Lugarteniente
de Escobar detalla lazos del capo con Fidel Castro
Univision,
14 de Agosto de 2005.
Bogotá, 14 ago (EFE).- El capo de la droga
colombiano Pablo Escobar mantuvo una relación
cercana con el presidente cubano, Fidel Castro,
e hizo de la isla el eje de una ruta de narcotráfico
a EEUU, afirma uno de sus lugartenientes en un
libro próximo a publicarse.
"Popeye", alias de John Jairo Velásquez
Vásquez, encarcelado y considerado como
"el hombre más cercano" al traficante
fallecido en 1993 en un tiroteo con la policía
en Medellín, asegura que los nexos entre
ambos comenzaron en la época en la que
Escobar estuvo en la Nicaragua sandinista, en
la década de 1980.
"Nunca han hablado personalmente, pero sostienen
permanente y fluida comunicación por cartas
y terceras personas", sostiene Velásquez
en "El verdadero Pablo-Sangre, traición
y muerte...", escrito por la colombiana Astrid
Legarda y que recoge "las confesiones"
del lugarteniente, preso en una cárcel
de Bogotá.
En 32 capítulos del libro, que saldrá
a la venta el próximo jueves, "Popeye"
ofrece a Legarda su testimonio de una de las épocas
más críticas de la historia colombiana
por efecto de la guerra que Escobar le declaró
al Estado, además de sus supuestos nexos
con autoridades de otros países y grupos
guerrilleros locales.
Según algunos extractos de libro adelantados
hoy por la revista "Semana", Escobar,
quien fuera líder del otrora poderoso cartel
de Medellín, "siempre busca la forma
de llegar con su droga a las calles norteamericanas,
a través de gobiernos no aliados y enemigos
de Estados Unidos".
"Lo quiere hacer a gran escala; ya lo ha
hecho a través de Nicaragua", dice
"Popeye", para apuntar que Escobar envió
a Cuba a uno de sus hombres, que entró
en contactos con el general Raúl Castro,
hermano de Fidel Castro, y vicepresidente y ministro
de Defensa cubano.
Allí se "cierra" un acuerdo
que le permite a Escobar traficar durante dos
años grandes cantidades de cocaína,
que según el testimonio eran embarcadas
en el puerto suroccidental colombiano de Buenaventura,
con destino a las costas mexicanas.
La droga era embalada en condones que se unían
hasta que pesaran un kilo, afirma el lugarteniente,
y agrega que los alijos eran transportados a Cuba
por vía aérea desde México,
en cantidades de hasta diez y doce toneladas.
En la isla caribeña, los cargamentos quedaban
a disposición de militares cubanos, encabezados
por el general Arnaldo Ochoa y el oficial Tony
la Guardia, y luego eran enviados en lanchas a
las costas estadounidenses, donde eran recibidas
por un hombre del cartel de Medellín encargado
de esconder los alijos.
Para "Popeye", tras el descubrimiento
de la ruta por las autoridades estadounidenses,
que decomisaron un gran cargamento, el líder
cubano "ordena una farsa de investigación",
que termina con la condena y fusilamiento de Ochoa
y una decena de sus colaboradores en 1989.
El lugarteniente asegura que en la relación
de Escobar con Castro mediaron los colombianos
Alvaro Fayad e Iván Marino Ospina, fallecidos
líderes del disuelto movimiento guerrillero
19 de Abril (M-19).
Fueron estos mismos rebeldes los que, según
"Popeye", pidieron a Escobar que les
financiara la toma del Palacio de Justicia en
Bogotá, a lo que el capo accedió,
con la promesa de entregarles dos millones de
dólares, aunque Escobar consideró
que lo más conveniente sería una
ocupación de la sede del Legislativo, señala
el libro.
La operación guerrillera tuvo lugar en
noviembre de 1985 y terminó con la muerte
de más de un centenar de personas, entre
ellas destacados magistrados de la Corte Suprema
de Justicia y los insurgentes.
"Popeye" afirma que Escobar propuso
en vano que los guerrilleros aceptaran para la
toma a dos lugartenientes de él, con la
misión de que quemaran los procesos sobre
extradición que gestionaba el Supremo y
asesinaran a los juristas.
El libro también recoge las versiones
del lugarteniente sobre grandes atentados ordenados
por el capo, como el derribo de un avión
comercial en vuelo, o asesinatos que causaron
conmoción, como los de Guillermo Cano,
director del periódico "El Espectador",
y el ex candidato presidencial Luis Carlos Galán.
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