REPRESION
Fotos contrarrevolucionarias
Juan Carlos Linares
LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - El día
17 de noviembre del pasado año, se reunieron
en el domicilio número 17 de la calle Colón,
esquina a Pastelillo, en el camagüeyano municipio
de Nuevitas, una docena de activistas de la Fundación
Nuevitera de Derechos Humanos, para tratar cuestiones
relacionadas con la organización. Al finalizar,
se tomaron cuatro fotos en ese lugar, y no lejos
de allí, en Avenida Puerto Angola (antigua
carretera de Tarafas), en casa de Doris Álvarez
Peña, quien preside dicha fundación,
se hicieron doce fotos más.
Temístocles González Rodríguez
se encargó de llevar a revelar las 16 fotografías
ese mismo día, al foto servicio del Palacio
de los Matrimonios, y de recogerlas el día
18 por la mañana.
Otros activistas querían quedarse con
fotografías de recuerdo, pero no alcanzaban
para todos, por lo que deciden llevar nuevamente
los negativos y sacarles otras copias.
El día 22 de noviembre una empleada del
departamento de fotografías, llamada Marité
Pérez Morales llamó por teléfono
a Temístocles para que fuera a recoger
las fotografías. El activista llegó
al estudio, tomó el sobre con las fotos
y pagó, sin percatarse de que detrás
de él se había situado un hombre
vestido de civil, quien le dijo: "Queda detenido",
e inmediatamente le mostró un carné
de la Seguridad del Estado y le arrebató
el sobre con las fotografías.
Ya en la calle, el agente llamó a un policía
uniformado para ordenarle que quitara a Temístocles
su carné de identidad y llevara al opositor
para la estación de policía en calle
Martí.
En la unidad policial lo esperaban dos agentes
de la policía política; uno llamado
Ángel Manuel Arce, y el otro Ricardo, quienes
lo interrogaron hasta pasadas las cinco de la
tarde, amenazándolo con sancionarlo a cinco
años de cárcel si continuaba con
"esas actividades".
Cuenta Temístocles que en el fondo de
algunas fotografías se podía leer
"Libres para siempre o batallando para ser
libres", y que uno de los oficiales, durante
el interrogatorio, le reprochó que ésa
era una frase contrarrevolucionaria. Entonces
Temístocles le respondió que la
frase es un pensamiento de José Martí.
El oficial le ripostó: "No importa,
es contrarrevolucionaria".
El día 25 se presentó Temístocles
en la estación de policía para reclamar
la devolución de sus fotografías,
que le habían costado 12 dólares.
Le prometieron devolvérselas al día
siguiente por la mañana. Cuando se presentó
nuevamente sólo consiguió otra prórroga.
De las fotografías, hasta hoy, nada se
sabe.
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