¿Ciudad
Fidel, Fidelópolis o Fidelandia?
Una ciudad y un documental
pelean la cuna de Fidel Castro
La
Nación, CHile, 8 de agosto de 2005.
Luces, cámara, acción; empieza
la película: Tracuateua, un pueblo del
litoral norte de Brasil, acaba de cambiar su nombre
tras un plebiscito. Ahora se llama Fidelandia.
Hay estatuas en homenaje a Fidel Castro y planean
construir un parque temático sobre las
raíces brasileñas del líder
cubano: su lugar de nacimiento (las orillas del
río Quatipurú), su casa familiar,
su escuela. El músico más célebre
de la región, Oswaldo Mesquita, ya compone
un samba para el próximo carnaval: la verdadera
historia de Fidel.
Claqueta.
Segundo sketch, un flashback en toda regla: el
Che Guevara hace autostop en un polvoriento camino.
Lício Viana, un camionero, le para. Y el
Che le pregunta en perfecto portuñol: "¿Será
que eu posso llegar a Bolivia a dedo?". El
Che, en realidad, tiene otro objetivo: quemar
una notaría que contiene una bomba, el
verdadero certificado de nacimiento de Fidel Castro.
Claqueta, samba, stop.
Podrían ser escenas de una película
inverosímil. Pero todo es real. La teoría
de la genética brasileña de Fidel
Castro suena con fuerza en la región de
Bragança, en el estado de Pará.
Incluso hay gente dispuesta a hacerse la prueba
de ADN para probar la explosiva conexión
caipirinha-mojito.
El reino perdido de Fidelandia. El director de
este delirio tropicastrista se llama Edilson Silva
de Oliveira. Nació en Bragança hace
39 años. Y creció oyendo insistentemente
la historia secreta de Fidel Castro. En los años
'70 ya se publicaron reportajes al respecto. Y
el ejército, temeroso de una revolución
inspirada en Cuba, intensificó la represión.
Hubo detenciones, torturas. Todo para acallar
el rumor castrista.
Edilson Silva, ex funcionario y militante del
Partido Socialista Brasileño (PSB), decidió
rescatar la historia y divulgarla: "Ángel
Castro, el padre de Fidel, llegó en un
barco en los años 20. Se enamoró
de Delfina, una hermosa joven de Traquateua. Tuvieron
un hijo, Fidel, al que llamaban Fidelito...".
Ángel Castro, según cuenta esta
biografía paralela, era un español
de buena planta que iba y venía con su
barco. Desaparecía por temporadas. Un día,
Ángel y Delfina se trasladaron a Iquitos,
en la Amazonia peruana. Pero la pareja se peleó
y Ángel se fue a Cuba. Delfina ingresó
a su hijo en un seminario religioso. Y al enterarse,
Ángel rescató a un ya adolescente
Fidel y se lo llevó a Cuba para siempre.
Unos años después, ante la sorpresa
de la comunidad de Tracuateua, Fidel aparece en
la televisión como máximo líder
de la revolución cubana. "Las cartas
que Delfina enviaba a su hermana Isaura no dejan
dudas. Las fechas de nacimiento de Fidel, tampoco:
el 13 de agosto de 1926", asegura Edilson
Silva.
Isaura, conocida como doña Lili, hermana
de Delfina, todavía vive. Esconde las cartas
en algún lugar. Pero no quiere hablar.
El otro testigo se llama Dagoberto, también
hermano de Delfina. Tiene 100 años. Se
proclama tío legítimo de Fidel Castro.Y
afirma tener pruebas definitivas que enviarán
a la embajada cubana en Brasil.
Dagoberto vive entre árboles selváticos,
en una humilde casa de madera. A pesar de la edad,
habla con lucidez: "Mi hermana Delfina nos
contaba todo por carta. Fidel sabe perfectamente
que aquí está su familia".
El anciano confiesa que fue preso "por causa
de esta historia". Su hija, Gesina, de 58
años, tampoco tiene ninguna duda: "En
los 80 vino un periodista que entrevistó
a Fidel. Cuando le preguntó que por qué
no había vuelto a Tracuateua, Fidel lloró".
Gesina asegura que no están de acuerdo
en cambiar el nombre del pueblo, "por lo
menos hasta que Fidel reconozca sus orígenes".
Dagoberto se despide con esperanza fideliana:
"El alcalde nuevo es muy malo. A ver si Fidel
lo cambia".
Después de la intensiva campaña
de Edilson Silva, la historia de Fidel vuelve
a estar en boca de todo el mundo. Hay personas
que incluso aseguran ver a un barbudo Fidel caminando
por los campos.
Hace unos meses, Rádio Pérola de
Bragança hizo un especial sobre el asunto.
"Llamaron cientos de personas, dando pruebas
y detalles. La población va perdiendo el
miedo", explica Gerson Peres, director de
la emisora.
UN MISTERIOSO INCENDIO
La clave está en la notaría Santa
María de Tauarí, donde registraron
el nacimiento de Fidel Castro. Los documentos
de la notaría ardieron misteriosamente
en los años 60. "Existen varias teorías.
Una es que la dictadura brasileña los quemó.
Otra es que fue la inteligencia cubana. La tercera,
que fue el Che Guevara", explica Jesse Feitosa,
un historiador de 37 años que graba el
documental Fidelmanía sobre los orígenes
brasileños de Fidel Castro.
Aunque no hay prueba definitiva, la bola de nieve
es imparable. El Jornal do Dia, una publicación
local, escribió recientemente un polémico
titular: "¿Tracuateua o Fidelandia?".
Además, varios diputados, como João
de Deus, del Partido Socialista Brasileño,
ya se han manifestado a favor del proyecto. "No
queda ninguna duda, Fidel Castro es de Pará",
asegura Walker Ceci, asesor del diputado Alessandro
Novelino, que está dispuesto a solicitar
la ciudadanía paraense para el presidente
cubano. Existe, además, un proyecto en
el Senado para publicar "Historia mutilada
de Pará", donde el historiador Dantas
Feitosa (el padre de Jesse) escribió la
"verdadera historia de Fidel".
Edilson se muestra exultante: "Ciudad Fidel,
Fidelópolis, Fidelandia... se convertirá
en un gran polo turístico que desarrollará
la región". De momento, él
ya ha mandado tallar en miniatura el modelo de
estatua de Fidel Castro que quiere para la ciudad.
En realidad, da igual que no haya prueba definitiva.
Los lugareños encuentran nuevos indicios
por doquier. "Tribuna do Pará"
publicó una imagen de Fidel Castro con
una camiseta de la selección brasileña
de fútbol con un convencido pie de foto:
"¿Existe mayor prueba sobre la verdadera
nación de Fidel?". En Traquateua corre
el rumor de que cuando Brasil pierde un Mundial,
Fidel decreta tres días de luto nacional.
Y hay más: Hilaria, la niñera de
Fidel, lo confesó todo en el documental
de Jesse. Y Lício Viana, el camionero,
describe en la cinta con pelos y señales
la llegada del Che Guevara a Tracuateua. Para
colmo, Tracuateua significa en lengua indígena
hormiga de culo grande. Una especie que ya está
extinguida, señal inequívoca, según
Edilson, de que el nombre tiene que cambiar.
Mientras los ancianos de Tracuateua ven una silueta
barbuda en el horizonte, Edilson refuerza sus
apoyos políticos para su candidatura a
concejal en la ciudad. Y el plebiscito, con la
pregunta del millón de reales brasileños
(o de pesos cubanos), parece estar cada vez más
cerca: ¿Hormiga de culo grande o Fidelandia?
(© La Vanguardia)
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