Gades fue incinerado siguiendo
el guión que él dejó marcado
La
Vanguardia, España,
22 de julio de 2004.
MADRID. (Efe.) - Antonio Gades fue incinerado
ayer en el crematorio de la Almudena de Madrid
siguiendo el estricto guión que él
dejó marcado antes de morir, en silencio
y en la privacidad más absoluta, sin la
presencia de su familia y sólo acompañado
por miembros del cuerpo diplomático de
Cuba, lugar donde se esparcirán sus cenizas.
La disciplina de Gades era estricta. Y lo ha
seguido siendo desde el momento en que el miércoles,
sobre las cinco de la tarde, fallecía en
Madrid, a los 67 años, víctima de
un cáncer. El bailarín y coreógrafo
dictó a su familia que nadie le vería
una vez que cerrara los ojos.
A las tres de la tarde llegó el féretro
a un crematorio achicharrado por el calor y con
un silencio roto sólo por el canto de las
cigarras y los susurros de los periodistas -pocos-
que se acercaron hasta allí. El coche,
elegido especialmente para la ocasión,
era de estilo americano, con cortinas en los lados
que ocultaban el interior. No se sabrá
si a Gades le acompañó alguna flor
en esta negación del rito funerario que
él dictó antes de morir. Las cenizas
parten hoy a Cuba. Y es que -decía Gades-
"Cuba no es una simple aventura, es el puerto
de mi vida".
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