Los Derechos Humanos y Venezuela
Reinaldo Bragado Bretaña, Diario Las
Américas.
La Sociedad Internacional para los Derechos Humanos
emitió el pasado 4 de marzo una declaración
relacionada con la grave situación de Venezuela,
donde han comenzado las violaciones de Derechos
Humanos de forma connotada y pública. No
es de extrañar que la comunidad de activistas
por el respeto a la Carta Magna de Naciones Unidas
levante su voz: Hugo Chávez ya salió
a la calle a asesinar a los opositores pacíficos.
Esa situación se veía venir, y así
lo denunciamos en repetidas ocasiones desde hace
mucho, tanto como años. Lamentablemente
no se pudo evitar este desenlace de sangre que,
como siempre sucede, recae sobre los más
desvalidos. A continuación el texto de
la nota de la SIDH:
"Ante la más reciente ola de crímenes
contra la población civil venezolana, que
reclama respeto a la institucionalidad democrática,
perpetrados por el nuevo aspirante a caudillo
totalitario, Hugo Chávez, nuestras organizaciones
de Derechos Humanos expresan su más firme
condena y hacen un llamado a la opinión
pública internacional para que rechace
de manera categórica este retroceso hacia
la barbarie que, bajo la influencia directa de
los mandos estalinistas capitaneados por Fidel
Castro desde La Habana, amenaza con someter a
toda la sociedad venezolana a la debacle y al
sojuzgamiento tiránico.
"Los subterfugios y los argumentos mendaces
que está empleando el chavismo en Venezuela
son los mismos que, históricamente, han
empleado otros déspotas que terminaron
exterminado a millones de seres humanos con el
solo propósito real de perpetuarse en el
poder y de crear dinastías de verdugos.
V. I. Lenin, Adolfo Hitler, Mao Tse Tung, Benito
Mussolini y Fidel Castro, entre otros representantes
del bestiario en el siglo XX, han establecido
las fórmulas para aplastar todo vestigio
de estado de derecho democrático y de libertades
públicas.
"Una nueva ola de nacionalsocialismo fascista
y estalinista recorre América Latina con
Hugo Chávez y Fidel Castro fungiendo como
comisarios en jefe, como por décadas recorrió
Europa durante el pasado siglo. Los luchadores
por el respeto integral de los Derechos Humanos,
en cualquier lugar del planeta, no pueden permanecer
impasibles ante este nuevo ciclo de regreso a
la servidumbre medieval".
Y firman el documento las siguientes personalidades:
Vitautas Landsbergis, Presidente de la SIDH; Alexander
Soljenitzyn, ex prisionero del Gulag y Premio
Nóbel de Literatura; Lech Walesa, ex presidente
de Polonia; Janos Kiss, ex presidente del Parlamento
de Hungría; Vaclav Havel, ex presidente
de la República Checa; Serguei Agrusow,
Fundador de la SIDH de Alemania; Elena Bonner,
Presidenta de la Fundación Andrei Sajarov;
Elie Wiezel, Premio Nóbel de la Paz; Haydée
Marín, Presidenta del Comité Panamericano
de la SIDH; Miroslav Kusy, Miembro del Parlamento
de la República de Eslovaquia; Anton Manolescu,
Presidente de la Comisión de Derechos Humanos
del Parlamento de Rumania; Serguei Grigorianc,
Grupo Helsinki de Moscú; Adam Michnik,
pensador y periodista de Polonia; Ricardo Bofill,
Presidente del Comité Cubano Por Derechos
Humanos; Lee Van Thau, Director Ejecutivo Coordinadora
de Derechos Humanos del Vietnam; y Sergej Kovaljov;
Movimiento Ruso de Derechos Humanos.
Nadie tiene la culpa de lo que está pasando
en Venezuela salvo Hugo y Chávez y Fidel
Castro, los dos son dictadores empecinados en
no reconocer los avances de la historia. En los
últimos años, sobre todo después
de la desaparición del bloque socialista
tras su bochornoso derrumbe, se ha avanzado mucho
en el terreno de los Derechos Humanos y cada vez
más los crímenes de guerra y de
lesa humanidad son temas que interesan a todas
las naciones. Los casos de violaciones se convierten,
gracias la toma de conciencia en ese sentido de
la comunidad internacional, en un problema de
todos. Ya se le hace difícil a cualquier
dictador, o al menos más difícil,
escapar de la justicia con los bolsillos llenos
de millones de dólares. Chávez y
sus cómplices ya pusieron el pie en una
senda en la cual, en el mundo de hoy, no hay retroceso.
Esa es la razón por la cual los organismos
de Derechos Humanos están preocupados.
La nota emitida por la Sociedad Internacional
por los Derechos Humanos es una advertencia que
llega a tiempo. Nuestro mejor deseo es que en
las cárceles de Venezuela no se repita
ese terrible capítulo de la historia de
Cuba, los prologados presidios políticos.
Chávez, o cualquier otro dictador, tendrá
que lidiar con el repudio internacional desde
sus primeros pasos. Los activistas de Derechos
Humanos no han olvidado su papel y cada violación
de Chávez será denuncia con el rigor
que merecen. Venezuela, de larga tradición
democrática, en la familia de los activistas
tiene un aliado permanente.
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