NOTICIAS
DE CUBA El
Nuevo Herald
Se incrementa la cifra de accidentes de tránsito
en Cuba
EFE. La Habana, 19 de diciembre
de 2005.
Un total de 9,534 accidentes de tráfico
se han registrado en Cuba en los primeros nueve
meses del año, 280 más que los ocurridos
en la isla en el 2004, informó ayer la
prensa local.
Según el periódico Juventud Rebelde,
que cita un informe de la División Nacional
de Tránsito, 869 personas han muerto por
esta causa, 58 más que el año pasado.
En tanto, la cifra de heridos en tales sucesos
fue de 7,244, lo que significa un incremento de
111 en comparación con el año anterior.
De acuerdo con los datos oficiales citados por
la publicación, las provincias que registraron
un mayor número de accidentes fueron Holguín,
Villa Clara, Cienfuegos, Santiago de Cuba y La
Habana.
Asimismo, se reportaron las mayores cifras de
muertos en La Habana y en las provincias de Pinar
del Río, Cienfuegos, Holguín y Camagüey.
Entre las principales causas de accidentes figuran
la ingestión de bebidas alcohólicas,
el exceso de velocidad y el poco uso del cinturón
de seguridad y del casco protector, en el caso
de los que circulan en motocicleta.
Como factores de riesgo, la División Nacional
de Tránsito cita el deterioro de la red
vial, la deficiente señalización
de todo tipo, el mal estado técnico de
muchos vehículos, y una falta de cultura
automovilística.
La fuente subraya que "el desconocimiento
de la magnitud de este problema y la consideración
de que los accidentes son fortuitos e inevitables
entorpecen la eliminación de los factores
de riesgo que los ocasionan''.
En los últimos cinco años en Cuba
han ocurrido 51,335 accidentes, que han ocasionado
la muerte de 4,954 personas y lesiones de diverso
grado a otras 40,544.
Miles pagan sus promesas a San Lázaro
Agence France Presse. La Habana,
18 de diciembre de 2005.
Cientos de miles de cubanos peregrinaron ayer
hasta el Rincón, en las afueras de La Habana,
para rendir tributo a San Lázaro, una deidad
de creación popular que los católicos
identifican con el San Lázaro Obispo y
los santeros con el Babalú Ayé.
Caminando de rodillas sobre el asfalto, en una
mano un puro, en la otra una vela, Roely Román,
de 18 años, cumple su promesa, la misma
desde que tiene siete años y que su madre
hizo por él.
Bajo un intenso sol se le hacen interminables
los casi 30 metros que lo separan del portón
de hierro y las puertas de la pequeña ermita
del Rincón, que junto a un leprosorio,
es el principal lugar de devoción a San
Lázaro, en las afueras de La Habana.
Ataviado con las ropas que le hizo su madre con
tejido de yute, Roely llegó al santuario
la mañana del 17 de diciembre, poco antes
de que el cardenal Jaime Ortega oficiara una misa
ante miles de feligreses.
''Tengo un riñón más pequeño
que el otro. Cuando bajé de la guagua (autobús),
se me perdió mi perrito y tampoco veo a
mi mamá, tengo que hacer esto solo'', dice
a la AFP mientras avanza lentamente a su destino,
el altar de San Lázaro.
Colmado de flores de todos los colores, la imagen
del santo u orisha (deidad de los cultos de origen
africano), representado en un enjuto mendigo en
harapos, con barbas y muletas, martirizado por
grandes llagas en su piel, lamidas por dos perros,
es el centro de un hormiguero humano.
Cientos de fieles se estrujan para poder entregar
su ofrenda: un habano, un trago de ron, una vela
de color morado o un saquito repleto de monedas
reunidas durante todo el año.
En medio del bullicio un golpe seco se escucha
junto a una de las columnas cercanas al altar.
Abstraído, un hombre de sombrero de paja,
con sus zapatos colgando del cuello y vestido,
igual que Roely, con un pantalón hecho
de yute, golpea contra el piso su bastón.
A San Lázaro se le atribuyen propiedades
curativas de la lepra, el sida, la viruela, cólera,
problemas gástricos, úlceras, gangrenas,
embolias, parálisis, erisipelas y amputaciones.
A muchos con esos padecimientos se les ve junto
a un plato en espera de una moneda en las afueras
de la ermita, visitada por el papa Juan Pablo
II durante su histórico viaje a Cuba en
enero de 1998.
Roely estuvo allí hace siete años.
Lo trajo su mamá. El está a punto
de llegar a las puertas de la ermita y su madre
no aparece. A Chicho, su perrito, ya no tiene
esperanzas de volverlo a ver.
Esta vez todo fue más duro. Aún
no sabe cómo va a regresar a su casa, ubicada
a unos 40 kilómetros del lugar.
Quizás el otro año la experiencia
no sea tan cruel. Su promesa, así lo quiso
su madre, deberá pagarla hasta que muera.
Nuevo proyecto de la FIU para reconstruir
la capital
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 18 de diciembre de 2005.
Rodeado de mapas, fotografías y maquetas
que reproducen zonas de El Vedado y La Rampa,
la esquina de Tejas y el casco histórico
urbano frente a la bahía, el arquitecto
Nicolás Quintana vislumbra apasionado La
Habana del futuro.
''Este proyecto justifica mi propia existencia'',
afirmó Quintana, profesor de la Escuela
de Arquitectura de la Universidad Internacional
de Florida (FIU). "Lo importante es que estamos
visualizando la ciudad hacia el futuro de una
manera sostenible, sin perder sus tradiciones
urbanas''.
Los 80 años han sorprendido a Quintana
en una intensa etapa de trabajo, al frente del
proyecto La Habana y sus paisajes, un ambicioso
estudio que pretende establecer las bases para
la reconstrucción de la capital cubana
respetando sus valores arquitectónicos
e identidad urbanística. La investigación
se inició en septiembre del 2004 y debe
concluir a mediados del próximo año.
El proyecto cuenta con un presupuesto de $325,000
--donado por los urbanizadores cubanoamericanos
Sergio Pino y Anthony Seijas-- y ha involucrado
a un equipo multidisciplinario de 25 especialistas,
entre profesores y alumnos. Esta semana en un
salón de la Escuela de Arquitectura, 17
estudiantes de Diseño desplegaron las seis
maquetas elaboradas y explicaron sus conclusiones
luego de un arduo semestre de ''inmersión''
en los espacios habaneros.
Las maquetas han seleccionado zonas como ejemplos
genéricos que pueden aplicarse en otros
sitios de la ciudad e incluyen tanto las estructuras
actuales como las propuestas constructivas. Las
zonas escogidas para el estudio son la esquina
de Tejas y La Rampa; las calles Reina (de Fraternidad
a Belascoaín) y Carlos III (de Belascoaín
al Castillo del Príncipe); el área
del Malecón comprendida entre el Banco
Nacional de Cuba y el Parque Maceo; la Habana
Vieja y una unidad vecinal del barrio de El Vedado,
enmarcada entre las calles Línea y 23,
y las avenidas de Paseo y G (Avenida de los Presidentes).
''En el grupo de estudiantes hay sólo
cuatro cubanos, pero la mezcla de nacionalidades
y perspectivas fue interesantísima, y todos
se integraron al trabajo como una sola persona'',
relató el profesor.
El investigador Manuel Lorenzo, quien ha contribuido
en la información de satélite, asegura
que su vínculo al proyecto ha tenido para
él una particular significación.
''Es la primera vez que Cuba se me hace real'',
confesó Lorenzo, quien nació en
El Vedado y emigró de Cuba cuando tenía
5 años, en 1962.
Para Juan Antonio Bueno, decano de la Escuela
de Arquitectura de FIU y codirector del proyecto
en asuntos ecológicos, la experiencia le
ha abierto ''un interés académico
y profesional sobre La Habana, más allá
de los vínculos sentimentales'' que lo
unen a la ciudad que abandonó a los 13
años.
A pesar del reto que implica la realización
del proyecto desde la distancia geográfica,
Quintana explica que los diseños cuentan
con la más acuciosa y actual información
sobre La Habana. Las maquetas han sido confeccionadas
con los planos geodésicos de la ciudad,
información de satélite y fotos
recientes de fachadas y manzanas que han sido
enviadas desde Cuba.
''La colaboración que hemos recibido de
personas amigas en Cuba ha sido fabulosa, y espero
que algún día podamos agradecerla
con nombres y apellidos'', señaló
Quintana, que tomó el camino del exilio
en enero de 1960 y nunca ha regresado al país
natal.
Desde un comienzo, los promotores de La Habana
y sus paisajes aclararon que el proyecto estaba
abierto a la colaboración de profesores
e individuos a título personal, pero no
a las instituciones gubernamentales. La propuesta
de reconstrucción aguardará por
los cambios democráticos en Cuba tras la
desaparición del régimen de Fidel
Castro.
La respuesta no se ha hecho esperar: más
de 400 fotografías --impresas o en discos
compactos-- han llegado a las manos de Quintana
utilizando las vías más impredecibles,
además de otros documentos con valiosísima
información para el estudio.
''Partimos de lo que existe para darle continuidad
a una ciudad que ha estado paralizada en el tiempo'',
aseveró Quintana, artífice del movimiento
arquitectónico moderno que floreció
en Cuba a mediados del pasado siglo.
Pero insiste en que no se trata de imponer soluciones,
sino de brindar a los arquitectos y urbanizadores
sugerencias de enfoque para que la reconstrucción
de La Habana no se caotice con la proliferación
de las autopistas, las comunidades cerradas y
el crecimiento suburbano, como ha sucedido en
Miami.
''No queremos que la reconstrucción sea
una carga para las futuras generaciones'', agregó
el arquitecto. "La Habana debe crecer en
cuadrículas urbanas al estilo de El Vedado,
combinando corredores, edificaciones verticales
y el modelo de distancias peatonales en los vecindarios''.
En enero comenzará la etapa final para
sugerir diseños arquitectónicos
en los derrumbes localizados dentro de la ciudad,
al tiempo que concluyan los estudios ecológicos
y sociopolíticos integrados en el proyecto.
Quintana planea hacer una presentación
pública en ocasión del 20 de mayo,
fecha del nacimiento de la república de
Cuba.
Para finales del 2006 debe estar listo --primero
en inglés y luego en español-- el
libro resumen del estudio, con más de 400
páginas de textos e ilustraciones, y añadirá
un CD que permita un recorrido virtual por la
ciudad. Para ese volumen Quintana ha escrito una
historia de La Habana en 16,400 palabras que resume
su experiencia de 50 años de dedicación
al urbanismo y la arquitectura.
''En los últimos seis meses nunca me he
acostado una noche antes de las 2 de la madrugada'',
contó Quintana. "Para mí esto
no es un pasatiempo, sino una razón de
vida y un acto de amor por Cuba''.
wcancio@herald.com
Políticos piden darle a Cuba su turno
al bate
Frances Robles, The Miami Herald. 18 de diciembre
de 2005.
Por lo menos 100 congresistas han intervenido
en la controversial decisión del gobierno
federal de negarle a Cuba el permiso para jugar
en el próximo Clásico Mundial de
Béisbol. La mayoría de los legisladores
quiere que Cuba juegue.
Ochenta miembros del Congreso firmaron cartas
dirigidas al comisionado del béisbol de
las Grandes Ligas (MLB), Bud Selig; a la secretaria
de Estado, Condoleezza Rice, y al secretario del
Tesoro, John Snow, exhortándolos a "no
llevar la política internacional al terreno
de pelota''.
Las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores
han organizado un torneo internacional de béisbol
en el que jugarán 16 equipos el próximo
marzo. Pero el Tesoro le negó a Cuba la
necesaria licencia porque ganar dinero en un torneo
de béisbol violaría el embargo a
Cuba.
''Vamos a disfrutar del juego y poner el espíritu
deportivo por encima de la política'',
escribieron los que están a favor de que
el equipo de la isla participe.
José E. Serrano, representante demócrata
por Nueva York, dijo ayer a través de un
portavoz que esperaba que otros 20 congresistas
firmaran la carta este fin de semana. En la Florida,
sólo el representante Alcee L. Hastings
(demócrata por Miramar) la firmó.
''El Clásico Mundial de Béisbol
no debe estar empañado por nuestro resentimiento
contra el gobierno cubano'', dijo Serrano en una
declaración. "Cuba produce parte del
mejor talento beisbolero del mundo, y merece participar''.
Otros 12 congresistas le escribieron a Selig
pidiéndole que siguiera una idea propuesta
por el representante Lincoln Díaz-Balart:
permitir que jugadores cubanos exiliados representen
a Cuba en los juegos.
Esa idea fue rápidamente rechazada por
la MLB porque la reglas requieren que los equipos
estén representados por una federación
nacional de béisbol.
''Un equipo de jugadores libres, compitiendo
con equipos que representan a pueblos libres,
es la mejor forma de celebrar el juego norteamericano
en el escenario mundial'', escribieron los miembros
del Congreso.
Entre los legisladores de la Florida que firmaron
la carta estuvieron los republicanos Ileana Ros-Lehtinen,
Mario Díaz-Balart, Tom Feeney y Connie
Mack, y los demócratas Kendrick Meek, Debbie
Wasserman Schultz y Robert Wexler.
Los funcionarios de la MBL dijeron que no invitarían
a otro equipo para sustituir a Cuba hasta no haber
agotado todos los recursos legales.
|