Unas 30 compañías muestran
conservas, comida precocida y otros alimentos
que escasean en la islas
Redacción de Negocios.
La Opinión,
Los Angeles, CA, 8 de abril de 2005.
Más de 30 compañías de Estados
Unidos realizaron esta semana en La Habana una
exposición de sus productos ante potenciales
compradores estatales de Cuba, que desde 2001
ha adquirido alimentos por 1,300 millones procedentes
del vecino país.
Instaladas en un hotel capitalino, las firmas
mostraron conservas, pasteles, aderezos, comida
precocida, condimentos, camarones congelados y
hasta helados, productos todos que escasean en
la isla.
Los invitados fueron los ejecutivos y directivos
de las cadenas de tiendas, hoteles y corporaciones
isleñas, todos de propiedad estatal o mixta
con participación minoritaria extranjera.
"Es una ocasión para fortalecer los
vínculos entre los dos países",
dijo Buffy Donlon, de AlaCaribe Initiativa, consultora
que apoyó la organización del evento
previsto hasta el jueves.
Según Donlon, son 35 empresas procedentes
de 15 estados y fueron representadas por Calhoun
Food, de Alabama.
Durante la inauguración, el reverendo
Jesse Jackson se comunicó por teléfono
para anunciar un próximo viaje a Cuba y
deseó éxito a los hombres de negocios
de su país aquí.
El empresario Gregory Calhoun habló con
el reverendo Jackson, amigo del gobierno de Fidel
Castro, y deseó éxitos a la misión
comercial.
Pedro Álvarez, director del monopolio
estatal Alimport, el importador cubano de alimentos,
dijo a los periodistas que se extendió
una invitación a Jackson para visitar Cuba,
la cual éste aceptó.
Calhoun confirmó la versión de
Álvarez: "Me dijo que fuera coordinando
la fecha con Pedro [Álvarez]", expresó.
Jackson "piensa que el embargo debiera eliminarse",
agregó.
Álvarez informó que desde la apertura
de las ventas de alimentos de Estados Unidos a
Cuba hasta la fecha se negociaron 1,300 millones
de dólares.
En este sentido, analistas recuerdan que el gobierno
de Castro realiza estas compras pagando al contado,
en detrimento de sus compromisos con proveedores
europeos, asiáticos y latinoamericanos,
con los que tiene una abultada deuda.
Prioridad política
Los economistas señalan que para Castro,
las compras a EU tienen una alta prioridad política,
como forma de presionar para que el embargo comercial
a la isla sea levantado.
Excluidos de las leyes del embargo de Washington
mediante una enmienda del Congreso, los productos
alimenticios comenzaron a llegar a la isla en
2001.
También destacan los analistas que muchos
de los productos que ahora importa Cuba de EU
eran exportados antes de 1959 por la isla, y que
en más de 40 años de gobierno comunista
las estrategias económicas de Castro no
han favorecido el desarrollo de la producción
de alimentos en el país, donde aún
existe una tarjeta de racionamiento.
El gobierno de George W. Bush ha impuesto limitaciones
a las operaciones comerciales con Cuba, tales
como la prohibición de la obligación
de pagar en efectivo por adelantado por parte
de La Habana.
Hasta ahora, los isleños cancelaban la
factura -a través de bancos de terceros
países, pues no pueden acceder a los de
Estados Unidos- cuando la mercancía estaba
en alta mar.
"Estas nuevas restricciones... ponen en
mayor desventaja a los empresarios estadounidenses
con relación a los de otros países",
dijo Álvarez.
Para salvar este escollo, las autoridades de
la isla se vieron obligadas a acordar cartas de
créditos, un mecanismo que entorpece las
negociaciones y encarece los productos.
Álvarez aseguró que debido a estas
nuevas normas unos 300 millones de dólares
destinados a comprar alimentos en Estados Unidos
debieron ser negociados en lo que va del año
con productores de otros países.
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