La
furia de Iván no detuvo el escape de cubanos a
Florida
Infoabe,
Argentina, 13 de septiembre de 2004.
Un grupo de 31 cubanos arribaron
a los Cayos tras una travesía de dos días.
Lograron no ser alcanzados por las tormentas que
azotan al Caribe y detallaron su viaje
Apenas unos día antes de que el huracán
Iván transforme las cálidas aguas
del Estrecho de la Florida en un infierno, un
grupo de 31 cubanos arribó a los Cayos
tras una travesía de dos días desde
la isla de Fidel Castro.
El grupo, integrado por 15 hombres, 12 mujeres
y cuatro niños, pisó tierra firme
alrededor de la milla 68 en la Carretera Nacional
Número 1 y salió el miércoles
de la costa norte de Cuba hacia Cayo Sal, donde
aparentemente fueron recogidos por una lancha
que los trajo hacia el sur de la Florida, dijo
uno de ellos, en declaraciones que publica el
diario El Nuevo Herald de Miami.
''No nos conocíamos, nos hicimos amigos
durante la travesía'', dijo el médico
Michael García, de 27 años, indicando
que en el grupo vinieron residentes de las provincias
de Santa Clara, Camagüey y Sancti Spiritus.
Los cubanos fueron descubiertos por el reportero
gráfico de El Nuevo Herald Roberto Koltún,
quien se desplazaba por la ruta, en medio de una
caravana, en busca de imágenes de la evacuación
de los Cayos a raíz del huracán.
''Venía pasando, despacito, con la ventana
baja y ellos salieron de repente de los manglares,
delante del auto, gritando "libertad'' y
''al fin somos libres''. Me di cuenta de inmediato
de que eran cubanos. Paré rápidamente,
me puse a hacer fotos y a tratar de ayudarlos'',
dijo Koltún.
Aparentemente, ''nadie en la caravana se dio
cuenta de que ellos eran cubanos'' hasta que ''un
carro con una familia cubana y unos camioneros
se detuvieron momentos después, y también
les ayudaron'', dijo el reportero gráfico
de El Nuevo Herald.
Además de agua y comida, el más
pequeño del grupo, Sebastián Omar
Pérez, de 3 años, recibió
un plátano de manos de otros cubanos que
se detuvieron en la carretera.
El grupo dijo al reportero gráfico de
El Nuevo Herald que había dos ancianos
del grupo perdidos. Este trató de buscarlos
en los manglares, pero fueron hallados una hora
después por efectivos de la Patrulla Fronteriza.
Relato desde la isla
El episodio fue emocionante para Koltún.
''Lo único que digo es que tuvieron una
suerte del c...... Verdaderamente, tienen que
dar las gracias a Dios'', dijo.
García, quien dijo ser médico,
contó que la travesía entre la isla
y Cayo Sal fue difícil, aunque ''el barco
cubano era bueno'', por las condiciones del tiempo,
pues "el mar estaba muy picado''.
Ayer al amanecer, fueron recogidos en Cayo Sal,
y el trayecto hacia los Cayos "fue bueno''.
El cubano señaló que dejó
atrás una ''situación difícil''
en su sector laboral.
''Imagínate tú, hace dos años
que estoy trabajando en el campo, para pagar la
carrera, como una especie de servicio social y
con falta de médicos'', dijo, afirma en
su edición de hoy El Nuevo Herald.
En su opinión, explicó García
por vía telefónica antes de que
las autoridades interrumpieran la comunicación,
el envío de médicos a Venezuela
está provocando una carencia de galenos
en la isla.
''Hay una escasez enorme. Todos nosotros, los
que quedamos, de una forma general tenemos que
hacer turnos seguidos de guardia, porque Fidel
los ha mandado a Chávez'', dijo.
Según García, los hospitales en
la isla ''de una forma general tienen entre cuatro
y cinco médicos haciendo todas las guardias'',
y en el grupo que llegó ayer hay una médica
y una joven licenciada en ciencias farmacéuticas.
Otro de los cubanos, Oscar González, de
profesión carpintero, dijo que vendió
su automóvil por 48,000 pesos cubanos para
poder hacer la travesía. El Nuevo Herald
logró identificar a otro de los refugiados
como Alejandro Pérez Hernández,
de 34 años.
Como pisaron tierra norteamericana, se espera
que el grupo pueda permanecer en el país
según la política de ''pies mojados,
pies secos''. Los cubanos fueron conducidos al
Centro de Detención de Krome, donde serán
interrogados y procesados.
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