¿Fidel mediador con Chávez o una agenda hemisférica?
Ernesto F. Betancourt. El
Nuevo Herald, 22 de febrero de 2005. Perdonen si el título
parece confuso, pero la situación ciertamente lo es. Resulta que a Rodrigo
Granda, representante diplomático de los terroristas de la FARC residente
en Caracas, lo secuestraron y llevaron a Colombia, donde fue arrestado. Chávez
montó en cólera y suspendió el comercio fronterizo con Colombia
hasta que Uribe le diera disculpas por violar su soberanía. Uribe, bajo
presión de los comerciantes fronterizos colombianos, apeló primero
a Lula, quién se ofreció gustoso a mediar, pero rápidamente
abandonó el esfuerzo ante un rebuzno de Chávez. Es en ese momento
que Uribe acude nada menos que a Fidel para que calme a su satélite venezolano,
cuya soberanía viola constantemente. Fidel accede a mediar y envía
a Felipe Pérez Roque, de madrugada, a calmar al satélite con ínfulas
de líder continental. Este acepta, pero a condición de que Uribe
le dé disculpas. En Lima, estaban los cancilleres de la Comisión
Andina reunidos con el canciller chino y allí se acordó un texto
entre la canciller colombiana, Carolina Barco, y el canciller venezolano, Alí
Rodríguez, que ofrecía una salida al impasse. En definitiva, Chávez
y Uribe se reunieron y acordaron pasar la página. ¿Díganme
si no es para estar confuso? Mientras tanto, el mediador se dispara un discurso
de cuatro horas en que, en forma nada diplomática, dice ante los pedagogos
de las Américas que a él ya no le hacen falta ni los Estados Unidos
ni Europa. Eso en momentos en que un pobre diablo, llamado Zapatero, ha estado
soltando las suelas de sus alpargatas diplomáticas para lograr una gran
concesión de la Comisión Europea: que dejen de invitar a sus fiestas
en La Habana a los disidentes cubanos. Esta es la sanción terrible que
se le ocurrió a Europa cuando el señor feudal de la isla de Cuba
fusiló a tres infelices que trataron de robarse la lanchita de Regla para
huir a EEUU y después metió en la cárcel a 75 disidentes
por hablar o escribir sin su permiso. Ni el Granma se atrevió a imprimir
este discurso de Fidel. Qué vergüenza para Cuba, para España
y para Europa. Este fin de semana volvió a la carga el gran mediador
entre Chávez y Uribe. En otro discurso, esta vez de seis horas de duración
en la sesión de cierre del Séptimo Encuentro de Economistas sobre
Globalización y Problemas del Desarrollo, disparató de nuevo. Entre
los disparates que dijo esta vez, estuvo que hacía responsable a Bush por
el atentado que se tramaba contra Chávez, en cuyo caso se apresta a morir
en las calles de La Habana durante la inevitable invasión que lanzará
Bush contra Cuba. El Granma, de nuevo, no publicó el texto completo de
los disparates del máximo líder. Parece que, entre otras cosas,
dijo que Cuba era un paraíso. Mientras tanto, Michael Shifter, todo
un vicepresidente del Diálogo Interamericano, que en realidad es un Monólogo
Antiamericano, comenta la mediación de Fidel en un artículo, nada
menos que en la página editorial del Washington Post del 15 de febrero.
Para este tonto útil, esa mediación hace aconsejable que la flamante
nueva secretaria de Estado tome en serio a Castro y a su satélite Chávez.
De hecho, Shifter ignora dos realidades: una, la ola antiamericana izquierdizante
que se está apoderando del hemisferio, sin ofrecer una salida real a los
problemas de la región; y, la otra, que Fidel está chocheando y
hablando cuanta bobería le viene a la mente, sin que haya nadie en el régimen
que tenga el coraje o la autoridad para callarlo. Hace falta, primero que
nada, que Estados Unidos redescubra el hemisferio. Bush no le dedicó una
línea en el Discurso sobre el Estado de la Unión. Eso no es aceptable.
Hay que lanzar una nueva Alianza para el Progreso para vencer la pobreza, crear
empleo y desarrollar la empresa privada pequeña y mediana, al mismo tiempo
que siguen las políticas neoliberales del BID, el Banco Mundial y el FMI
consolidando las reformas macroeconómicas con estabilidad monetaria y cambios
estructurales. Hay que impulsar al ALCA y a la Carta Democrática. La lucha
contra el terrorismo no puede dejar fuera a América Latina, hay que apoyar
a Uribe y aislar a Castro y Chávez. En Cuba, la meta es una transición
y no una sucesión. Esa debe ser la agenda hemisférica. Hay
que salir de la confusión actual. El futuro de América así
lo demanda. |