación se conoció
a mitad de mayo para un viaje programado para
junio. En la isla lo daban tan cierto que esperaban
a Kirchner con el daiquiri casi servido. El hielo
se derritió, como otras veces.
A diferencia del también médico
Ramón Martínez Martínez,
con Hilda Molina no iba a haber, al parecer, solución
para mostrar, lo cual se habría amplificado
más todavía por la alta exposición
pública del caso en medio de frenéticas
gestiones a nivel de cancillerías.
La tensión escaló en diciembre,
cuando Molina y su madre octogenaria se "alojaron"
un día en la Embajada en La Habana, en
lo que pintaba como el inicio de un pedido de
asilo político.
En este tiempo, por confusas razones personales
o de política interna, Castro rechazó
las propuestas argentinas para salvar la cuestión.
El hijo de Molina, el cubano Roberto Quiñones,
vive en Buenos Aires con su esposa y sus dos hijos.
La abuela no los conoce.
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