POLITICA
Relajo, pero con orden
Roberto García Cabrejas, APLO
SANTIAGO DE CUBA, enero (www.cubanet.org) - Cuando
se anunciaron las nuevas medidas del gobierno
norteamericano, que entre otras cosas, restringen
los viajes a Cuba de los ciudadanos cubanos radicados
en los Estados Unidos, muchos dijeron "se
fastidió el Yuma".
Se referían a Manuel Gutiérrez,
un santiaguero nato, que emigró hacia la
Base Naval de Guantánamo en una precaria
embarcación durante el éxodo masivo
de 1994.
El Yuma, como le dicen ahora sus amigos y vecinos
en Cuba, es más famoso que los peloteros
Orestes Kindelán y Omar Linares, ya que
el éxito que no puedo lograr con jonrones
y fildeos, lo ha logrado con su pasaporte y su
doble condición de cubano-americano.
El Yuma Gutiérrez cuando vivía
en Cuba se dedicaba al invento en la calle, le
decían el "utíliti", porque
lo mismo vendía un medicamento controlado,
un pito de marihuana -la que a veces también
consumía- o servía de intérprete
y guía a turistas extranjeros.
Manuel Gutiérrez frecuentemente se expresaba
en contra del gobierno y en más de una
ocasión se le oyó decir que nunca
le trabajaría a Fidel Castro, que jamás
recibiría un centavo de él, mientras
estuviera vivo. Su actitud lo hizo merecedor de
cuatro actas de advertencias por parte de la policía,
por peligrosidad ciudadana y una vez sirvió
como huésped por más de 45 días
en el Centro de Operaciones de la Policía
Política en Versalles.
Este compañero devenido en señor,
una vez radicado en los Estados Unidos, nunca
ha dejado de visitar su tierra natal, a pesar
de que no dejó familiares en la Isla. Durante
sus viajes sen dedicó a fomentar una pequeña
empresa. En poco tiempo montó una flotilla
de camionetas que se dedican al transporte de
pasajeros, las que le reportan altos ingresos
económicos. Además se ha adueñado
de tres confortables viviendas, las que renta
a turistas extranjeros.
Manuel Gutiérrez viaja a Cuba cuatro veces
al año, las autoridades conocen al detalle
sus movimientos económicos -prohibidos
para los cubanos radicados en la Isla- y no hacen
nada al respeto. Al contrario, recibe facilidades
especiales y privilegios aduanales para sus operaciones
comerciales. Incluso, fue premiado al estilo comunista
con dos diplomas de reconocimiento por los hoteles
donde se aloja, donde acreditan que el visitante
ha gastado en sus instalaciones una fuerte suma
de dinero en dólares, y con este gesto
ha contribuido a la compra de medicamentos deficitarios
en el país.
Si analizamos objetivamente las cifras aportadas
por el gobierno cubano, veremos la importancia
económica que reporta la comunidad cubana
exiliada para la economía nacional. La
cifra de exiliados cubanos, solamente en los Estados
Unidos, en el año 2003 ascendió
a 1,841,685 personas, con un ingreso promedio
anual de 30 mil dólares. El 70 % de los
exiliados mantienen, de una forma u otra, vínculos
con su familiares en la Isla, a través
de las remesas familiares, envíos de paquetes
o visitas directas.
Las remesas familiares superaron en 2001 los
ingresos por concepto de exportación de
azúcar y en el período 1995-2000
aventajaron con creces los 1,300 millones de dólares
de ingresos por concepto de inversiones directas
de las corporaciones extranjeras. Hoy en día
los ingresos por concepto de las remesas familiares
superan el PIB del país.
Manuel Gutiérrez es uno más de
los tantos cubanos que han hecho una pequeña
fortuna en el extranjero y luego vienen a invertir
a Cuba en sectores como el transporte, compra
y alquiler de viviendas, pequeñas fincas,
negocios de placer, y hasta en el narcotráfico,
gozando de una absorbencia e impunidad ilimitada.
Castro es el típico camaleón, que
cambia de color cuando percibe el peligro. Altos
funcionaros del gobierno señalan que tras
un primer impacto por las medidas anunciadas,
las aguas volverán a coger su nivel, porque
los cubanos siempre se las arreglan para burlar
la ley.
Si bien es cierto que las medidas implantadas
han limitado el flujo de los cubanos que visitan
a sus familiares, y tal vez estén influyendo
en los ingresos que por este concepto recibe el
gobierno, los más afectados han sido los
individuos honestos, porque los que pensaban que
Manuel Gutiérrez, como otros camaleones
no se vería por ahora se equivocaron. Manuel
está aquí, vestido de blanco, collares
y caracoles en mano, fingiendo ser más
babalawo que el Rey de los babalawos. Y el relajo
sigue, pero con orden.
|