Retrato de un dictador
Sandra Vicente. El
Mundo, España, 26 de Noviembre de 2004.
La imagen del reciente tropezón de Fidel
Castro tras uno de sus largos discursos en Santa
Clara dio la vuelta al mundo hace unas semanas.
Ahora, el líder cubano va a volver a acaparar
pantallas, pero en esta ocasión por un
estreno de cine: 'Looking for Fidel'. Con esta
cinta Oliver Stone demuestra que las segundas
partes en el cine no son sólo para éxitos
de taquilla como Briget Jones, Matrix, o Harry
Potter.
La secuela de 'Comandante', el documental sobre
el dictador cubano que el director de películas
como 'JFK: Caso abierto' o 'Nixon' se vio obligado
a realizar tras las críticas que le acusaban
de omitir en su primera cinta sobre Castro cualquier
alusión a la situación represiva
que vivían los exiliados y disidentes cubanos,
ya tiene fecha de estreno en España. Será
el próximo 29 de diciembre, antes de que
llegue a nuestras pantallas el último trabajo
de Stone, la polémica 'Alejandro Magno'.
En la primavera de 2003, coincidiendo con el
inicio de la guerra de Irak, Cuba registró
una oleada de secuestros de barcos y aviones en
los que muchos ciudadanos cubanos buscaban emigrar
a Norteamérica, atraídos por la
posibilidad de obtener la residencia allí.
El régimen de Fidel Castro arrestó
y encarceló a 75 de ellos, entre los que
se encontraban periodistas independientes, bajo
la acusación de ser agentes al servicio
de los Estados Unidos y de conspirar contra la
revolución.
Tres secuestradores, detenidos mientras intentaban
hacerse con el control de un ferry en la bahía
de La Habana y retenían a numerosos rehenes,
fueron condenados a muerte y ejecutados tras juicios
sumarísimos. Mientras la opinión
internacional reavivaba la condena al régimen
castrista, Oliver Stone pasaba por alto este tema
en 'Comandante', su primer documental sobre Castro.
Por este motivo, la cadena estadounidense HBO,
poseedora de los derechos de televisión
de 'Comandante', decidió cancelar su emisión
por considerar que los acontecimientos ocurridos
en Cuba dejaban incompleto el trabajo llevado
a cabo por el cineasta estadounidense. Exigió
a Oliver Stone una nueva versión del documental
que incluyera opiniones sobre las detenciones
y ejecuciones. Y es aquí donde arranca
la historia de 'Looking for Fidel'.
Segundo viaje a Cuba
En mayo de 2003 Oliver Stone vuelve a viajar
a Cuba para entrevistarse con Castro. Como en
el primer documental el comandante ya le había
hablado a Stone de la figura del Che Guevara,
de Charlie Chaplin, de la homosexualidad, de la
Viagra, de la crisis de los Misiles, del asesinato
de Kennedy y hasta de las curvas de Brigitte Bardot,
en esta segunda cinta, Oliver Stone se limita
a tratar de obtener respuestas sobre la represesión
en Cuba y profundizar en la realidad política
de la isla.
A lo largo de las más de 30 horas de conversación
entre ambos, Stone interroga al comandante sobre
las ejecuciones, sobre la disidencia interna,
sobre su sucesión y sobre la presión
internacional de la que es objeto Cuba, especialmente
por parte del gobierno de George Bush. Para ello
aparece en todo momento delante de la cámara,
frente al dictador, a modo de entrevistador, mientras
un séquito de cámaras les filman.
En un montaje en el que el director neoyorquino
intercala imágenes de un joven Fidel revolucionario
con primeros planos del actual Castro septuagenario,
el espectador se encontrará a un líder
cubano que encuentra justificación para
todas y cada una de las acciones represivas de
su régimen, ya sea contra los cubanos que
quieren salir de la isla o contra los periodistas
críticos con Castro, como Raúl Rivero,
presentándolas como única salida
a la conspiración que cree orquestada por
Estados Unidos para acabar con el régimen
castrista.
Asegura que no es un caudillo, sino un jefe espiritual
que guía a su pueblo, que es el pueblo
quien ostenta el poder en la isla, que se retiraría
si estuviese convencido de que su presencia en
el poder está perjudicando a los cubanos,
y que "no va a venderse a los americanos,
como Rusia".
Los acusados y el acusador, cara a cara
Uno de los momentos claves de la cinta llega
cuando Oliver Stone, con las cámaras como
testigos, consigue sentar en la misma mesa a Fidel
Castro y a varios de los acusados del secuestro
de los aviones, fiscales y abogados defensores.
Castro escuchó atentamente las respuestas
que Stone les formulaba a los acusados sobre sus
motivos para querer abandonar la isla y sobre
la condena que creen que merecerían.
El propio realizador no pudo evitar mostrar su
sorpresa al escuchar las respuestas benevolentes
con el comandante que tienen frente a sí,
antes de ser juzgados. Bastante más críticos
con el régimen de Castro se muestran en
el documental otros disidentes como Osvaldo Payá,
esposas y familiares de los presos, y abogados
de derechos humanos, a los que Oliver Stone rueda
en su propia casa explicando con emoción
el complicado momento por el que atraviesa su
país.
El comandante encuentra, sin embargo, los argumentos
perfectos para defender su labor al frente del
gobierno cubano en el entusiasmo popular que despierta
su figura, que queda patente en 'Looking for Fidel'
con las imágenes de una multitud enfervorecida
al paso de Castro por las calles de La Habana.
El documental de Stone incluye además
un episodio insólito: el comandante cubano
se prestó a someterse ante las cámaras
a un exámen médico para salir al
paso de los rumores que cuestionan su estado de
salud. Desde una camilla y conectado a un complejo
instrumental, los espectadores verán a
Castro escuchando con satisfacción cómo
los doctores que comprueban sus constantes vitales
le aseguran que tiene el corazón de un
hombre de 32 años, algo que, sin duda,
no tranquilizará demasiado a cuantos sueñan
con un cambio en Cuba.
© Mundinteractivos,
S.A.
|