PRENSA INTERNACIONAL
Febrero 16, 2005
 

Cuba, ¿un pasillo para el narcotráfico?

Univision, 15 de Febrero de 2005.

Cuando surgen acusaciones directas, como la de que Cuba es un país que suministra drogas a Estados Unidos y Europa, lo primero que surge es la duda. Por eso, y sin más pruebas que los testimonios de dos periodistas y un ex agente de la contrainteligencia cubana, sólo se puede decir que ellos aseguran que en Cuba, se realizan tales prácticas a tenor de las pruebas que han mostrado.

Conexión Habana

Después de un reportaje polémico emitido en una cadena de televisión española, sus autores Santiago Botello y Mauricio Angulo, con la colaboración de Delfín Fernández (ex agente de contrainteligencia de la República de Cuba), han decidido convertirlo en un libro de denuncia titulado Conexión Habana.

En él exponen la estructura de las redes de narcotráfico en Cuba, dejando como testimonio la grabación principal de 7 kilos de cocaína puestos en una mesa de La Habana por traficantes cubanos, para su venta.

La motivación principal del libro no es la denuncia de las prácticas del narcotráfico, toda vez que es un tema recurrente en la prensa internacional, sino el hecho de que algunos de los personajes que estuvieron cerca de los periodistas cuando se realizó el reportaje de incógnito, fueron apresados y torturados por el gobierno cubano.

Según Santiago Botello, la isla de Cuba está completamente controlada por los servicios secretos. Todo tiene un control estricto, lo que hace que sea muy difícil penetrar en los aspectos más secretos de la isla.

Eso hace suponer que es imposible mover siete u ocho kilos de cocaína (como los que ellos lograron comprar según su propio reportaje), sin que esté en conocimiento de las altas esferas políticas.

Era cocaína

Los autores del libro insistieron en que los propios suministradores de coca en La Habana, les aseguraron que no corrían ningún peligro "porque trabajaban para el gobierno".

Para Mauricio Angulo, "a ellos les importaba poco de donde provenía la coca", se hablaba especialmente de Colombia, y a veces de Venezuela, aunque no como productor de la misma.

Según explicó Angulo, "Cuba no pertenece al grupo de países denominados "calientes", como Colombia, Perú o Bolivia, y por eso la distribución desde la isla resulta más eficaz, porque de Cuba sólo vuelven turistas, músicos, etcétera".

Para entrar en contacto con los narcotraficantes, ellos se "dejaron querer" en La Habana, ofreciendo dinero y aproximándose a la red todo lo que pudieron. De ahí se produjo el acercamiento de los mercaderes de estupefacientes.

En Cuba circula cocaína

Para ellos, "en Cuba circula muchísima droga. Sobre todo para estar bajo un estricto control policial, en una isla donde no se pueden cambiar de ciudad sin permiso legal, o donde ponen preso a un trompetista por haberse comprado el instrumento en el mercado negro".

Castro quizó ocultarlo

Oficialmente, según los autores del reportaje, "en Cuba, la droga que hay es producto de los "recalos", paquetes que caen al mar por el uso de otros narcotraficantes de las aguas jurisdiccionales. Eso es muy difícil, si no se tiene una red de funcionamiento muy bien estructurada, que es precisamente con la que convivimos nosotros".

Por último y en la necesidad de contrastar opiniones, el Consejero de Prensa de la Embajada de Cuba en Madrid, Rubén García Abelando, mostró sus dudas personales sobre la autenticidad de la información y aclaró que el gobierno de Cuba "se niega a hacer ningún tipo de declaración oficial al respecto".

El ex agente de los servicios de contrainteligencia de Cuba, especialista en temas españoles, Delfín Fernández, comentó sus opiniones sobre la relación que tiene el gobierno cubano con el narcotráfico.

- ¿Quién era usted en Cuba, y qué relación tiene con el libro?.
- Estuve durante 18 años como agente especial de varios departamentos de la contrainteligencia militar y del servicio de inteligencia cubano. Puedo garantizar, después de haber colaborado con la elaboración del libro, que en él no hay nada que sea ficticio.

Soy un desertor desde el año 99 y la realidad de este libro es tan cruda como la de los 11 millones de cubanos hoy en día. Estoy seguro de que si estos señores hubiesen sido detectados, les habrían fusilado, o se las habrían arreglado para que no salieran de la isla.

Evidentemente no sabían a que se estaban enfrentando cuando hicieron este reportaje. Comparto el sentir con todas las personas que están contra la dictadura de Castro, y sufro el padecimiento que está sufriendo el pueblo cubano. En Cuba no hay nada que se mueva, sin que esté en conocimiento de la alta dirección de gobierno.

- La polémica sobre el tráfico de droga en Cuba se remonta al fusilamiento del General Ochoa, ¿no finalizó en él la cuestión del tráfico de drogas en Cuba?.
- En el libro se hace mención al caso Ochoa en el año 89, en las causas uno y dos. Nosotros, que estábamos ahí, sabíamos que era una farsa. Era prácticamente imposible que se moviera lo que se movió con la droga sin el conocimiento y el consentimiento pleno de Raúl y Fidel Castro. El juicio fue, evidentemente, un montaje.

Cuando surgen acusaciones directas, como la de que Cuba es un país que suministra drogas a Estados Unidos y Europa, lo primero que surge es la duda. Por eso, y sin más pruebas que los testimonios de dos periodistas y un ex agente de la contrainteligencia cubana, sólo se puede decir que ellos aseguran que en Cuba, se realizan tales prácticas a tenor de las pruebas que han mostrado. Conexión Habana Después de un reportaje polémico emitido en una cadena de televisión española, sus autores Santiago Botello y Mauricio Angulo, con la colaboración de Delfín Fernández (ex agente de contrainteligencia de la República de Cuba), han decidido convertirlo en un libro de denuncia titulado Conexión Habana. En él exponen la estructura de las redes de narcotráfico en Cuba, dejando como testimonio la grabación principal de 7 kilos de cocaína puestos en una mesa de La Habana por traficantes cubanos, para su venta. La motivación principal del libro no es la denuncia de las prácticas del narcotráfico, toda vez que es un tema recurrente en la prensa internacional, sino el hecho de que algunos de los personajes que estuvieron cerca de los periodistas cuando se realizó el reportaje de incógnito, fueron apresados y torturados por el gobierno cubano. Según Santiago Botello, la isla de Cuba está completamente controlada por los servicios secretos. Todo tiene un control estricto, lo que hace que sea muy difícil penetrar en los aspectos más secretos de la isla. Eso hace suponer que es imposible mover siete u ocho kilos de cocaína (como los que ellos lograron comprar según su propio reportaje), sin que esté en conocimiento de las altas esferas políticas. Era cocaína Los autores del libro insistieron en que los propios suministradores de coca en La Habana, les aseguraron que no corrían ningún peligro "porque trabajaban para el gobierno". Para Mauricio Angulo, "a ellos les importaba poco de donde provenía la coca", se hablaba especialmente de Colombia, y a veces de Venezuela, aunque no como productor de la misma. Según explicó Angulo, "Cuba no pertenece al grupo de países denominados "calientes", como Colombia, Perú o Bolivia, y por eso la distribución desde la isla resulta más eficaz, porque de Cuba sólo vuelven turistas, músicos, etcétera". Para entrar en contacto con los narcotraficantes, ellos se "dejaron querer" en La Habana, ofreciendo dinero y aproximándose a la red todo lo que pudieron. De ahí se produjo el acercamiento de los mercaderes de estupefacientes. En Cuba circula cocaína Para ellos, "en Cuba circula muchísima droga. Sobre todo para estar bajo un estricto control policial, en una isla donde no se pueden cambiar de ciudad sin permiso legal, o donde ponen preso a un trompetista por haberse comprado el instrumento en el mercado negro". Castro quizó ocultarlo Oficialmente, según los autores del reportaje, "en Cuba, la droga que hay es producto de los "recalos", paquetes que caen al mar por el uso de otros narcotraficantes de las aguas jurisdiccionales. Eso es muy difícil, si no se tiene una red de funcionamiento muy bien estructurada, que es precisamente con la que convivimos nosotros". Por último y en la necesidad de contrastar opiniones, el Consejero de Prensa de la Embajada de Cuba en Madrid, Rubén García Abelando, mostró sus dudas personales sobre la autenticidad de la información y aclaró que el gobierno de Cuba "se niega a hacer ningún tipo de declaración oficial al respecto". El ex agente de los servicios de contrainteligencia de Cuba, especialista en temas españoles, Delfín Fernández, comentó sus opiniones sobre la relación que tiene el gobierno cubano con el narcotráfico. - ¿Quién era usted en Cuba, y qué relación tiene con el libro?. - Estuve durante 18 años como agente especial de varios departamentos de la contrainteligencia militar y del servicio de inteligencia cubano. Puedo garantizar, después de haber colaborado con la elaboración del libro, que en él no hay nada que sea ficticio. Soy un desertor desde el año 99 y la realidad de este libro es tan cruda como la de los 11 millones de cubanos hoy en día. Estoy seguro de que si estos señores hubiesen sido detectados, les habrían fusilado, o se las habrían arreglado para que no salieran de la isla. Evidentemente no sabían a que se estaban enfrentando cuando hicieron este reportaje. Comparto el sentir con todas las personas que están contra la dictadura de Castro, y sufro el padecimiento que está sufriendo el pueblo cubano. En Cuba no hay nada que se mueva, sin que esté en conocimiento de la alta dirección de gobierno. - La polémica sobre el tráfico de droga en Cuba se remonta al fusilamiento del General Ochoa, ¿no finalizó en él la cuestión del tráfico de drogas en Cuba?. - En el libro se hace mención al caso Ochoa en el año 89, en las causas uno y dos. Nosotros, que estábamos ahí, sabíamos que era una farsa. Era prácticamente imposible que se moviera lo que se movió con la droga sin el conocimiento y el consentimiento pleno de Raúl y Fidel Castro. El juicio fue, evidentemente, un montaje. Extorsión a artistas Todos nosotros sabíamos los lugares donde estaban detenidos los imputados de las causas uno y dos. Eran Villa Marista (perteneciente a Departamento de Operaciones de la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior), y en la SIM (Servicio de Inteligencia Militar), los litros de pentotal sódico estaban ahí como si fuese agua. Se puede ver perfectamente en las imágenes del juicio que ellos habían sufrido los efectos de productos químicos y sesiones de hipnosis para obligarlos a confesar. Agradezco a todos aquellos que luchan contra la dictadura, el hecho de que me hayan permitido participar en este libro. Financiar guerrilla - ¿Qué relación hay entre este proceso de distribución de la coca, y la idea de lucha contra el imperialismo a través de la destrucción de cerebros gracias al consumo de drogas?. - En el libro hay un documento que se debatió en el congreso de Estados Unidos, donde se desvela el peligro que supone el narcotráfico desde Cuba a Estados Unidos, y lo que supondría para la isla en cuanto a ingresos se refiere, pero que además, supondría un enorme soporte para la financiación de la guerrilla en Suramérica. - ¿Y en lo que se refiere a la producción de coca para la exportación a Estados Unidos?. - Cuba nunca se ha caracterizado por exportar droga. Las imputaciones que se le hacen desde la DEA de Estados Unidos y otros organismos internacionales consisten más bien de permitir ese tráfico hacia Estados Unidos, es decir, facilitar el uso de las aguas jurisdiccionales, la plataforma insular, corredores aéreos o incluso repostar algunas naves. Eso significa que tiene la misma responsabilidad, porque al final está permitiendo que llegue la droga a Estados Unidos. - ¿La vigilancia que se sostiene a personajes famosos o importantes, tiene que ver con evitar o controlar el contacto con la disidencia?. - La disidencia no tiene nada que ver, eso lo trata otro departamento que no era en el que yo estaba. La disidencia se controla más internamente. Nosotros cumplíamos las funciones de controlar a famosos, políticos o empresarios, en función de las informaciones que se recibían desde España, para el caso de los españoles y de la misma manera con el resto de países, poniendo especial interés, en Estados Unidos por supuesto. En mi puesto como especialista en el área de España, nosotros preparábamos dispositivos para aquellos personajes a los que pudiéramos sacarle algún rendimiento, a través de chantaje, por ello fueron seguidos Imanol Arias, Javier Bardem, Massiel, Norma Duval, Joaquín Sabina o Concha Velasco.

Todos nosotros sabíamos los lugares donde estaban detenidos los imputados de las causas uno y dos. Eran Villa Marista (perteneciente a Departamento de Operaciones de la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior), y en la SIM (Servicio de Inteligencia Militar), los litros de pentotal sódico estaban ahí como si fuese agua.

Se puede ver perfectamente en las imágenes del juicio que ellos habían sufrido los efectos de productos químicos y sesiones de hipnosis para obligarlos a confesar. Agradezco a todos aquellos que luchan contra la dictadura, el hecho de que me hayan permitido participar en este libro.

Financiar guerrilla

- ¿Qué relación hay entre este proceso de distribución de la coca, y la idea de lucha contra el imperialismo a través de la destrucción de cerebros gracias al consumo de drogas?.
- En el libro hay un documento que se debatió en el congreso de Estados Unidos, donde se desvela el peligro que supone el narcotráfico desde Cuba a Estados Unidos, y lo que supondría para la isla en cuanto a ingresos se refiere, pero que además, supondría un enorme soporte para la financiación de la guerrilla en Suramérica.

- ¿Y en lo que se refiere a la producción de coca para la exportación a Estados Unidos?.
- Cuba nunca se ha caracterizado por exportar droga. Las imputaciones que se le hacen desde la DEA de Estados Unidos y otros organismos internacionales consisten más bien de permitir ese tráfico hacia Estados Unidos, es decir, facilitar el uso de las aguas jurisdiccionales, la plataforma insular, corredores aéreos o incluso repostar algunas naves. Eso significa que tiene la misma responsabilidad, porque al final está permitiendo que llegue la droga a Estados Unidos.

- ¿La vigilancia que se sostiene a personajes famosos o importantes, tiene que ver con evitar o controlar el contacto con la disidencia?.
- La disidencia no tiene nada que ver, eso lo trata otro departamento que no era en el que yo estaba. La disidencia se controla más internamente. Nosotros cumplíamos las funciones de controlar a famosos, políticos o empresarios, en función de las informaciones que se recibían desde España, para el caso de los españoles y de la misma manera con el resto de países, poniendo especial interés, en Estados Unidos por supuesto.

En mi puesto como especialista en el área de España, nosotros preparábamos dispositivos para aquellos personajes a los que pudiéramos sacarle algún rendimiento, a través de chantaje, por ello fueron seguidos Imanol Arias, Javier Bardem, Massiel, Norma Duval, Joaquín Sabina o Concha Velasco.

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