NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Rodeado de misterio el trágico viaje
de balseros
Rui Ferreira, El Nuevo Herald.
31 de marzo de 2004.
Cinco días después del arribo a
costas de la Florida de tres balseros cubanos
persiste la incógnita sobre el número
de personas que emprendieron el peligroso viaje.
A la vez, las autoridades encontraron un cadáver
aún no identificado, presumiblemente perteneciente
al grupo, y entregaron a sus familiares a uno
de los sobrevivientes.
El jueves, tan pronto fueron recogidos por las
autoridades, Carlos Lázaro Bringuier Hernández,
William Villavicencio Pérez y Milena Isabel
González Martínez, informaron que
salieron una semana antes de la zona de Jaruco,
cercana a La Habana, junto a cinco más.
Los sobrevivientes identificaron a los desaparecidos
como Antonio Rodríguez Pantoja, Fernando
Aguilera Vargas, Juan Tamayo Muñoz, Angel
Mantecón Guevara y Nerisbel Suárez
Galán, esposo de González Martínez.
Sin embargo, el lunes por la tarde, en un programa
de televisión en La Habana, portavoces
gubernamentales indicaron que pudiera haber un
noveno integrante de la expedición, a quien
identificaron como Lázaro Cárdenas
Batle, el cual habría sido visitado por
González Martínez en su casa, días
antes de la partida.
Ayer, a través del padre de sus dos hijos,
la mujer confirmó la participación
de Cárdenas Batle en la travesía.
'Después que me dijeron de Cuba que en
mesa redonda habían hablado de él,
le pregunté a ella sobre eso, y ella me
ha asegurado todo el tiempo que eran ocho personas.
Pero, me dijo también que 'El Cojo', así
le llamaban, estaba allí y que fue el segundo
en morirse'', dijo Orlando Consuegra, ex esposo
de González Martínez, quien conversó
con ella al final de la tarde, en el hospital
de Fort Lauderdale.
Pero hay discrepancias entre la lista proporcionada
por los sobrevivientes y la relación anunciada
por La Habana. Los dos listados coinciden en tres
nombres pero difieren en dos. Según reflejó
la prensa cubana, además de los tres sobrevivientes,
el grupo estaría integrado por Antonio
Pantoja Rodríguez, Fernando Aguilera Vargas,
Nerisbel Suárez Galán, Angel Mantecón
Guerra y William Villavicencio Pérez, a
quien no reconoce como sobreviviente.
En medio de todo esto, la versión oficial
cubana no menciona a Juan Tamayo Muñoz,
pero precisa pequeñas variaciones en los
nombres de Suárez Galán y Angel
Mantecón, lo cual indica que han podido
identificar a todos.
Al cierre de esta edición, Bringuier Hernández
fue entregado a sus familiares, al cabo de 24
horas en el Centro de Detención de Krome,
a donde había sido llevado el lunes por
la noche.
Por otro lado, el alguacil del condado St. Lucie
informó el lunes por la noche el hallazgo
del cadaver de un individuo que presumen sea un
balsero cubano.
Un portavoz del alguacil dijo que la asfixia
fue la causa probable de la muerte y que el cuerpo,
de unos 5 pies y 10 pulgadas con alrededor de
180 a 200 libras, tenía un calzoncillo
rojo, medias castañas y zapatos oscuros.
No había joyas ni marcas en el cuerpo.
De acuerdo con el diario oficial Granma, las
autoridades locales han logrado frustrar 70 intentos
de salida ilegal de la isla por mar en los últimos
75 días, una cifra que arroja una media
de casi un intento diario.
rferreira@herald.com
De luto la pintura cubana: fallece el maestro
Mijares
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald.
Como tantos exiliados de su generación,
el pintor José María Mijares se
fue de este mundo con el sueño incumplido
de regresar a Cuba, caminar por el Paseo del Prado,
sentarse en el muro del Malecón y desandar
La Habana que fijó y recreó obsesivamente
en sus incontables lienzos.
Mijares, maestro de la pintura cubana del siglo
XX, falleció ayer a la 1:10 p.m. en el
Doctor's Hospital de Coral Gables, víctima
de problemas pulmonares y complicaciones circulatorias
que agravaron su salud por las últimas
tres semanas. Tenía 82 años.
Creador de un singular universo de habaneras
y vitrales, de arlequines, pájaros y máscaras,
el artista deja una copiosa producción
de dibujos y pinturas gobernados por una sensualidad
barroca y un cubanísimo sabor de identidad.
''Mijares era un ser excepcional y un trabajador
incansable, con un permanente estado mental de
juventud'', dijo anoche su viuda, María
Antonia Cabrera. "En el hospital pidió
las acuarelas para seguir pintando''.
Cabrera, que contrajo matrimonio con Mijares
en 1996, relató que tres días atrás
sintió "que la muerte estaba derrotando
al artista''.
Con la muerte de Mijares desaparece una de las
más populares y cotizadas figuras de las
artes plásticas cubanas en el exilio.
Nacido en el barrio habanero de Santo Suárez
en 1921, inició su carrera artística
desde muy joven, vinculado a personalidades como
el pintor Fidelio Ponce, amigo entrañable
que influiría sensiblemente en su obra.
Se graduó en 1942 en la Academia de Bellas
Artes de San Alejandro en La Habana y un año
después una pintura suya participó
en el Primer Salón Antifacista junto al
cuadro La Silla, de Wifredo Lam.
En 1944 realizó su primera muestra personal
en el Conservatorio Nacional Hubert de Blanck,
en La Habana e integró la muestra Pintores
Modernos Cubanos, que presentó el Museo
de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York.
Desde entonces su nombre se asoció a los
míticos integrantes de la llamada Escuela
de La Habana, entre los que sobresalían
junto a Lam y Ponce, Víctor Manuel, Amelia
Peláez, Mario Carreño y René
Portocarrero.
Dibujos de Mijares ilustraron por aquellos años
la revista Orígenes (1944-1956), fundada
por el escritor José Lezama Lima. En 1950
ganó el primer premio en el Salón
Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, escalando
hasta primeros planos de reconocimiento internacional.
''Mijares pertenece a la llamada tercera generación
de modernistas cubanos, que resume las búsquedas
de un lenguaje autóctono cubano que sin
desmarcarse de los asideros nacionales explora
corrientes expresivas más universales'',
consideró el ensayista y profesor Ricardo
Pau-Llosa, autor del volumen Outside Cuba (1989).
Fue a comienzos de los años 50 cuando
el pintor se lanzó a la experimentación
formal como parte del grupo Diez Pintores Concretos,
convirtiéndose de hecho en un pionero de
la abstracción geométrica latinoamericana.
''Ese fue un esfuerzo que tuvo corta duración,
pero rompió moldes artísticos y
marcó una etapa brillante de su creación'',
opinó el crítico Carlos M. Luis.
Tras la llegada de Fidel Castro al poder, en
1959, Mijares asume un puesto de profesor de San
Alejandro, pero pronto lo abandonó. Pinta
un gran mural para el Museo Nacional de Bellas
Artes de La Habana, en 1960, y realiza su última
exposición personal en Cuba, en el Lyceum
Lawn & Tennis Club, en 1965, en medio de una
inconformidad creciente con el régimen
comunista.
Exiliado en Miami en 1968, Mijares regresó
a la pintura figurativa y al uso prolífico
del azul. Siempre vivió en esta ciudad,
aferrado a las imágenes y las añoranzas
de La Habana, adonde nunca regresaría.
''La Habana es mi obsesión'', declaró
el pintor años atrás. "Estoy
en el exilio, pero sueño con la magia de
la Cuba que viví y la reconstruyo con mi
imaginación''.
Desde su casa del suroeste de Miami, fumando
un cigarro tras otro, el pintor acumuló
una obra cuantiosa, enriquecida en motivos y figuraciones.
''Mijares fue el pintor de la cubanía
desde el exilio'', afirmó el coleccionista
y galerista Alfredo Martínez, quien patrocinó
varias exposiciones y el libro The world of José
Mijares (1992). "Sin dudas, es el pintor
cubano exiliado que más ha vendido y sigue
vendiendo''.
En el exilio, Mijares fue ganador de la Beca
Cintas en 1970 y 1971, y mantuvo una activa laboriosidad
para muestras personales y colectivas. En 1978
sus obras fueron expuestas en el Museo de Arte
Latinoamericano de la Organización de Estados
Americanos (OEA), en Washington.
La Universidad Internacional de la Florida (FIU)
le otorgó un Doctorado Honoris Causa en
Artes en diciembre del 2001.
En el 2002 abrió la Galería Mijares
en Coral Gables, donde se muestran sus creaciones
recientes.
El cadáver del pintor será expuesto
hoy a partir de la 4 p.m. en la Funeraria Rivero,
3344 SW y Calle Ocho. El sepelio será el
jueves a las 11 p.m. en el Cementerio Woodlawn
de la Calle Ocho y la 32 Avenida, luego de una
misa católica.
Lo sobrevive su viuda. El pintor no tuvo hijos
ni tiene más familiares en Cuba.
wcancio@herald.com
Aún se debate propiedad sobre la firma
Cohiba
Rui Ferreira, El Nuevo Herald.
31 de marzo de 2004.
Una empresa sueca que perdió el registro
en Estados Unidos de la marca de puros Cohiba,
originalmente creados en Cuba, dijo ayer que apelará
la decisión de un juez de Nueva York que
le dio la razón a la empresa estatal de
la isla Cubatabaco.
''Vamos a apelar la decisión, y confiamos
en que ganaremos'', dijo Edgar Cullman, director
general de la empresa estadounidense General Cigar,
una subsidiaria de la firma sueca Match AB, quien
en 1981 registró en Estados Unidos la marca
de puros Cohiba.
''Teniendo en cuenta que hace mucho tiempo registramos
la marca Cohiba y el hecho de que Cubatabaco no
ha hecho nada durante dos décadas, procedimos
a vender esta marca [en Estados Unidos] confiando
en que era propiedad nuestra'', añadió
Cullman.
General Cigar es una de las primeras firmas distribuidoras
de puros y cigarros en Estados Unidos, y en 1995
logró que el registro de Cohiba fuera revalidado.
El viernes, en Nueva York, el juez de distrito
Robert Sweet decidió que General Cigar
no tenía derecho a la marca y violó
los derechos de propiedad y registro de Cubatabaco.
El juez basó su decisión, según
la sentencia de 137 páginas, en el hecho
de que en su opinión la firma estadounidense
creó su propio Cohiba ''para capitalizar
el éxito del Cohiba hecho en Cuba''. Además,
encontró "una fuerte evidencia de
que hubo intencionalidad al momento de copiar
la marca''.
La familia de Cullman tiene el 36 por ciento
de las acciones de General Cigar, y desde 1992
vende Estados Unidos puros de marca Cohiba fabricados
en República Dominicana.
''Es obvio que el derecho a reclamar nuestra
marca es muy importante para nosotros'', dijo
Kevin Walsh, abogado en Estados Unidos de la firma
cubana.
El litigio sobre el nombre de la marca empezó
en 1997 cuando la firma cubana interpuso una demanda
judicial ante el juez de circuito de Nueva York.
Pero el proceso se paralizó ese mismo
año, ya que ambas partes iniciaron negociaciones
para llegar a un acuerdo extrajudicial que nunca
se logró.
Ante la falta de acuerdo, el pleito se reanudó
en el 2000 bajo la tutela del juez Sweet, quien
decidió no nombrar un jurado debido a la
complejidad del caso por el embargo comercial
de Estados Unidos a la isla.
Pese a que la compañía del gobierno
cubano no puede vender sus productos en EEUU,
en la demanda argumentó que la marca Cohiba
es reconocida y famosa mundialmente, y por lo
tanto también por los consumidores estadounidenses.
Según la revista Cigar Aficionado, el
barómetro de los amantes del buen puro,
el Cohiba de la isla se encuentra entre las principales
marcas de puros del mundo. Pese al embargo, circula
en Estados Unidos de contrabando, principalmente
en la costa oeste del país.
rferreira@herald.com
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