"Fidel es preso de sí
mismo"
La
Vanguardia, España,
24 de abril de 2005.
Marcelo Cano Rodríguez, médico
cubano: cumple una condena de 18 años en
la prisión de Canaleta por criticar el
milagro de la sanidad cubana: un falso milagro,
por cierto, todavía proclamado por la izquierda
europea.
-Al doctor le salió cara la crítica.
-Que el doctor Cano esté en la cárcel
por decir lo que piensa es una vergüenza
para todos nosotros. Y como él hay 76 presos
de conciencia en Cuba: aquí tiene sus fotos.
-Alejo Rodríguez, prisión de Pinar.
-Cumple 20 años por defender los derechos
humanos. ¿Cómo se puede encarcelar
a nadie por defender los derechos de todos?
-Y... ¡Fidel Castro! ¿Qué
hace aquí su foto entre sus prisioneros?
-Fidel es otro preso. Ha dedicado su vida a convertir
la isla de Cuba en un inmenso penal y después
se ha guardado las llaves en el bolsillo sin percatarse
de que él mismo era el gran prisionero
de su propia cárcel.
-¿No le encuentra ninguna virtud?
-Conozco a Fidel. En 1993 me invitó a
visitarle en su casa, porque firmé un manifiesto
contra el bloqueo de Estados Unidos a la economía
cubana.
-¿Simpático?
-Le enseñé mi revista Colors,con
fotos del Véneto, y me dijo que su gran
frustración era no poder ir a Venecia.
"¿Por qué no?", le dije.
"Alquilemos un avión privado y yo
le diré a todo el mundo en Italia que usted
es solamente un doble de Fidel para una campaña
publicitaria".
-Habría colado, pero hundiría la
audiencia en el primer teleshow.
-También le llevé de regalo a Fidel,
una bicicleta de montaña.
-Si pedaleas no te caes.
-Para que volviera a la montaña a hacer
la revolución.
-¿Entendió la ironía?
-Se acabaron las ironías: ¡Fidel
es una momia! Un fósil que aplasta y paraliza
a todo su pueblo ¡Que lo embalsamen, construyan
una pirámide y le dejan reposar allí
dentro del mausoleo por los siglos de los siglos!
Si quieren, que le rindan honores a la momia viviente
en cada aniversario, pero que deje a su pueblo
tranquilo de una vez.
-Usted era defensor de la revolución cubana.
-¡Lo soy! ¡El problema es que lo
que hoy sufre Cuba es una dictadura reaccionaria.
Estos 76 presos de conciencia que mostramos aquí
también son revolucionarios y patriotas,
por eso están en la cárcel. Si yo
fuera cubano, estaría en prisión,
como ellos, por amor a mi gente.
-Pero usted se manifestó contra el embargo.
-Y hoy sigo estando en contra. Si estás
a favor de los cubanos, estás contra el
embargo y también estás contra Fidel
Castro. El embargo sólo perjudica a los
cubanos más pobres y sirve a los exiliados
cubanos republicanos de Miami, que, a cambio de
esa presión sobre el régimen castrista,
votan a George Bush y a su hermano Jeff, gobernador
de Florida.
-Que no se cansa de enviar presos a la silla
eléctrica.
-¿Lo ve? Es la misma causa. Acabar con
las cárceles de Fidel o con la pena de
muerte en Florida es la misma lucha universal
que nos compromete a todos los humanos.
-¿Sigue su campaña antiejecuciones
"¡Que nadie toque a Caín!"?
-Seguimos. Todas las campañas por las
personas son la misma. Si defiendes a la gente,
te das cuenta de que las ideologías aparentemente
enfrentadas sirven a los mismos déspotas:
ellos ponen sus intereses de Tengo 64 años,
pero conservo mi capacidad de indignación.
Casado: seis hijos de tres matrimonios; sigo enamorado.
Soy un tío con suerte, por eso expongo
las fotos de los desafortunados: 76 presos cubanos
de conciencia en el Istituto Europeo di Design
de Barcelona. Benetton me despidió por
presiones de EE.UU. por mis fotos contra la pena
de muerte poder por encima de nuestras vidas.
-Es una vieja historia.
-Fidel Castro y los republicanos de Miami tienen
mucho en común: firman penas de muerte.
Y además, ni los jerarcas castristas ni
los republicanos que deciden el embargo lo sufren;
ellos siguen viviendo estupendamente con o sin
bloqueo; son los cubanos de a pie quienes deben
prostituirse por una pastilla de jabón.
Y mientras, ¡vaya cerdos los italianos y
españoles que van a Cuba a comprar sexo
barato porque no saben encontrarlo en la libertad
de su propio país! ¡Me avergüenzan!
-¿Tiene usted más causas abiertas?
-Ahora estoy fotografiando los prisioneros de
la enfermedad, que también necesitan imagen:
pacientes de osteoporosis, con sus cuerpos retorcidos,
con un espíritu de lucha por la vida, que
nos dignifica a todos. En ese sentido y desde
esa comunión del sufrir, estas fotografías
son, en mi intención, la más pura
forma de arte.
-¿Alguna campaña más?
-He pasado este año fotografiando a los
supervivientes de la masacre nazi de Santa Anna
de Stazzema. Entrevisto, filmo y fotografío
a quienes en 1944 presenciaron la ejecución
en masa de 640 personas. Muchas conmemoraciones,
pero nadie lo había hecho aún. ¿No
tendría valor hoy una película con
el testimonio de los últimos esclavos?
¿No lo tendrá el de los supervivientes
de Hiroshima?
-¿No vampiriza usted causas humanitarias
para su provecho de forma fácil y oportunista?
-Las víctimas son personas que no pueden
hablar: yo hablo por ellas.
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