PRENSA INTERNACIONAL
Abril 11, 2005
 

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

Cien años después los fieles veneran a "La Milagrosa''

Eduardo Yero / Efe , La Habana. 11 de abril de 2005.

Miles de fieles de varios puntos del mundo veneran con fervor a La Milagrosa, una mujer llamada Amelia Goyri que falleció en la capital cubana tras una bella historia de amor y se hizo leyenda popular hace cien años.

En este relato se conjugan el romance que vivieron Amelia Goyri y José Vicente Adot, la imaginación popular, el mito, la tradición, lo ritual y lo espiritual dijo a EFE la historiadora y ''misionera'' María Antonia Ruiz.

A La Milagrosa, como se conoce popularmente a la dama de origen español cuyos restos descansan en el capitalino Cementerio Cristóbal Colón, sus creyentes de Europa y América le atribuye obras asombrosas y favores.

Ruiz se entregó ''en cuerpo y alma'' a la adoración y al cuidado del panteón de Amelia hace dos décadas, luego de que ''un milagro suyo'' le ''devolvió la vida'' en 1994, cuando problemas de salud le hacían permanecer en estado "vegetal''.

Amelia nació el 29 de enero de 1877 y murió 24 años después, el 3 de mayo de 1901, al sufrir un ataque de hipertensión con ocho meses de gestación, por lo que su niña corrió igual suerte.

La joven, que pertenecía a la aristocracia habanera, fue sepultada con su niña entre sus piernas, según la costumbre española de la época, indicó la historiadora.

Desde entonces su esposo José Vicente, un capitán de las guerras de independencia contra España, que sufrió perturbación mental tras la repentina pérdida de su amada, visitaba hasta dos veces al día la tumba vestido de negro, para ''conversar'' con Amelia, a quien no creía fallecida.

José Vicente sonaba una de las cuatro argollas de la tapa del panteón, la de la izquierda, la del corazón de su esposa, y le decía: ''despierta mi Amelia'', y ''hablaba'' con ella un largo rato. Cuando abandonaba el lugar se ponía el sombrero sobre su pecho y camina

ba sin darle la espalda.

Apuntó que la leyenda de La Milagrosa surge luego de que José Vicente, con quien se casó en junio de 1900 a pesar de la oposición familiar por ser primos segundos, abrió la sepultura para enterrar al padre de ella, trece años después de la muerte de Amelia.

''El quiso ver por última vez a su adorada, y según se cuenta, vio que Amelia estaba intacta y tenía la criatura en sus brazos'', dijo.

Agregó que tras este hecho José Vicente se encerró por la conmoción durante veinticuatro días en una habitación en casa de su padre, y al día 25 volvió al cementerio para seguir su ritual cada día hasta morir 40 años después.

Los restos de José Vicente reposan junto a los de su gran amor.

La historiadora señaló que Amelia murió desangrada, por lo que ''es perfectamente posible'' que estuviera intacta, "pero respecto a que la criatura se haya corrido de posición hay varias hipótesis, y yo tengo la mía''.

Argumentó que "es posible que a la hora de trasladar el féretro de bronce se le haya corrido la niña, unido a que el terreno donde fue sepultada presenta un declive''.

''Digo esto como historiadora. De todas formas yo sí creo en los milagros'', apostilló.

Otros conocedores del tema estiman que la escultura esculpida en mármol de Carrara (Italia) en 1909 por el artista y amigo de José Vicente, José Villalta de Saavedra, que simboliza la maternidad y quien se valió de una foto de la fallecida que la imaginó con la niña en su brazo izquierdo y sujetando una cruz con su mano derecha, también enriqueció la apasionante leyenda.

Hoy cientos de personas acuden diariamente a rendir tributo a Amelia, a pedirle les conceda ''milagros'' o agradecerle los que presuntamente ya les ha otorgado.

Es por ello que sobre su tumba, recién restaurada, además de flores se observan numerosas placas de mármol con letreros de agradecimiento.

Pero no sólo cubanos son atraídos por esta leyenda. Los mexicanos la llaman ''la pequeña madrecita'', los españoles ''la virgen maja'' y los franceses la conocen como "la milagrosa de Cuba''.

Documental sobre presos políticos

Servicios de El Nuevo Herald, Miami. 11 de abril de 2005.

Sobre la historia del Presidio Político en Cuba, bajo el régimen de Fidel Castro, hay mucho que investigar y difundir todavía.

Esta semana tendremos, por el momento, un excelente documental sobre el tema, que será difundido durante tres días por America TV, Canal TV 41 de Miami, en uno sus espacios noticiosos.

El documental saldrá al aire dentro del contexto de las celebraciones por el Día del Preso Político cubano, cuya fecha se conmemoró el pasado cinco de abril.

Los protagonistas de este documental televisivo titulado, La Batalla de Isla de Pinos, no son sólo los prisioneros que cumplieron largas condenas en el entonces llamado Presidio Modelo de Isla de Pinos, sino también sus familiares: Un aspecto poco abordado hasta ahora por quienes se han acercado al tema.

El drama de las familias de los prisioneros, las angustias vividas durante las visitas a sus seres queridos encarcelados, y sus vivencias en general, reciben en este documental un tratamiento que habrá que abordar en un futuro con mayor profundidad pero que, sin dudas, recibe en este trabajo un importante punto de referencia.

Durante su poco mas de una hora de duración, La Batalla de Isla de Pinos reúne testimonios de varios presos políticos, cuyas vivencias no son sólo una muestra de la actitud heroica de esos hombres y mujeres, sino una experiencia válida para quienes deseen acercarse con objetividad a esa parte, no siempre bien comprendida, de la historia reciente de Cuba.

El documental, producido por Evelio Ancheta, fue realizado con los auspicios del Centro Gestor del Monumento al Presidio Político Cubano.

Los exiliados del Mariel, más moderados en sus posiciones

Encuesta del Herald (II)

Oscar Corral, The Miami Herald. 11 de abril de 2005.

Los cubanos que huyeron cuando el éxodo del Mariel tienden a tener puntos de vista más centristas que los que llegaron antes o después de eso, en cuestiones tales como invadir a Cuba o viajar a la isla, según una encuesta reciente.

Alrededor de la mitad de los exiliados del Mariel que fueron encuestados consideran que a los ciudadanos de Estados Unidos debe permitírseles ir a Cuba, comparado con aproximadamente el 34 por ciento de los exiliados que vinieron antes de 1980 y alrededor del 60 por ciento de los que vinieron después de 1980.

La encuesta también halló que alrededor de la mitad de todos los refugiados del Mariel encuestados respaldarían una invasión militar de EEUU a Cuba para deponer a Fidel Castro, comparado con el 60 por ciento de los exiliados que vinieron antes de 1980 y sólo el 38 por ciento de los que vinieron después.

''Los exiliados del Mariel suelen tener un punto de vista más intermedio en la mayoría de los temas que impactan la política hacia Cuba'', dijo el encuestador Sergio Bendixen. "Tienen más posibilidades de ser más conservadores que los que vinieron después de 1980, pero más progresistas que los que vinieron en los años 60 y 70''.

No obstante, hay muchos puntos de concordancia entre los exiliados. Aunque la mayoría apoya el embargo económico a Cuba, la mayor parte también quisiera invertir en su patria después de Castro. Pero pocos quieren mudarse de nuevo allá, y muchos consideran que nunca verán el día en que Cuba será libre.

Un 42 por ciento de todos los exiliados considera que ellos ''probablemente morirán antes de que la democracia y la libertad se restauren en Cuba'', según la encuesta, realizada por Bendixen & Associates, de Coral Gables. Es hasta ahora la encuesta más amplia que se ha hecho con los refugiados del Mariel, como parte de la cobertura que ha hecho el Herald del 25to aniversario del éxodo.

La firma de encuestas entrevistó a 200 refugiados del Mariel como parte de una encuesta mayor de 600 cubanoamericanos de los condados Miami-Dade y Broward entre el 21 y el 31 de marzo. La encuesta tiene un margen de error de 4 puntos porcentuales para todos los entrevistados; el margen es del 7 por ciento para el grupo del Mariel y los otros dos subgrupos de exiliados de antes y después del Mariel.

No importa cuándo hayan venido, muy pocos planean trasladarse de nuevo a Cuba cuando Castro ya no esté en el poder. Sólo un 17 por ciento dijo que regresaría.

Pero un porcentaje mucho mayor de todos los exiliados dijeron que invertirían en Cuba después de que el dictador se haya ido, lo cual sugiere que habrá mucho capital cubanoamericano invirtiéndose en la isla. Un 55 por ciento de los exiliados dijeron que planean invertir en negocios o propiedades en Cuba una vez que Castro no esté en el poder.

Muchos ya están mandando dinero. El 60 por ciento de todos los exiliados cubanos dicen que envían dinero a familiares en Cuba, y el 51 por ciento considera que se les debería permitir enviar todo el dinero que quieran.

Pero en una revelación contradictoria, la encuesta también muestra que el 68 por ciento de los exiliados respalda el límite mensual de $100 a los envíos impuesto por el gobierno de Bush. Incluso los exiliados del Mariel y los que vinieron después, la mayoría de los cuales todavía tienen familiares en Cuba, respaldan fuertemente las restricciones.

Económicamente, los refugiados del Mariel se han convertido en parte de lo que Bendixen llama ''el milagro económico'' cubano. Prácticamente han alcanzado a los exiliados más antiguos en sus niveles de éxito, y son en casi todos los aspectos una clase inmigrante modelo, parecido a los exiliados cubanos del sur de la Florida en los años 60.

Incluso la encuesta muestra que los refugiados cubanos que han llegado a Miami después del Mariel, entre ellos los balseros que vinieron en los años 90, han demostrado una capacidad extraordinaria para progresar en el sur de la Florida en un tiempo relativamente corto.

''Aunque a los exiliados del Mariel se les percibía como un grupo "muy diferente'' cuando llegaron al sur de la Florida en 1980, ahora sus estilos de vida y sus niveles de aculturación son similares a los de otros exiliados cubanos'', dice Sergio Bendixen, que hizo la encuesta encargada por el Herald.

Independientemente del momento en que los exiliados cubanos llegaron a Miami, se han mezclado casi sin huellas de ruptura en el tejido de la sociedad miamense. Por supuesto que los que han estado más tiempo aquí tienen niveles ligeramente más altos de educación, ingresos y registro de votantes ligeramente más altos. Pero los llegados más recientemente parecen estar en camino de alcanzarlo, incluso cuando la percepción que tienen de ellos los exiliados más antiguos no ha cambiado.

La encuesta de Bendixen halló que los ingresos anuales promedio de los exiliados del Mariel en su primer año aquí fueron de $6,607. Hoy la cifra es de $31,210. Para la totalidad e los exiliados cubanos del sur de la Florida, la cantidad es de $37,440.

Para poner las cosas en perspectiva, los ingresos anuales promedio en Miami-Dade son de $31,045 en el caso de hombres con empleos de tiempo completo, y $24,171 para las mujeres. En el caso de los exiliados que vinieron antes de 1980 el promedio es de $44,000 al año, y de los que vinieron después de 1980 el promedio es aproximadamente de $31,360.

A pesar del éxito de los refugiados del Mariel, aproximadamente el 40 por ciento de los exiliados que han venido al sur de la Florida antes de 1980 consideran que los refugiados del Mariel han perjudicado la imagen de los inmigrantes cubanos.

Entre todos los exiliados que llegaron antes o después del éxodo de 1980, el 73 por ciento tiene una imagen positiva de los refugiados del Mariel. Es una dosis de esquizofrenia dentro de la comunidad exiliada del sur de la Florida.

''Un pequeño pero significativo porcentaje de exiliados todavía tiene opiniones sobre los refugiados del Mariel que parecen derivarse del estereotipo original'', dice Bendixen.

Así pasa con Ricardo Pérez, de 53 años, de Hialeah. Pérez vino a Miami en el éxodo del Mariel y se enamoró de una mujer cuyo padre había venido de Cuba en 1967.

''No quería que yo me casara con su hija porque vine por el Mariel'', dijo Pérez. "Decía que yo no era bueno. Pero lentamente empezaron a percatarse de que yo no era tan malo. Unas cuantas manzanas podridas con historiales delictivos nos causaron esos problemas''.

Castro se aprovechó del éxodo para mandar convictos y en algunos casos enfermos mentales a EEUU. Fueron una pequeña minoría de los 125,000 que huyeron de la isla.

Ada Torres, de 55 años, vino a Miami con su familia en 1970. Según ella, cuando ocurrió el éxodo del Mariel, no pensaba bien de los recién llegados. Pero las cosas han cambiado.

''Al principio, su imagen perjudicó a los cubanos que estaban aquí'', dijo Torres. "Eran asesinos y personas con problemas, que no trabajaban y robaban. Pero después les fue bien y mis mejores amistades de ahora vinieron por el Mariel.

Aunque los exiliados del Mariel van semanalmente menos a la iglesia que los inmigrantes cubanos que vinieron antes o después, de todos modos van a los templos religiosos varias veces al año.

Pero la encuesta halló que en otros aspectos culturales, los refugiados del Mariel y otros grupos de exiliados cubanos se parecen entre sí. La mayoría está a favor del equipo norteamericano, no del cubano, en las Olimpíadas. La mayoría también mantiene las tradiciones culinarias cubanas en días de fiesta.

El mayor legado del exilio, según dice Bendixen, ha sido su éxito económico.

''Como cubanos, todos vinimos aquí a trabajar duro, lo mismo si vinimos cuando el Mariel o en otro momento'', dice Pérez. "Por eso es que nos ha ido bien. No hemos dejado de trabajar desde que llegamos aquí''.

Discuten la transición

Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo Herald. 10 de abril de 2005.

Durante tres días, 120 estudiantes universitarios permanecieron reunidos en la Universidad de Georgetown, en Washington, para debatir el futuro democrático de Cuba con figuras políticas, académicos, activistas del exilio y personalidades de la disidencia en la isla.

''Ha sido una experiencia emocionante'', afirmó el ex presidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle, invitado al foro. "Estos chicos, en sus mentes, responsablemente, se están haciendo cargo del futuro de Cuba.

Esta es la segunda ocasión de Georgetown and Harvard Cuba Conference (GHCC), un evento bienal organizado por la agrupación Raíces de Esperanza y con representación estudiantil de más de 30 universidades élite de la nación. En el 2003 la cita había sido en la Universidad de Harvard, donde se reunieron un centenar de participantes de 23 instituciones académicas.

''Queremos que esta cumbre sea un catalizador de la participación juvenil en los asuntos de Cuba'', afirmó Joanna González, portavoz de Raíces de Esperanza. "Nuestra estrategia apunta a unir la comunidad exiliada con sus compatriotas de la isla, trascendiendo divisiones generacionales, ideológicas y económicas en la búsqueda de una Cuba pluralista y democrática''.

Los organizadores aspiran a que la conferencia permita lanzar nuevos programas juveniles y una red nacional de estudiantes cubanoamericanos.

González --graduada de la Universidad de la Florida (UF)-- comentó que GHCC es un sueño cumplido con el esfuerzo y el financiamiento de muchas personas, desde fundaciones y firmas privadas hasta los propios familiares de los estudiantes.

''El levantamiento de las sanciones diplomáticas de la Unión Europea a Cuba es una gravísima equivocación que sólo ayuda a fortalecer al régimen'', aseveró Aznar en la sesión inaugural.

Aznar, profesor asociado en Georgetown, retomó sus críticas al cambio de política, argumentando que permite a Fidel Castro utilizar a los disidentes como ''mercancía de cambio'' para obtener concesiones.

Ayer, los participantes dialogaron telefónicamente con los disidentes Osvaldo Payá Sardiñas, Vladimiro Roca y Berta Antúnez, y con el dirigente laico Dagoberto Valdés, director de la revista Vitral de la Diócesis de Pinar del Río.

''He escuchado aquí muchas preguntas hechas con tremendo sentido del realismo; otras salidas del corazón'', relató Lacalle a El Nuevo Herald. "La transición cubana ya comenzó, justamente porque existe una generación que ronda los 20 años, en la isla y en el exilio, preparándose para el futuro, frente al cuadro de un gobernante de casi 80 que vive en el pasado''.

wcancio@herald.com

La generación del Mariel, parte del milagro económico del exilio

Oscar Corral, The Miami Herald. 10 de abril de 2005.

Hace veinticinco años, cuando millares de pobres refugiados del Mariel inundaron Cayo Hueso, pocos hubieran creído que les tomaría apenas una generación integrarse por completo a la clase media norteamericana.

Pero eso es exactamente lo que ha sucedido, de acuerdo con una encuesta de refugiados del Mariel y otros exiliados cubanos llevada a cabo por The Miami Herald como parte de su cobertura del aniversario 25 del éxodo del Mariel.

Debido a que más de 125,000 de ellos inundaron el sur de la Florida durante el éxodo de 1980, su identidad colectiva ha escapado al análisis. Esta encuesta es un intento de entender a uno de los grupos de inmigrantes más incomprendidos y víctimas de estereotipos de la historia norteamericana.

En casi todos los aspectos, los refugiados del Mariel forman parte del ''milagro económico'' del exilio cubano. Sus ingresos son más altos que los de la mayoría de los residentes del sur de la Florida. Ellos se sienten aceptados por sus compatriotas cubanos y, aunque están orgullosos de ser cubanos, la mayoría afirma que nunca volverá a la isla, aun después de la muerte de Fidel Castro.

''Prácticamente se han sumado a la clase media americana'', declaró el encuestador Sergio Bendixen.

La firma Bendixen y Asociados, con sede en Coral Gables, entrevistó a 200 refugiados del Mariel como parte de una encuesta mayor a 600 cubanoamericanos de los condados Miami-Dade y Broward entre el 21 y el 31 de marzo. La encuesta tiene un margen de error inferior al 4 por ciento.

Lo mismo que casi todos los cubanos llegados de la isla antes y después de ellos, los refugiados del Mariel vinieron virtualmente sin nada. Alrededor del 88 por ciento tenía menos de $100 en sus bolsillos y su ingreso promedio en su primer año aquí fue de alrededor de $7,000.

Ahora los refugiados del Mariel tienen un ingreso anual promedio de $32,210 por persona. La entrada anual promedio de la generalidad de los exilados cubanos es de alrededor de $37,440, mientras que el ingreso individual promedio en Miami-Dade es de $21,947. Los hombres que trabajan a tiempo completo en Miami tienen una entrada anual promedio de $31,045, y las mujeres de $24,171.

Lázaro Cuervo, de 57 años, recuerda su llegada a Miami durante el Mariel, pobre y desesperado. En menos de un mes, ya estaba trabajando en dos empleos a la vez.

''Yo empecé a trabajar en un garaje, en la construcción, en cualquier cosa que me ofrecieran'', afirmó Cuervo, participante de la encuesta, quien tiene tres hijos. "Yo siempre he tenido dos trabajos. Dicen que aquí no hay trabajo, pero eso sólo es verdad en el caso de la gente que no quiere trabajar''.

''Ellos han prosperado muchísimo económicamente'', señaló Bendixen. "No puedo imaginarme a mí mismo llegando a un país extraño con menos de $100 en mi bolsillo y sin hablar el idioma. Es extraordinario el coraje y el éxito del que han hecho gala desde entonces''.

En lo político, el 76 por ciento de los refugiados del Mariel se identificaron como republicanos registrados. La mayoría afirma estar mucho más interesada en la educación que en la política.

Quizás lo más chocante del éxito de los refugiados del Mariel es el hecho que hayan alcanzado su nivel de clase media a pesar de que la mayoría de ellos todavía apenas habla inglés.

Sólo un 30 por ciento de los exiliados del Mariel afirmó hablar inglés bien o muy bien. El 70 por ciento declaró que no habla inglés o que no lo habla bien. Alrededor del 86 por ciento dice enterarse de las noticias a través de los medios de difusión en español. Su estación favorita en la radio de habla española: Radio Mambí, WAQI-AM (710). Un 6 por ciento de los encuestados escogieron ser entrevistados en inglés.

El estudio de Bendixen descubrió que, como otros exiliados cubanos, los refugiados del Mariel se enorgullecen de su tradición cubana. Ellos mantienen vivas costumbres como jugar dominó, ir a fiestas de quinceañeras y organizar las Ferias de los Municipios, eventos locales que reúnen a las personas de diferentes localidades de Cuba.

Como otros inmigrantes cubanos, el momento más duro para los refugiados del Mariel fue su primer año aquí: muchos sufrieron discriminación, incluso de parte de los exiliados cubanos más antiguos y establecidos. Fueron estereotipados como criminales, una imagen que se alimentó en parte por el hecho de que Fidel Castro incluyó una minoría de criminales en los botes que salían del Mariel, mientras otros no lograban conseguir trabajo, de acuerdo con la encuesta.

En este momento, los estereotipos y la discriminación son casi inexistentes. Alrededor del 92 por ciento de los exiliados del Mariel se sienten aceptados aquí, y el 80 por ciento del exilio cubano en general considera que los refugiados del Mariel son miembros productivos de la sociedad.

Quizás sea una sorpresa que uno de cada cuatro refugiados del Mariel encuestados piensa que la película de Al Pacino Caracortada (Scarface), sobre un refugiado del Mariel que se convierte en un importante traficante de drogas de Miami, simboliza la esencia de los cubanos que arribaron durante el Mariel.

Caracortada ha sido criticada fuertemente por los cubanos y por otros por promover estereotipos dañinos.

Daisy Roque, de 51 años, vecina de Hialeah, considera haber vivido la experiencia típica del Mariel. Ella trabajó en varios empleos pobremente remunerados, entre ellos sirviendo almuerzo en una cafetería escolar y fabricando balas es una factoría, y crió tres hijos, dos de ellos niñas que celebraron lujosamente sus fiestas de quinceañeras en un salón de banquetes.

Aunque Castro muera, Roque no tiene planes de regresar a Cuba. Ella piensa que la vida que se ha labrado por sí misma en Miami no tiene precio.

''Nosotros no recibimos tantos beneficios o ventajas cuando llegamos aquí'', apuntó. "Tuvimos que trabajar desde el primer minuto que llegamos. Nos fue bien, y le estoy agradecida a este país''.

Crean red de apoyo a reunión de disidentes

Casto Ocando, El Nuevo Herald. 10 de abril de 2005.

Una treintena de organizaciones del exilio cubano en Miami anunciaron ayer la creación de un dispositivo de promoción y apoyo a la Asamblea para Promover la Sociedad Civil que tendrá lugar en Cuba el próximo 20 de mayo, y que busca reunir a los grupos disidentes que funcionan en la isla por primera vez.

Silvia Iriondo, presidenta de la organización MAR por Cuba, dijo ayer que entre el 16 y el 26 de mayo funcionará en Miami un Centro de Apoyo e Información a la asamblea de disidentes, que actuará como foco de enlace con los dirigentes cubanos, y de información para la prensa nacional e internacional.

La oficina ofrecerá contacto telefónico con los principales disidentes desde la isla.

El centro funcionará en el local 850 del noroeste y la avenida Le Jeune, gracias a la donación del empresario cubanoamericano Sergio Pino, dijo Iriondo. También tienen una página en internet: www.asambleasociedad

civilcuba.info.

La primera actividad del centro tendrá lugar el próximo martes 19 de abril, durante la cual se organizará el voluntariado que participará en la red de apoyo.

Los activistas en el exilio iniciaron la venta de afiches y un brazalete de goma blanco, simbolizando la lucha de los disidentes, como parte de la recaudación de fondos a fin de ayudar a movilizar participantes en el evento desde el interior de la isla.

La activista de MAR por Cuba dijo que desde ya están monitoreando a diario la situación de los disidentes, y la ''campaña de represión y difamación desatada por el régimen'' para evitar la realización de la asamblea.

''Ya nos hemos enterado que dos disidentes que acudieron a reunirse en Manzanillo fueron detenidos y van a ser juzgados acusados de peligrosidad'', informó Iriondo.

''Tenemos que apoyar lo que está siendo un reto abierto al régimen '', dijo Angel de Fana, dirigente de Plantados hasta la Libertad y la Democracia en Cuba.

En la red de apoyo participarán además agrupaciones como la Brigada 2506, Unidad Cubana, Consejo Nacional del Presidio Político, Movimiento 30 de Noviembre, Agenda Cuba, Comando Martiano, Presidio Político Histórico, Unidad Cubana, Guías Espirituales del Exilio, entre otros.

Mario Martínez, activista de Unidad Cubana, dijo que "la Asamblea le ha perdido el miedo al gobierno, y están trabajando 20 horas diarias''.

Vaclav Maly, director del Instituto Panamericano para la Democracia, de origen checo y residente de Miami, expuso las gestiones que se realizan en Europa en favor de la asamblea, principalmente por intermedio del gobierno checo. ''Castro va a tratar de aplastar esta asamblea con todos sus recursos represivos y difamatorios'', advirtió Huber Matos, ex comandante revolucionario y líder de Cuba Independiente y Democrática. "Pero ya la gente va perdiendo el miedo. Se está produciendo un cambio''.

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