Un día de azúcar para Los Angeles
CONTACTO Magazine.
Publicado el 19 de febrero de 2005. No hay que confundir la fama
con la eternidad, porque una transcurre en vida y la otra se extiende mucho más
allá de nuestra existencia; pero Celia Cruz siempre ha parecido moverse entre
ambas dimensiones. Conservo desde 1987 el prendedor
que reproduce su estrella del Paseo de la Fama en el Boulevar Hollywood; ella
misma me lo puso en la solapa aquel día... y este mes regresamos 17 años
después a la misma esquina de Hollywood y Argyle para escuchar al alcalde
de Los Angeles, James K. Hahn, proclamando esta intersección como "Plaza
Celia Cruz" y cada 18 de febrero como "Día de Celia Cruz en Los
Angeles". Es como llenar a Elegua de azúcar en las cuatro esquinas
para que estos caminos de Hollywood se abran hacia lo afrocubano. "La
música afrocubana es la raíz de la salsa de hoy", dijo Celia
alguna vez. Y no se puede hablar de Celia en Hollywood sin recordar a Winnie
Sánchez, la reportera y promotora de espectáculos que un día
salió a la calle a recoger mil firmas solicitando que le entregasen su
estrella en el Paseo a la gran guarachera. Después vinieron aquellas
imágenes del celuloide en The Mambo King Play Songs of Love (1992) y The
Perez Family (1995)... pero ya Celia había llegado al Palladium desde 1961
con la primera trompeta Pedro Knight, con quien se casaría de por vida
al año siguiente. "Yo hice un pedido más humilde..."
nos cuenta Winnie, quien propuso recientemente al alcalde Hahn que se bautizara
una calle en honor a Celia, pero la respuesta de la Ciudad fue dedicar la céntrica
Plaza a la cantante, donde se encuentra su estrella estampada in memoria en la
esquina del Teatro Pantages. Ya en vida San Francisco había declarado
octubre 25 desde 1997 como Día de Celia Cruz en esa ciudad. Mis primeras
referencias de ella vienen de cuando se fusionó cantando con la Sonora
Matancera en 1950 y de la ciudad provinciana (donde yo nací) cuando los
más viejos recuerdan de boca en boca, orgullosamente, aquellos tiempos...
la casa del babalawo Remigio Herrera (Adeshina) donde se la recuerda frente al
fundamento de Changó como a una ahijada... otras estrellas de la memoria... En
1959 estaba la Sonora Matancera de gira por México cuando cambió
el curso de la historia en Cuba y los miembros de esta afamada agrupación
musical prefirieron entrar a Estados Unidos. Celia continuó con la Sonora
hasta 1965 y en 1966 se unió a la Orquesta de Tito Puente con la cual grabaría
ocho LP's. Su registro vocal está en los resonadores que imitan a
los instrumentos musicales como se conoce en el mundo del jazz por "scat"
. Cautiva audiencias del mundo entero y de cuatro generaciones al hacer suya la
tradición de llamada y respuesta nacida de la música ritual afrocubana
en la relación "gallo"-"coro". Ya Rogelio Martínez,
líder de la Sonora Matancera, había notado que la voz de Celia podía
imponerse en la rumba como sólo suelen hacerlo solistas masculinos. Ella
lo hizo con creces, y a toda plenitud discográfica que la antología
con los dos volúmenes de 1976: The Fania All Stars album Live at Yankee
Stadium. Inauguraron su Plaza en Hollywood el 18 de febrero los acordes
de la Orquesta Babaló con Luis Falcón, la misma agrupación
conque solía cantar la guarachera cuando visitaba Los Angeles. Entre
sus alardes escénicos más memorables citaríamos la representación
de "Hommy" en el Carnegie Hall (1973), una adaptación en idioma
español de la ópera-rock Tommy original de The Who. Tambien vale
citar su interpretación de la Guantanamera a dúo con Luciano Pavarotti. Queda
su legado de más de cincuenta volúmenes discográficos, numerosos
artículos especializados y dos biografías póstumas a saber:
"La nueva biografía de Celia Cruz: AZUCAR!" de Eduardo Marceles
y "Celia, Mi Vida. Una autobiografía" publicada por Rayo con
prólogo de Maya Angelou. Lo demás es su vestuario despampanante
y una estatua en el Museo de Cera de Hollywood y el Premio Grammy y la Estrella
del Paseo y ahora la Plaza... y todo lo que la radio y la televisión y
la farándula puedan decorar y celebrar... pero más allá están
todos los niños del mundo que se pongan a cantar entre una docena de hermanos,
como aquella niña del barrio Santo Suárez en La Habana, que alguna
vez se puso a soñar... y todavía nos tiene soñando a todos
nosotros. (Rodríguez es presidente de Stage Of The Arts, organización
sin fines de lucro fundada por él en 1982 y dedicada a promover eventos
culturales multidisciplinarios. De esta organización es parte el proyecto
AfroCuba.org, dedicado a explorar temas de la cultura afrocubana. Para comunicarse
con Rodríguez, se puede enviar un mensaje a StageOfTheArts@aol.com). ©
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