SOCIEDAD
Limitan derechos
de herederos de viviendas
LA HABANA, marzo (Serafín
Descalzo / www.cubanet.org) - Un nuevo cambio
en la Ley General de la Vivienda sobre los testamentos
ha dispuesto para este año una prohibición
que limita los derechos de los herederos.
De acuerdo a la nueva modificación, aquéllos
que no son familiares directos de la persona que
testa, como hijo, nieto, sobrino, deben solicitar
a la Dirección Municipal de la Vivienda
su criterio sobre si la casa que les ha sido legada
debe convertirse en bien comunitario.
De manera que si la casa heredada posee dos pisos
y más de tres cuartos corre el riesgo de
ser confiscada por la Dirección Municipal
de la Vivienda, y convertida en un albergue múltiple,
especie de solar, policlínica o cualquier
otra cosa que se le antoje a los funcionarios
de ese organismo.
En compensación, al ex dueño y
su familia se les dará una casa en iguales
condiciones en el lugar que dicha entidad disponga.
Como las casas otorgadas nunca son iguales ni
en tamaño ni en calidad, la dirección
de la vivienda ha procedido a indemnizar a los
afectados con una suma de dinero muy por debajo
de su valor en la bolsa negra.
Esta nueva disposición ha generado un
profundo malestar en una población que
tiene el problema de la vivienda como uno de los
más graves y urgentes. También se
rumora que muchos de estos hogares irán
a parar a manos de altos funcionarios del gobierno.
Según un informe del economista cubano
Carmelo Mesa Lago, ya para el año 1985
Cuba tenía un déficit de casas calculado
en 880 mil; déficit que debe de haber sobrepasado
el millón para principios de los años
90.
Según esta misma información, el
crecimiento de la población y el deterioro
de las casas existentes demandaban la construcción
de 100 mil viviendas por año.
Pero la última cifra arrojada por el anuario
estadístico de Cuba correspondiente al
año 2002, habla de 27,460 viviendas construidas,
muy por debajo de la mitad de lo que se requiere.
Las crecientes trabas por parte del gobierno
con respecto a las viviendas, más el creciente
déficit de éstas, auguran un futuro
negro para aquellos que anhelan buscarse un rincón
decente donde pasar el resto de sus días.
Por otra parte, aumentan la corrupción
entre los burócratas que atienden este
sector, como reza un viejo refrán: "a
río revuelto, ganancia de pescadores".
|