Una
estatua de la Libertad en La Habana
Diario Las Américas, 5
de julio de 2005.
LA HABANA (AFP) - El jefe de la misión
de Estados Unidos en Cuba, James Cason, develó
una réplica metálica de la Estatua
de la Libertad en el jardín de su residencia
en La Habana, tras asegurar que Fidel Castro "está
en las últimas".
Durante la celebración del Día
de la Independencia de Estados Unidos la noche
del lunes, Cason, quien concluirá su misión
en septiembre próximo, arremetió
contra el gobierno de Castro, reclamó la
liberación de presos políticos e
insistió en la defensa de los disidentes
cubanos.
Su discurso, en el que reseñó sus
apreciaciones de tres años de misión
en Cuba, fue seguido de un brindis para develar
la réplica de la estatua, de casi diez
metros de alto y alumbrada por luces azules, rojas
y amarillas.
Las luces que representaban el fuego de la antorcha
formaban un número 75, la cantidad de disidentes
encarcelados en marzo de 2003 en la isla, de los
cuales 14 ya se beneficiaron de la figura de licencia
extrapenal que establece el Código Penal
cubano.
"Esto no es una provocación. Los
símbolos son importantes, resultan poderosos
en sociedades cerradas", manifestó
el diplomático, al criticar a "aquellos
que piensan que es más digno protestar
contra la represión del régimen
a puertas cerradas".
Ante unos 300 invitados a la celebración
en su residencia oficial, el jefe de la Sección
de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA)
preguntó: "¿Acaso constituye
una provocación el señalar que los
cubanos viven bajo uno de los regímenes
más represivos del mundo?".
"El régimen no ha podido frenar nuestra
relación con los disidentes. Pero la SINA
no ha dado ni dará dinero a la disidencia
cubana", aseveró el diplomático.
"Nada se conseguirá y de hecho nada
se ha conseguido en estos 47 años con ser
corteses con un dictador (...). Pero esta figura
está en las últimas. Quédense,
que cuando llegue el momento en que esta figura
desaparezca Estados Unidos estará para
ayudarlos a construir una Cuba próspera
y democrática. Días mejores vendrán",
concluyó.
La develación de la estatua es el más
reciente episodio de una "guerra de carteles"
entre la SINA y el gobierno cubano, iniciada en
la pasada Navidad luego de que la sede diplomática
incluyera entre sus adornos de ocasión
un cartel con el número 75.
La Habana respondió colocando frente a
la SINA fotos de las torturas a iraquíes
en la cárcel de Abu Ghraib, en Bagdad,
caricaturas en el pavimento en calles aledañas
a la sede diplomática y dibujos infantiles
de apoyo al socialismo y a Castro.
|