Presentan moderado proyecto
de resolución contra Cuba en la ONU
La propuesta es similar a
la que Lagos aprobó en 2003. Sin embargo,
fuentes diplomáticas advierten que en la
decisión podrían incidir otros factores,
como la opción de balancear las señales
que Chile ha dado en la región.
Marcela Alam. La
Tercera. Chile, 26 de marzo de 2004.
Con el visto bueno de la Casa Blanca, el gobierno
hondureño presentó el miércoles
ante la Comisión de Derechos Humanos de
la ONU un proyecto de resolución respecto
de la situación cubana que -en términos
generales- fue calificado por personeros de la
Cancillería chilena como "moderado"
y "en la línea del texto aprobado
el año pasado".
El documento, que fue transmitido esa misma noche
a las autoridades chilenas, lamenta las últimas
ejecuciones y condenas a periodistas y disidentes
políticos al régimen de Fidel Castro.
También pide que el gobierno isleño
tome medidas para fortalecer las libertades religiosas
y facilite la transición hacia un diálogo
con todos los grupos políticos organizados
de la sociedad cubana. Esto, con el objetivo de
promover un "desarrollo pleno de la institucionalidad
democrática" y las libertades civiles
en La Habana.
El proyecto, además, insta al régimen
castrista a cooperar con la representante del
Alto Comisionado de Naciones Unidas para los derechos
humanos, Christine Chanet, quien en virtud de
la resolución aprobada el año pasado
fue instruida para ingresar a la isla a evaluar
en terreno el tema.
Chanet no ha sido autorizada hasta ahora para
entrar a Cuba. En vista de esta negativa, en la
resolución se agrega que el caso cubano
va a ser nuevamente objeto de análisis
en la sesión del próximo año
de la comisión.
Postura chilena
Aunque el proyecto patrocinado por Honduras puede
sufrir una serie de modificaciones que terminen
endureciéndolo -sin descartarse que se
presenten nuevos textos-, la impresión
general que causó en algunos personeros
diplomáticos chilenos es que "está
lejos de ser una condena" y que no "apunta
al fondo del problema cubano".
Las mismas fuentes aseguran que como está
el documento "no debería traer complicaciones"
para que el gobierno de Ricardo Lagos mantenga
en Ginebra su tradicional postura de apoyo a las
resoluciones que cuestionan el tratamiento de
los derechos humanos en la isla.
No obstante, en Cancillería se insistió
en que finalmente la decisión que adopte
el Ejecutivo tiene un carácter esencialmente
político. Por eso nadie descarta la posibilidad
de que La Moneda se sume a la postura de Brasil
y Argentina, cuyos gobiernos ya han anunciado
que se abstendrán de condenar a La Habana
el 15 de abril próximo.
De no votar a favor del proyecto, La Moneda se
alinearía con la posición que históricamente
han manifestado el PS y el PPD, que estiman que
la votación en Ginebra no es más
que un ritual promovido por Estados Unidos para
justificar el bloqueo y que no se traduce en mejoras
de la situación cubana. Por el contrario,
un voto de abstención iría contra
la tradicional postura de la DC, que favorece
mayoritariamente una condena.
Personeros que han estado cerca del tema afirman
que hay factores nuevos que el gobierno tendrá
que considerar. Uno de ellos es el envío
de tropas a Haití, que complació
a Washington, pero molestó a gran parte
de la región y en especial al Caribe. Una
abstención en el caso cubano podría
servir, afirman, para balancear las señales
que Chile ha dado en la región.
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