Cuba-México: prevén
nuevas fricciones
Sesiones de la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU. Confía Castro
que Fox no apoye fallo anticubano.
El
Universal Online, México. 13 de abril
de 2005.
Aún no se vuelve al estado óptimo
de las relaciones diplomáticas entre México
y Cuba, a decir de Jorge Bolaños Suárez,
embajador cubano en nuestro país, y ya
se prevén fricciones diplomáticas
entre los gobiernos por el voto mexicano en este
61 periodo de sesiones en la Comisión de
Derechos Humanos (CDH) de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, donde
se prevé que mañana o en los próximos
días se vote una resolución presentada
por Estados Unidos, sobre la situación
de las libertades y garantías fundamentales
en Cuba.
Y es que los escenarios de la Cancillería,
a decir de fuentes diplomáticas, señalan
que en caso de presentarse una resolución
similar a la del año pasado en la CDH de
la ONU, México podría votar en el
mismo sentido de 2004, cuando se pidió
a Cuba evitar acciones contra los derechos humanos,
y aceptar la visita de la relatora francesa Christine
Chanet.
El "proyecto de decisión" estadounidense
señala que la comisión decida darle
seguimiento a la situación de los derechos
humanos de Cuba en la próxima sesión
de 2006. La CDH de la ONU que concluirá
sus discusiones iniciadas el 14 de marzo el próximo
22 de abril, vivió un suceso inédito
al ver que por primera vez Estados Unidos impulsó
directamente el proyecto, al no haber encontrado
algún Estado que quisiera hacerlo.
Fidel Castro confía en que, en pos de
mejorar las relaciones bilaterales, el gobierno
de Vicente Fox se abstendrá de respaldar
el ejercicio anticubano impulsado por Estados
Unidos.
"México no tiene una sola razón
para votar a favor (de una resolución sobre
Cuba en la CDH)", consideró en días
pasados el canciller cubano Felipe Pérez
Roque.
Pero el titular de la SRE lo percibe distinto.
Luis Ernesto Derbez dijo que las declaraciones
de su homólogo cubano son sólo el
"inicio de un ritual que se da cada año,
en vísperas de la reunión de la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas en Ginebra".
Además, la Subsecretaría para Temas
Multilaterales y Derechos Humanos, encabezada
por Patricia Olamendi, ha dejado claro que el
voto de México se orientará con
base en los compromisos que adquiera la isla en
cuanto a los mecanismos de promoción y
defensa de derechos humanos, así como con
la visita de relatores en la materia.
Al parecer, los esfuerzos que representantes
del gobierno cubano hicieron el 24 y 25 de enero
pasado, al reunirse en la ciudad de México
junto con otras 28 naciones que conforman el Grupo
Latinoamericano (Grulac), justo en la sede de
la Cancillería mexicana para crear un mecanismo
informal de consultas en derechos humanos, no
fueron suficientes para evitar que México
cambiara los parámetros que darán
sentido a su voto en esta ocasión.
Como resultado de ese encuentro de enero, el
Grulac decidió que entre el 14 y 16 de
marzo se continuaría el diálogo
en Ginebra, para hacer propuestas a fin de reformar
la CDH, y darle a sus resoluciones un carácter
menos político.
El proyecto sobre Cuba ha sido presentado en
los últimos años por la República
Checa y Polonia (1999-2001), Uruguay (2002), Uruguay,
Perú y Costa Rica (2003) y Honduras (2004).
Desde que el tema cubano empezó a discutirse
en la CDH de la ONU en 1990, México ha
votado a través de esos 15 años,
dos veces en contra de las resoluciones, se ha
abstenido en 10 ocasiones, con el argumento de
rechazar una resolución promovida con un
sentido de represalia, y ha votado tres veces
de 2002 a 2004, durante la administración
foxista en favor de que se revisen los derechos
humanos en la isla, con el argumento de que todos
las naciones deben cumplir con los mecanismos
establecidos en el tema.
Pero este cambio de posiciones en la CDH de la
ONU no inició con el presidente Vicente
Fox, pues en 2000 el presidente Ernesto Zedillo
dio un vuelco radical de la política hacia
la isla en materia de derechos humanos, pues aunque
México se abstuvo de emitir su voto en
la reunión, levantó una crítica
severa contra el gobierno de Castro, al decir
que cualquier país que forme parte de la
ONU está obligado a honrar sin cortapisas
los derechos humanos de sus ciudadanos.
Un precedente más lejano de fricciones
diplomáticas se sentó también
cuando en 1993, el entonces presidente Carlos
Salinas de Gortari recibió en Los Pinos
a dos líderes cubanos en el exilio: Jorge
Mas Canosa y Carlos Alberto Montaner.
En abril de 2001, la administración foxista
se abstuvo de votar en la CDH de la ONU, mientras
el resto de las naciones condenaban a Cuba a ser
observado por comisionados de derechos humanos.
No obstante, el gobierno cubano acusó al
entonces canciller Jorge Castañeda de haber
maquinado la condena, a fin de servir a Washington
y con ello lograr un acuerdo migratorio.
Pese a ello, el nombramiento desde 2000 de Ricardo
Pascoe como embajador de México en Cuba,
guardaba aún la esperanza de estrechar
las relaciones. El mismo Pascoe, identificado
con la izquierda, reconoció que su designación
había sido para reconstruir el delicado
tejido con la isla, a la que Fox visitó
en febrero de 2002.
Pero en marzo de ese mismo año, durante
la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas
sobre el Financiamiento y el Desarrollo, llevada
a cabo en Monterrey, Fidel Castro denunció
que el gobierno mexicano lo había presionado
de visitar el país rápidamente,
a fin de no encontrarse con el presidente George
W. Bush.
En abril de 2002, justo después de que
México votara en la Comisión de
Derechos Humanos (CDH) de la ONU, a favor de revisar
los derechos humanos en la isla, el mandatario
cubano dio a conocer la grabación, recordada
principalmente por la frase "comes y te vas",
por la insistencia del presidente Fox a Fidel
Castro de que su presencia en nuestro país
fuera lo más breve posible, confirmando
con ello las presiones a las que había
sido sometido.
Aunado a ello, Pascoe Pierce renuncia a su cargo
diplomático en octubre de 2002, y en una
carta dirigida al presidente Vicente Fox, Pascoe
expresó su sorpresa por el golpe de timón
que México dio a las relaciones diplomáticas
con Cuba.
En 2003 y 2004, el voto de México en la
CDH apoyó la petición a Cuba para
que reciba un representante de la oficina del
alto comisionado de la ONU, a lo que el gobierno
de Castro calificó como un ejercicio anticubano
manipulado y aplicado unilateralmente por Estados
Unidos.
De acuerdo con el embajador cubano Jorge Bolaños,
el voto de México en Ginebra en este 2005
es uno de varios pendientes que las naciones tienen
en su agenda, pues pese a que Cuba dio el beneplácito
de Melba Pría como próxima embajadora
en la isla desde diciembre pasado, para sustituir
a Roberta Lajous quien desde el 15 de febrero
de 2005 abandonó la sede diplomática,
hasta la fecha no ha llegado al Senado de la República
su nombramiento para su posterior ratificación.
Este escenario se presenta a menos de un mes
de que Cuba y México cumplan un año
el próximo 2 de mayo de haber rebajado
sus relaciones diplomáticas a encargados
de negocios, como nunca antes en 102 años
de relaciones diplomáticas.
Y, aunque las relaciones se normalizaron con
el regreso de los embajadores Roberta Lajous de
México y Jorge Bolaños de Cuba,
a sus respectivas embajadas el pasado 26 de julio,
actualmente la embajada de México en la
isla no tiene encargada de la misión, y
no hay interlocutor directo para cabildear el
voto de México en la CDH de la ONU.
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