Un video clandestino
hace furor en Cuba
Un corto de video, "Monte
Rouge", recorre clandestinamente la isla
haciendo reír a los cubanos con el guión
satírico de Eduardo del Llano y las actuaciones
de Luis Alberto García, Néstor Jiménez
y el mismo del Llano.
Fernando Ravsberg, BBC
Mundo, La Habana. Jueves, 17 de febrero de
2005.
"Buenos días, mi nombre es Rodríguez,
acá el compañero Segura, venimos
a instalarle los micrófonos". Con
esta frase se presentan los dos oficiales de la
Seguridad del Estado que golpean a la puerta del
ciudadano Nicanor O'Donell.
Durante 15 minutos, Nicanor tratará de
entender la nueva política en la que se
le pide que continúe hablando mal del gobierno,
pero a partir de ahora dentro de la habitación
en la que se instalaron los micrófonos.
Todo esto condimentado con mucho de la cotidianidad
cubana, desde la gasolina que roba Nicanor en
su trabajo hasta la oferta de uno de los mismos
agentes de la Seguridad de venderle equipos prohibidos.
"Nuestra misión es instalar unos
micrófonos en su casa para escuchar directamente
sus comentarios antigubernamentales", le
explica uno de los agentes al sorprendido ciudadano
Nicanor O'Donell.
¡En la cocina!
Nicanor pasa de la sorpresa a la indignación,
afirmando que ya "ni siquiera lo disimulan"
a lo que el agente responde que "a los clientes
no hay quien los entienda, antes se quejaban de
que no dábamos la cara".
Finalmente, rendido ante miradas amenazadoras,
Nicanor accede, los deja entrar, les brinda el
típico café cubano y colabora con
los dos agentes en la mejor ubicación de
los micrófonos en su casa.
Uno de los oficiales le pregunta directamente
"¿Dónde suele hablar mal del
gobierno, en qué parte de la casa?"
y Nicanor responde que "en cualquier parte,
aquí, en el cuarto, en la cocina, ¡en
la cocina!".
Los agentes le comunican a Nicanor que fue seleccionado
para colocarle los micrófonos porque sus
críticas son "realmente sagaces"
y además porque su casa queda cerca y no
tenían automóvil disponible.
Le explican que debe sentirse contento, "Usted
vive solo y el Estado le asigna dos micrófonos
para sus necesidades" dice el oficial Rodríguez
y agrega que hay familias de diez personas a las
que aún no se les ha podido instalar ninguno.
Cuando le piden que haga una prueba de sonido,
el oficial Segura le sugiere que diga "algo
subversivo, para ir entrando en calor" y
el ciudadano O'Donell grita: "Me encantaría
tener una antena parabólica".
Opiniones positivas
Al final del corto, uno de los agentes le ofrece
venderle una de estas antenas de televisión
satelital prohibidas en Cuba "pero que quede
entre tú y yo porque este tipo es un poco
cuadrado", dice, refiriéndose al otro
policía.
El corto de video está recorriendo Cuba
en formato de DVD y es visto en computadoras particulares,
la mayor parte de ellas clandestinas también,
dado que está prohibida su venta a los
cubanos.
Lógicamente nadie de los que lo han visto
y "pasado" a otros quiere que se mencione
su nombre, pero en general todas las opiniones
recogidas por la BBC son positivas, tanto del
guión como de la realización.
"Yo no sé cómo se atrevieron
a hacer algo así pero está genial,
es una sátira muy fina" expresó
un gerente y agregó que "lo he visto
un montón de veces y cada vez me río
más y le veo nuevas cosas".
"Sin lugar a dudas, recrea nuestra realidad
con un humor irónico genial", dijo
a la BBC una estudiante universitaria.
"Ahora hay que ver qué les pasará
a los que hicieron y actuaron en el corto",
añadió.
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