Cuba
enfrenta crisis habitacional
Fernando Ravsberg, BBC
Mundo, La Habana. 1 de julio de 2005.
Este fin de semana finalizó en La Habana
el Encuentro Mundial de los Programas Ciudades
Sostenibles, que promueve a nivel internacional
la seguridad en la tenencia de la vivienda y una
buena gestión urbana.
En ese marco Cuba presentó un informe
en el que se refleja la catastrófica situación
de las viviendas en la isla -casi la mitad de
las cuales se encuentra en regular o mal estado-
y se explican los planes para revertir esta realidad.
Este es uno de los temas que más golpea
a la población dado que muchas personas
no tienen acceso a una casa y se ven obligados
a vivir agregados con otros familiares o directamente
en albergues del Estado.
La causa fundamental de este déficit esta
en la escasez de recursos para construir y reparar
viviendas, además del constante paso de
huracanes que durante los últimos años
destruyeron decenas de miles de casas.
Es la primera vez que el gobierno cubano hace
público un informe tan detallado y realista
de la situación de la vivienda, aunque
no deja de hacer notar que el 75% de ellas fueron
construidas después de la Revolución.
Sin embargo, reconoce que existe en el país
un déficit de más de medio millón
de casas y que el año pasado -por falta
de recursos económicos- sólo se
construyeron 15.325, la mayoría para sustituir
las derrumbadas por los huracanes.
Para poder paliar esta grave situación
el Estado debería invertir US$4.000 millones
a lo largo de 10 años, construyendo anualmente
50.000 viviendas. Sólo La Habana requiere
la construcción anual de 20.000.
(El gobierno cubano) reconoce que existe en el
país un déficit de más de
medio millón de casas y que el año
pasado -por falta de recursos económicos-
sólo se construyeron 15.325, la mayoría
para sustituir las derrumbadas por los huracanes
El problema fundamental es la escasez de recursos
económicos -construir una casa en Cuba
cuesta US$8.000- sobre todo porque los materiales
sólo pueden comprarse al Estado a precios
subvencionados.
El informe dice que el 87% de los cubanos son
propietarios de sus casas, sin embargo, lo cierto
es que esta cifra no tiene en cuenta a los que
viven agregados en casas de otros, en albergues
o en "villas miseria".
Además aún aquellos que son dueños,
mantienen una propiedad limitada sobre su residencia
dado que en Cuba no se pueden ni vender ni comprar
casas, sólo es permitido permutar y esto
con muchas limitaciones.
El Estado es el único constructor y vendedor
de viviendas, incluso cualquier ampliación
de la misma tiene que contar con un permiso expedido
a partir de que se comprueba que una institución
oficial facilita los materiales.
De esta forma prácticamente queda excluida
la iniciativa personal y todo el peso de la construcción
y reparación de viviendas recae sobre un
Estado que deberá ahora hacerse cargo de
reparar el 43% del total de las viviendas existentes.
Largo plazo
La solución a esta grave crisis habitacional
se ve a muy largo plazo, para el año 2020
se pretende haber mejorado de forma significativa
la mitad de los hogares ubicados en asentamientos
precarios deteriorados.
Sin embargo, el gobierno anunció que en
la segunda mitad de este año crecería
la construcción de nuevas viviendas y para
2006 se duplicará el número por
lo que podría alcanzarse la cifra de 30
mil anuales.
Aunque no es suficiente dado el déficit
que existe, este crecimiento en construcciones
se hará sentir ya que significa en los
hechos beneficiar cada año a alrededor
de 100 mil cubanos que carecen de vivienda.
Eso si los huracanes no obligan a dedicar los
recursos a la reconstrucción, ya que desde
el año 2001 los ciclones dejaron sin casa
a 38.000 familias cubanas y dañaron seriamente
otras 432 mil viviendas.
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