POLITICA
El Olimpo de los tontos
Luis Cino
LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - En la mitología
griega los dioses solían bajar del Olimpo
e intervenir en las querellas de los mortales.
Cuando se cansaban, o lo consideraban oportuno,
regresaban a él. Hoy, del Olimpo sólo
descienden tontos. Al menos lo son -o pretenden
serlo- los que aterrizan en Cuba.
"En Cuba no hay pobreza y se respetan los
derechos humanos", afirmó Olympia
Kareges, con rubia complacencia e ingenuidad infinita,
ante las cámaras y micrófonos de
los servicios informativos de la televisión
cubana.
Olympia es una australiana de mediana edad, integrante
de la Brigada Cruz del Sur, una de las varias
organizaciones solidarias y apologistas del régimen
cubano, continuadora de la pionera, famosa y marihuanera
Brigada Venceremos.
Periódicamente visitan la Isla para realizar
jornadas de trabajo voluntario y conocer la verdad
sobre Cuba. No confían en los medios de
prensa internacionales. El acercamiento a la realidad
cubana de decenas de brigadistas norteamericanos,
australianos, nórdicos o de Europa occidental
es a través de las ilustrativas e idílicas
charlas y conferencias de los funcionarios del
oficialista Instituto Cubano de Amistad con los
Pueblos (ICAP) y otros organismos estatales. También
reciben libros y folletos.
Invariablemente, regresan a sus países
fascinados por la experiencia, condenando el bloqueo
de Estados Unidos (cual si fuera el único
culpable de todo), entonando loas a la revolución,
cargados de souvenirs con el rostro de Che Guevara.
En paz con sus conciencias de burgueses arrepentidos.
No necesitan razones, sólo consignas que
repetir.
Conmueve tanto candor. Olympia dice que en la
lejana Australia aporta lo que le permite su economía
para ayudar a financiar "los programas de
desarrollo de la revolución cubana".
Ignora que el total de lo recaudado por ella y
sus camaradas no cubre ni siquiera una ínfima
parte de lo que gasta el estado cubano en fabricar
el espejismo propagandístico que muestra
a sus visitantes.
Olympia dice saber sobre el tema que opina. Supo
de la existencia de Cuba en 1980; no fue porque
le llamaron la atención los más
de diez mil cubanos hacinados en la embajada de
Perú en La Habana, los fascistoides mítines
de repudio o el éxodo del Mariel. Por aquella
época, hace 25 años, comenzó
a vincularse a la comunidad latinoamericana de
izquierda. Su enfoque estaba fuertemente marcado
por la experiencia de las dictaduras militares
en sus países. Cuba era su paradigma redentor.
Olympia ha viajado por Sudamérica. Allí
conoció la pobreza. Asegura que "en
Cuba es otra cosa". Seguro. Tal vez su poco
dominio del idioma español le impidió
explicar las diferencias. Los problemas idiomáticos
pudieran haberse resuelto andando sin guía
turística por los barrios habaneros, conversando
con las madres y esposas de los disidentes presos,
preguntando a los jóvenes por qué
se largan de su patria, visitando la abarrotada
ciudad-presidio Combinado del Este o cualquiera
de las más de 200 cárceles diseminadas
por el país, cuestionando el por qué
de los silencios y las unanimidades.
Bien alojada, alimentada y cortejada por las
autoridades, Olympia no tuvo tiempo para nada
de eso. Le bastó con lo que le dijeron
los únicos que están autorizados
para hablar. Ya puede regresar a su Olimpo de
libertad y abundancia. Como tanto tonto y compañero
de viaje, estuvo en Cuba, pero no la vio ni preguntó
por ella.
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