SOCIEDAD
Una víctima de John Lennon
José Manuel Caraballo Bravo
MORON, enero (www.cubanet.org) - Corrían
los años 60, la inexperiencia y caprichos
de los gobernantes en la isla los llevaría
a un laberinto inusual.
Los Beatles eran una explosión por todo
el mundo, pero en Cuba estaban censurados por
el mismo gobierno que actualmente rinde honores
a John Lennon, con estatua y todo lo demás.
Antonio, para sus amigos de la infancia, Patojo
o Patoyín para muchos que le conocen en
Miami, tenía en 1963 entre 14 y 15 años
de edad, y cursaba estudios en el Instituto de
Segunda Enseñanza "Félix Triana
Terry", actual Secundaria Básica Urbana
"Van Troy". Como muchos otros, escuchaba
a los chicos de Liverpool a escondidas.
Un día, sin que nadie se lo pidiera, decidió
poner un disco de acetato del Volumen II de los
Beatles, que contiene entre otras las canciones
"All my living" y "Love me do".
La escuela se encontraba en horario de receso,
y en el patio y parque todos se agrupaban para
escuchar la música que salía de
un cuartito. El timbre de entrada sonó;
pero todos estaban embullados con esa música
prohibida en la radio, censurada por el nuevo
gobierno, que temía todo mensaje anglosajón.
El entonces director de la escuela, Rolando Cárdenas,
se dirigió de inmediato al cuartito de
música. Patoyín también corrió,
pues temía que le rompieran su disco, y
sin titubeos declaró que había pedido
poner esa música, que era su "culpa".
El señor Cárdenas le ordenó
ir a la Dirección, y allí le amenazó
y lo clasificó como "diversionista
ideológico", frase que el muchacho
de entonces desconocía.
Desde aquel día, Antonio, Patojo o Patoyín
para sus amigos, fue sentenciado, había
sido "victima" de John Lennon. Después
de más de cuatro décadas no ha podido
olvidar, aunque ha perdonado, cosa que no hacen
sus adversarios. Actualmente ejerce como profesor
de Matemáticas, gracias a la carencia de
profesores.
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