Posada
Carriles agita relaciones de Cuba con México,
Honduras y El Salvador Isabel Sánchez
El
Diario/La Prensa, NY,
29 de agosto de 2005.
LA HABANA/AFP - El gobierno cubano se mantenía
este lunes a la expectativa de una audiencia en
El Paso (Texas) que resolverá la situación
migratoria del anticastrista Luis Posada Carriles,
cuyo caso agitó las relaciones de Cuba
con México, Honduras, El Salvador y Estados
Unidos.
Los medios de comunicación de Cuba, todos
bajo control estatal, reseñaron este lunes
la realización de la audiencia, calificándola
como una "clara maniobra" de Estados
Unidos para proteger a Posada, de 77 años,
pedido en extradición por Venezuela.
Previo a la audiencia, el caso fue tocado el
viernes por el presidente de Cuba, Fidel Castro,
quien emplazó a Washington para que responda
cómo ingresó el anticastrista a
Estados Unidos, desde México, en marzo
pasado.
"Todavía estamos esperando que alguien
nos diga cómo viajó Posada Carriles.
Nunca se ha mantenido un misterio tan grande,
ningún gobierno ha dicho una palabra",
aseveró.
Castro también fustigó a México,
Honduras y El Salvador, países en los que
-según él- se "refugió"
o se abasteció de armas Posada Carriles,
acusado por Venezuela y Cuba del atentado en 1976
contra un avión cubano en pleno vuelo,
en el que murieron 73 personas, y de explosiones
en hoteles de La Habana en 1997.
"Lo único que tiene que hacer Estados
Unidos con Posada Carriles es enviarlo a Caracas,
que se sabe que llegó ahí (EEUU)
con el apoyo y la complicidad del gobierno norteamericano.
Lo han envuelto en un proceso migratorio para
obstaculizar su extradición a Venezuela",
dijo el presidente del parlamento cubano, Ricardo
Alarcón.
Castro señaló que el paso del anticastrista
por México permitió destapar una
amplia red de cubanos del exilio radical de Miami
involucrados en el tráfico de personas
y de drogas, bajo la "tolerancia" de
México y Estados Unidos.
De Honduras dijo que "allí se refugió
Posada Carriles y parece que el gobierno ni se
enteró", y señaló que
en El Salvador "hay grandes traficantes de
armas, autorizados por el gobierno", que
suministraron material bélico al anticastrista.
"De allí sacaron los explosivos que
hicieron estallar en los hoteles (de La Habana)
y también mercenarios", manifestó
Castro, al llamar al gobierno de El Salvador un
"supertítere del imperio".
Al reaccionar este lunes a esas afirmaciones,
el presidente de El Salvador, Antonio Saca, aseguró
que "las declaraciones del presidente Castro,
del dictador cubano Fidel Castro, son una ofensa
para el pueblo de El Salvador".
"Nosotros como salvadoreños debemos
elevar nuestra más enérgica protesta,
por esa agresión de la que hemos sido víctimas",
subrayó el mandatario.
Cuba no tiene relaciones diplomáticas
con El Salvador, mientras que con Honduras acordó
en 2002 la reanudación de esos nexos pero
el presidente Ricardo Maduro decidió dejar
para su sucesor el nombramiento del embajador.
Con México, Cuba mantiene una relación
bajo mínimos, después de la peor
crisis diplomática entre ambos países
el año pasado, pero el 10 de agosto fue
confirmado el nuevo embajador mexicano, José
Ignacio Piña Rojas, quien asumirá
el cargo en septiembre.
"Acariciamos la dulce esperanza de que nuestros
hermanos mexicanos nos hagan el favor de decirnos
cómo Posada Carriles entró en el
Sur de la Florida", dijo Castro el viernes.
El anticastrista entró ilegalmente a Estados
Unidos en marzo y fue detenido en Miami el 17
de mayo, luego de retirar una petición
de asilo y comparecer ante la prensa, reapareciendo
así tras haber sido indultado en agosto
de 2004 por la entonces presidenta panameña
Mireya Moscoso, de una condena por posesión
de explosivos.
Tiene cargos por terrorismo en los tribunales
de Venezuela, país del que se fugó
en 1985 mientras una decisión judicial
que lo exoneró del atentado contra el avión
cubano estaba en revisión.
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