Carpentier, uno de los
mayores intelectuales del siglo XX
EsMas.com,
México, 24 de abril de 2005.
CIUDAD DE MÉXICO, México, abr.
24, 2005 (NOTIMEX) - El cubano Alejo Carpentier,
considerado como uno de los más grandes
intelectuales a nivel mundial, participó
en movimientos políticos izquierdistas
en su país natal y escribió varias
novelas sobre guerrillas y revoluciones mundiales,
murió el 25 de abril de 1980, en París,
Francia.
No sin antes influir notablemente en el desarrollo
de la literatura latinoamericana, a partir de
su estilo de escritura, que incorpora todas las
dimensiones de la imaginación -sueños,
mitos, magia y religión- en su idea de
la realidad.
Carpentier nació el 26 de diciembre de
1904 en La Habana, Cuba, y luego de iniciar sus
estudios en esa ciudad, se trasladó a París,
donde desarrolló su intensa vocación
como músico al lado de su madre, de origen
ruso, y continuó sus estudios de francés
en el Liceo de Jeanson de Sailly.
Su padre, arquitecto de profesión, influyó
en su formación, pues puso a su disposición
los libros de su biblioteca y desde muy pequeño,
Carpentier fue un lector voraz de Honorato de
Balzac, Emile Zola, Gustav Flaubert y, sobre todo,
de la literatura española.
Esa precocidad de lecturas despertaron su pasión
por escribir y a los 15 años hizo una novela
corta, bajo la influencia de Flaubert y de Eca
de Queiroz.
Las artes y los movimientos sociales fueron parte
escencial de su vida y la guía de su obra,
en la cual plasmó su visión revolucionaria.
Tras vivir algún tiempo en Francia, de
donde era originario su padre, regresó
a su país, en 1922, e inició la
carrera de arquitectura, que nunca terminó.
En ese entonces trabajó como periodista,
actividad que ejercería a lo largo de casi
toda su vida y que conjugó en una sola
personalidad con sus dotes de escritor.
En los años 20, cuando el ambiente cultural
de La Habana estaba dominado por los epígonos
del modernismo, Alejo Carpentier y sus compañeros
de generación rompieron con esa mentalidad,
y entre 1923 y 1924 crearon el Grupo Minorista,
que trató de captar las tendencias vanguardistas
europeas.
En 1926 viajó a México, donde entabló
amistad con el pintor Diego Rivera, rotundo partidario
del arte proletario.
De ese contacto surgió en Carpentier una
duda: recién iniciado en el cubismo va
a encontrarse con un tipo de pintura, afincada
en la realidad circundante, que ofrece una visión
de América completamente Debido a sus actividades
dentro del Grupo Minorista contra la dictadura
del general Gerardo Machado y Morales, fue encarcelado
y escribió una gran parte de su primera
novela, "Ecu'-Yamba-O", que se publicó
años más tarde en Madrid.
Luego de que fuera liberado se exilió
en Francia, donde vivió los once años
siguientes, gracias a la ayuda del poeta surrealista
francés Robert Desnos, quien fue amigo
suyo el resto de su vida.
En París se familiariza con el surrealismo,
contacta con los representantes de los movimientos
de vanguardia y visita España, durante
la Guerra Civil (1936-39), pero la nostalgia lo
venció y volvió a Cuba en 1939.
Su estancia allí fue dolorosa, pues la
situación social y política de la
isla no le fueron gratas, además que en
un corto tiempo perdió a la mayoría
de sus amigos, razón que lo desmotivó
y le provocó una baja producción
de textos.
En 1945 se trasladó a Caracas, Venezuela,
de donde regresó a su país de origen
en 1956, y tras el triunfo de la Revolución
Cubana, en 1959, Fidel Castro lo nombró
Consejero Cultural en la Embajada de Cuba en Francia.
En los años subsecuentes escribió
la mayor parte de sus novelas, entre las que destacan
"Guerra del tiempo" (1958), "El
siglo de las luces" (1962), "Concierto
Barroco" (1974), "El recurso del método"
(1974) y "La consagración de la primavera"
(1978), entre otras.
En 1978, cuando publicó sus dos últimas
novelas, "El arpa y la sombra" y "La
consagración de la primavera", le
fue concedido el Premio Cervantes. Murió
en París, Francia, en abril de 1980.
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